Por: Lic. Héctor Molina
Recordemos que…
La oratoria es el arte de hablar con elocuencia; es decir, la habilidad de comunicar de un modo eficaz con la finalidad de apoyar a las personas para que puedan transmitir un mensaje de forma ordenada con el objetivo de informar, persuadir o conmover a su auditorio. De este modo, la oratoria sirve para captar la atención del receptor, seducirlo a través de un mensaje claro y conciso, y conseguir que tome decisiones o adopte una determinada posición.
Asimismo, es una habilidad muy útil para los profesionales de la comunicación; y es que el estudio de la oratoria permite aprender a expresar correctamente las ideas, logrando así que la audiencia interprete correctamente nuestro mensaje.
Características de la oratoria
Las características de la oratoria son diversas, pero dependerán del elemento del que se está trabajando o abordando. En este sentido presentamos las características desde el punto de vista del orador.
- Confianza
Este es el atributo más importante para poder hacer una presentación exitosa. Un orador que exuda confianza en sí mismo, se considera más seguro, preciso, conocedor, inteligente y agradable que un orador que tiene menos confianza en lo que está diciendo.
Es natural estar nervioso al presentarse delante de varias personas, pero para sobresalir en este arte se tiene que superar estos nervios. Si se siente un poco de nervios antes de una presentación, se debe evitarlo ya que el público nunca se conectara con este tipo de expositor.
Involucrar a la audiencia en la presentación es una de las formas de superar el miedo. La clave es practicar, practicar y practicar.
- Pasión
La pasión es un fuerte sentimiento de entusiasmo por algo. Para comunicar eficazmente tu discurso, se debe tener pasión por el tema. Si el tema no puede alegrarnos, lo más probable es que no entusiasme a la audiencia.
Sin pasión, un discurso no tiene sentido. La pasión provoca emociones que fluyen naturalmente. Las emociones mueven a una audiencia y transmiten el mensaje de manera efectiva.
Se necesita irradiar un nivel de sinceridad en las palabras y los modos de transmitirlas para mover a la audiencia. Para encontrar pasión por los temas que no nos entusiasman, se necesita investigar para encontrar cosas interesantes.
- Introspección y autoconciencia
Para ser un orador exitoso, primero se debe comprender quién se es y cuáles son nuestras cualidades más fuertes.
La mayoría de los oradores exitosos trabajan para capitalizar sus fortalezas.
- Ser uno mismo
Siempre se debe mostrar un nivel suficiente de originalidad y naturalidad, por lo que se debe evitar mostrarse como una copia. Nadie puede replicarse mejor que uno mismo.
No importa cuánto se haya ensayado para el discurso, si no se actúa de forma personal, la audiencia puede notarlo y rechazarlo. Ya que por la naturaleza de este elemento, audiencia, es fácil para ellos percibir que ideas que no son propias por la forma en la que se presentan.
La autenticidad es muy importante y va de la mano con la credibilidad percibida de lo que sea que se esté presentando.
- Compromiso con tu audiencia
Un buen discurso debe ser de naturaleza conversacional. Debe involucrar a la audiencia tanto como sea posible. Esto ayuda a eliminar el elemento de aburrimiento. Asegura que el público no esté enfocado a otra actividad mientras se expone o diserta.
Entre las mejores formas de conectarte con la audiencia se encuentran:
- Contar historias
- Estar consciente y responder al público objetivo
- Conoce y manejar la energía en la habitación
- Trabaja un lenguaje corporal apropiado y motivador
