Según “What a Waste 2.0”, reporte del Banco Mundial, en el mundo se generan 2.010 millones de toneladas de residuos sólidos municipales al año, que están ahogando los mares, lagos y ríos, causando enfermedades y provocando inundaciones. Y los pronósticos no son alentadores, pues se estima que para el año 2050 la cifra se elevaría a 3.400 millones de toneladas de residuos sólidos.
Para encarar el problema de la basura no solo en la ciudad de La Paz, sino también en El Alto y el resto de los centros urbanos del país, no solo necesitamos industrializar los desechos sólidos, sino también educar a la población para, todos juntos, poner en práctica la conocida Regla de las 3R, sugerida por entidades ambientalistas.
La Regla de las 3R es: Reciclar, Reutilizar y Reducir, las tres palabras que buscan cambiar los hábitos de la población hacia prácticas más amigables con el medio ambiente, que se traduzcan en reducir la cantidad de basura que se genera cada día en el mundo entero. Si la Regla de las 3R se aplica a conciencia, se pueden registrar grandes cambios.
Las cifras de la basura en Bolivia también están aumentando. Según el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, en 2016 Bolivia generaba unos 2 millones de toneladas de residuos sólidos al año, lo que significa 5.400 toneladas al día. Y, según el INE (2017), más del 70% provenían exclusivamente de las 9 ciudades capitales y El Alto.
El informe de “The global e-waste monitor 2017” sostiene que Bolivia genera 3,3 kg de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) por habitante, que al año se transforman en 36.400 toneladas de RAEE.
A mediados de enero de 2019, France 24 informaba que “La Paz nada entre basuras” mientras se buscaba soluciones para la crisis ambiental generada por el derrame de residuos en el botadero de Alpacoma. Los residentes de este municipio impedían el ingreso de los camiones con basura a este botadero, evitando que se deposite más basura en el lugar. Problemas como éste, en el que vecinos u organizaciones sindicales, con una amplia variedad de motivos, cierran el paso al ingreso de los camiones con basura a los botaderos habilitados en los centros urbanos, generan riesgos de salud y otros problemas a los habitantes de las ciudades.
Un editorial de EL DIARIO, de fines del año pasado, decía “pueblos pequeños y grandes ciudades confrontan el grave problema de ver montañas de desperdicios que esperan ser enterrados en lugares conseguidos con mucha dificultad. Municipios y especialmente crematorios para escoger, convertir en abonos y quemar basura no dan abasto porque la cantidad de restos excede su capacidad”.
A mediados del mes pasado, el alcalde Iván Arias anunció que este 2023 será el año del “súper proyecto” de la industrialización de residuos sólidos en La Paz, a través de una licitación internacional que permitirá adjudicar la implementación de una planta de reciclaje vía concesión.
“Este es el año del ‘súper proyecto’ de reciclaje de basura, vamos a lanzar una convocatoria pública nacional e internacional, donde buscamos pasar del botadero al relleno y del relleno a la industrialización. Es un proyecto de más de 20 millones de dólares, que va ser un concurso internacional”, explicó Arias.
El 16 de julio del año pasado, la Alcaldía paceña lanzó la licitación para la industrialización de la basura, pero quedó desierta. Las empresas no consideraron atractiva la propuesta municipal y ahora la comuna prepara una nueva convocatoria. El burgomaestre tiene tres años para arrancar con este proyecto antes de que el relleno sanitario de Sak’a Churu llegue al 100% de su capacidad. El Alcalde espera que el sector privado compita, crea e invierta en La Paz
Alberto Cottoulenc, miembro del Partido Verde Ecologista de México, dice con claridad que “la privatización de la basura es ya una tendencia mundial, lo mismo se puede ver en Brasil, Nicaragua, Estados Unidos, España y la India”, y por eso la industrialización de la recolección de la basura por parte de la iniciativa privada, es una alternativa ecológica que tiene el Distrito Federal frente al inminente cierre del Bordo Poniente, el tiradero más grande de América Latina.
Esperamos que el municipio paceño haga las modificaciones necesarias a su licitación, para hacer más atractiva la participación privada en este proyecto que demandará una inversión de unos 25 millones de dólares.
El autor es Economista, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales, Académico de Número de la ABCE y presidente del Directorio de la UREAL.