viernes, abril 26, 2024
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El discurso y su estructura para un mejor desarrollo de aprendizaje

La contraargumentación dentro del discurso

Es un proceso de argumentación enfocada a replicar o responder algo ya emitido, este tiene exactamente los mismos elementos observados en el desarrollo de la argumentación, con la excepción de que debe nacer de la réplica sobre la tesis planteada anteriormente; es decir, es la oposición total o parcial a un argumento manifestado.

Gracias a la contraargumentación se genera las técnicas grupales de debate, caso contrario únicamente se trataría de técnicas expositivas.

Una manera de replicar a un argumento es ofrecer el principio inferencial o garantía que supuestamente hace de lo aducido una razón para la conclusión, y que por tanto autoriza a pasar de las premisas a la conclusión. Toulmin (2003) caracteriza las garantías como “enunciados hipotéticos generales que pueden servir como puentes y autorizar el tipo de paso con el que nos compromete el argumento ofrecido”. Podemos decir por ello que hay tres maneras principales de atacar un argumento: cuestionando alguna de sus premisas, cuestionando su garantía o cuestionando su conclusión.

Contraargumentar no es simplemente cuestionar alguno de los componentes de un argumento, sino dar razones para rechazar su pretendida validez. Así, se puede argumentar que alguna de las premisas no es verdadera, que la garantía no es válida o que no es aplicable al caso considerado, o que la conclusión es falsa.

Tipos principales de contraargumentos

Objeción

Este tipo de contraargumento deja por establecido un argumento que concluye que las premisas de otro argumento son falsas o dudosas. Así sucede, por ejemplo, cuando una conclusión determinada es contraria o contradictoria con alguna de las premisas de argumento anterior. El efecto de una objeción es dejar en suspenso la conclusión del argumento criticado.

Recusación

Se pueden distinguir tres variedades de la recusación:

Primero, una recusación de principio, la cual alega que la garantía expuesta no es una regla válida, y por tanto el paso de las premisas a la conclusión no está justificado.

Segundo, una excepción, en la que se comprueba que aunque la garantía manifestada es una regla válida, no se aplica en ese caso porque concurre alguna circunstancia excepcional.

Finalmente, una reserva, la que identifica circunstancias en las que la inferencia es cuestionable, razones para dudar de su oportunidad.

Refutación

También se pueden observar tres formas de refutación; las cuales serán asociadas con las frases, a manera de silogismos: A pero B, A aunque B, y A pero también B:

Cuando alguien dice A pero B, a menudo da a entender lo siguiente:

* Que acepta A.
* Que acepta B.
* Que A es una razón para C.
* Que B es una razón para una conclusión C’ incompatible con C.
* Y que, en esa situación, B es una razón de más peso que A.

De esta manera, al decir A pero B se invita al destinario a inferir C’. Cuando suceda así, diré que el argumento B por tanto C’ es una refutación contradicente del argumento A por tanto C. Adviértase que en una refutación no se llega a la conclusión C’ directamente desde B, sino a través de una ponderación de razones opuestas.

Por eso la refutación comporta siempre un ejercicio de ponderación. Por ponderación hay que entender la acción de sopesar o determinar el peso relativo de dos argumentos.

Cuando alguien dice A aunque B suele dar a entender que B es insuficiente para rebatir el argumento A por tanto C, de manera que la conclusión, tras la ponderación de A y B, sigue siendo C. Algunos piensan que aunque el contraargumento B por tanto C’ no tiene la fuerza requerida para rebatir al argumento A por tanto C, lo debilita en algún sentido. Estaríamos entonces ante lo que Pollock (2010) llama un “atenuante”; es decir, que disminuye la gravedad o la intensidad de una cosa.

Al decir A pero también B se adquieren compromisos similares a los de los dos casos anteriores, pero se da a entender que las razones opuestas manifestadas tienen el mismo o parecido peso. Si es una respuesta al argumento A por tanto C, A pero también B busca dejar en suspenso la inferencia de C a partir de A.

La contraargumentación sigue un procedimiento que busca la mayor efectividad al menor sacrificio cognoscitivo. Por eso la objeción tiene prioridad sobre la recusación; y estas, sobre la refutación.

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