Por: Equipo editor
Debe ofrecerse a la mujer embarazada una educación integral que conlleve no solamente conocimientos anatómicos y biológicos sobre el proceso de embarazo, sino también contribuir a fortalecer su autoestima, su autocontrol, su automotivación, su empatía y sus relaciones sociales y espirituales que establezca con ella misma y con las demás personas, incluyendo a la persona que está en su interior.
Es muy importante comprender que la vida emocional de la una futura madre tiene como reflejo la vida emocional del futuro bebé. Por ello, sus habilidades cognoscitivas, emocionales, sociales y espirituales fortalecidas la sitúan en un plano de ser una verdadera protagonista y no una simple espectadora del proceso que vive durante su embarazo.
En este sentido, está bastante claro que la inteligencia emocional durante el embarazo es aquella que permite y facilita, en una mujer embarazada, identificar sus emociones para poder controlarlas; esta tarea cobra amplia relevancia y utilidad en esta etapa de la vida, dado que los cambios hormonales del embarazo hacen que las emociones incrementen sus naturaleza y se conviertan en bucle de emociones, valga la expresión.
Desde el momento de la concepción el cuerpo y la mente de una mujer se preparan para la gestación, así como para la futura maternidad. Esto supone una lluvia inmensa de sentimientos contradictorios; pudiendo ser emociones positivas como el amor, el deseo, la amistad o el respeto; al igual que emociones negativas como la tristeza, el temor, el miedo o el rechazo, que desembocan en algunos cambios de humor que muy pocos entienden.
De tal manera, se hace necesario hacerle frente a este torrente de emociones. Esta idea de trabajar la unión del desarrollo emocional, conductual y cognitivo; es decir, el desarrollo integral es una tarea fundamental aunque muchas veces algo ignorada o dada por sentada.
¿Cómo afecta el estado emocional de la madre al bebé?
Existen diferentes estudios que demuestran que le estado emocional de la madre durante el embarazo, afecta a largo plazo a la salud mental y desarrollo sano del futuro bebé.
Los cambios físicos, psíquicos y sociales que vive la mujer embarazada, generan más o menos ansiedad en ella dependiendo del proceso social y cultural en que se educó, de su conocimiento sobre el proceso qué está viviendo, de las características de su personalidad, de su coeficiente intelectual y su coeficiente emocional, de sus relaciones de convivencia dentro de la familia y la sociedad en general, de las presiones laborales, de las presiones económicas, de su salud física, de su deseo de querer o no tener a su hijo o hija.
La depresión, ansiedad o niveles altos de estrés en la madre, así como las emociones negativas continuadas, hacen que la madre segregue hormonas que pueden ser toxicas para el desarrollo del bebé, como el cortisol. Estas hormonas pasan a la placenta y llegan al feto, pudiendo afectar al desarrollo de su sistema nervioso. De este modo pueden influir en el coeficiente intelectual y predisponer a determinados problemas o trastornos como la hiperactividad, déficit de atención, falta de memoria, tendencia a ansiedad y depresión, etc.
Durante la gestación se produce el desarrollo del sistema nervioso, cuando estas sustancias llegan al feto y alcanzan su sistema nervioso, influyen en el desarrollo del mismo. Y como consecuencia afectan a su funcionamiento futuro.
Es por eso que se hace necesario que la mujer busque ayuda complementaria que la apoye para convivir con este ser humano en la sociedad y poder fortalecer su autonomía, su autoestima, su autocontrol, su automotivación, sus habilidades sociales y espirituales.
Consejos para trabajar la inteligencia emocional durante el embarazo
- Evitar juzgarse. No es que no importe cómo se sienta una mujer embarazada, sino entender que lo primero es reconocer ese “estado”, de que está embarazada. Por ello no se debe juzgar por estar o sentirse triste o culpable; de igual forma no es bueno realizar comparaciones con otras mujeres, simplemente porque parece que llevan el embarazo de mejor manea o con variada actitud. La verdad es que solo ellas saben cómo se sienten día a día y cada persona es un mundo.
- Mantener y potencializar la autoestima. Es necesario mejorar el autoestima durante el embarazo, cuanto más se quiera una persona a sí misma menos le afectará la revolución emocional propia del embarazo.
- No reprimir nuestras emociones. Los sentimientos tienen una función específica para la supervivencia. Por ello no se debe caer en el error de tratar de controlar lo que se siente en todo momento. Esa actitud es un extremo negativo del autocontrol, por lo mismo no es útil; muchas veces es mejor dejar que las emociones fluyan y cumplan su cometido y ciclo.
- Practicar la empatía hacia sí misma. Esto te ayudará a reaccionar mejor ante las emociones propias del embarazo.
- Auto motivarse. Para ello es bueno realizar actividades que nos llenen o satisfagan. De igual forma un acierto es compartir las experiencias personales con otras mujeres, por lo que es conveniente asistir a talleres sobre maternidad, practicar yoga y meditación; en sí, huir del sedentarismo para evitar dar paso a emociones no deseadas.
- Predisponer o preparar el cuerpo y la mente para la maternidad.Es fundamental que una futura mamá se prepare para los cambios que acompañan al embarazo, parto y maternidad. Siempre ayudará en este punto el practicar algún ejercicio moderado que ayude a reforzar la musculatura y evite ganar demasiado peso. Asimismo, tomar conciencia de los estados de ánimo personales y los cambios por los que se atraviesa.
- Reconocer y aceptar los límites y recursos personales.Durante el embarazo habrá muchas cosas que antes se hacía y ahora no, es importante saberlo y no preocuparse por ello. Además es bueno tomar conciencia de que después del parto poco a poco se podrá ir volviendo a estas actividades habituales que se disfrutaban. De la misma manera conocer los propios recursos es fundamental, es bueno apoyarse en ellos. Y buscar apoyo cuando sea necesario.
- No ser individualista. Aunque no es poco frecuente que muchas mujeres atraviesan por el embarazo solas por diferentes aspectos, la mayoría de las futuras madres no están solas; por ello es necesario entender que la madre es la que lleva el bebé dentro, pero no debe pasar el embarazo sola. Es fundamental la implicación de los papás y de otros familiares o amistades.
- Procurar un estilo de vida saludable. Para esto es importante cuidar la alimentación, el descanso suficiente y no alejarse mucho de la actividad física, claro que la misma debe ser más relajada y moderada como paseos y yoga.
- Evitar personas y situaciones que causen malestar.
- Reír con frecuencia.La risa ayuda a mantener un estado de ánimo positivo.
- Mantener contacto fluido con los especialistas. Ante síntomas ansiosos o depresivos que sean continuados y persistentes, se debe consultar con un médico o un especialista.
