viernes, abril 26, 2024
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Tanques para Ucrania, desconcierto para el mundo

Han transcurrido más de 330 días de conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y mucho podríamos opinar al respecto, como de hecho también hemos escrito sobre el particular. No obstante, lo que nos llama la atención esta vez, es la respuesta occidental ante la solicitud de Ucrania para el envío de nuevas y más potentes armas de combate.

Con sorpresa e indignación, estos 330 días de conflicto no han podido ser resueltos a través de la más alta diplomacia internacional y lo peor es que, aparentemente, parece que ninguno tendría el deseo sincero de dar por concluido este enfrentamiento. Y lo que además llama poderosamente la preocupación, es que no es invierno, no será primavera, pero lo más probable es que en verano las cosas puedan empeorar del todo.

Este nivel de empeoramiento no es sino por las últimas declaraciones y aprobaciones de occidente respecto al envío de tanques de combate, y hablamos de tanques Leopard, de industria alemana y tanques Abrams, de industria norteamericana; pero, ¿con ellos ganaría Ucrania?

La respuesta es rotundamente no, debido a que los tanques son armamento de combate en tierra y lo que verdaderamente lapidaría cualquier ofensiva rusa seria la utilización de aviones de combate. Y ¿por qué no se envía este tipo de armamento? Polonia y España están ansiosos para enviar estos tanques; Alemania está dispuesto a que no sea el único en aprobar el envío de sus tanques y presiona a EEUU para que también lo haga y se comprometa aún más con este conflicto y no sea solo dinero su único interés.

Hablando de dinero e interés, recordemos dos aspectos relevantes: 1) En la última visita del presidente ucraniano Volodímir Zelenski a EEUU, ante el congreso el mandatario dijo: “gracias por su ayuda, este no es un gasto es una inversión”. 2) En pasados días el mandatario ucraniano tuvo que relevar de sus cargos al menos a 7 ex altos funcionarios del gobierno, incluido el fiscal general, todos por actos de corrupción y el negociado que estarían realizando con las ayudas enviadas.

Por otra parte, y tocando el tema de “tanques”, el presidente Zelenski pide al menos 300 unidades para que contrarresten el ataque ruso, levantando la mano desde Polonia, Estonia, Lituania y España para enviar los suyos a terreno de conflicto. Sin embargo la sorpresa es que el mayor número de tanques Leopard en España están en desuso, inutilizados y antiguos. Los tanques Leopard de Polonia sufren las mismas características y solo los alemanes, quienes cederán 14 tanques de su stock, son de última generación. Por si fuera poco, Polonia y EEUU acordaron hace no mucho la compra de tanques Abrams y entonces, ¿en qué queda la industria alemana de armamento? ¿Será que EEUU está aprovechando este conflicto para comprometer sus armas a otros Estados y hacerlos más dependientes de ellos?

Si bien es cierto que Alemania tiene que autorizar el envío de tanques Leopard a Ucrania, porque es el país que los produce, también es evidente que los países que deseen enviar los de sus reservas necesitan el visto bueno de Berlín, debido a limitaciones en las cláusulas de exportación. No obstante, cuando éstos se desprenden de sus existencias y acuerdan con otro proveedor la adquisición de nuevos, ¿es justo que el productor de los Leopard comprometa al otro proveedor para que participe en la guerra con el envío de sus productos?

Pues eso fue exactamente lo que sucedió, entre los deseos polacos del envío de tanques a Ucrania, el desconcierto de Alemania sobre ello y el interés americano de vender sus productos a Europa, el país teutón manifestó que la demora por aprobar el envío de sus tanques o el envío de tanques Leopard de otros países estaba sujeto a que los Estados Unidos también lo haga. Y así no solo se crea que Alemania es el único comprometido con la protección o defensa de los intereses ucranianos.

Al respecto, Estados Unidos ante esta situación no tuvo otra opción que decidir el envío de 14 a 30 tanques Abrams, “que dicen que llegaría a terreno de conflicto en 4 a 6 meses”. Y los de industria alemana, entre capacitar al personal de abordo, e instruir aspectos técnicos y mecánicos, estarían listos para la acción en 4 a 6 meses; por lo que todo indica que la peor etapa de este conflicto empezaría entre junio y julio de este año. Y a pesar de esa realidad, ningún Estado procura dar una solución inmediata al conflicto, ¿qué es lo que esperan?

Ante esta situación, nos llaman la atención los siguientes aspectos: a) Ante las próximas elecciones presidenciales en EEUU, ¿el hecho de comprometer armamento bélico y envío de tanques a Ucrania pone en riesgo el apoyo norteamericano posterior a verano? b) ¿El canciller alemán ante la decisión del envío de sus Leopard y el compromiso de los EEUU de enviar los suyos dijo: “La Unión no debe dejar pasar la posibilidad de dar fin a esta guerra, y deben otros también comprometerse como nosotros lo hacemos, crean en mi”. ¿Qué quiso decir? c) Rusia, no solo está en silencio, sino que ese silencio dice mucho y cuidado sorprenda al mundo en unos meses, y para muestra las declaraciones ucranianas en sentido de confirmar la pérdida de territorio que hasta hace poco habían recuperado. d) Si bien los tanques son blindados, no son indestructibles y para destruirlos bastará seguir haciendo uso de drones, bombas, proyectiles de alto alcanza y efecto devastador etc. Lo irónico es que al menos el 85% de dichos tanques a enviar están en desuso, inutilizados y, por tanto, son menos potentes que los últimos Leopard-2. El costo de estos últimos puede alcanzar entre 4 a 6 MM cada uno, buen negocio, ¿verdad?

No vayamos a sorprendernos de que dentro de poco finalmente este conflicto concluya, y deba concluir bien sea firmando la paz o destruyendo al mundo, por tanto, esta compra de tanques de Ucrania lo único que indica es “tanques para Ucrania, desconcierto para el mundo”.

 

El autor es abogado.

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