sábado, abril 27, 2024
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Cosmovisión Plurinacional de Bolivia El hombre y el cosmos

Segunda Parte

Por: Equipo editor

  1. Región Amazónica

Una tercera parte del territorio de Bolivia es amazonia, región más aislada del país, su acceso y falta de comunicación ha conservado en los grupos étnicos, inalteración de sus conocimientos tradicionales. Sin embargo, la presencia colonial trabajo por muchos años con las misiones franciscanas y jesuíticas la imposición de la fe, dejó varios grupos absorbidos en estancias y misiones donde sincretizaron (fusionaron y combinaron) sus tradiciones con las manifestaciones culturales renacentistas enseñadas por la iglesia, generando nuevas formas culturales, difundidas por todo el territorio amazónico.

En la región amazónica viven el mayor número de naciones indígenas de Bolivia, aunque con una baja densidad demográfica, según datos del Censo de Población y Vivienda del año 2001, menos del 4 % del total de la población indígena boliviana vive en tierras bajas y en especial en la Amazonía.

2.1 La concepción del hombre en relación al cosmos

Herederas de grandes culturas hidráulicas, las naciones indígenas de esa región no fueron el centro de la organización de la dominación durante la Colonia, por lo que se puede decir que constituyeron parte de la difusa frontera colonial. Es así, que las instituciones de dominación colonial tanto de tierras como de fuerza de trabajo que transformaron la economía y la sociedad en los valles y el altiplano, tuvieron una presencia marginal en la Amazonía, que fue considerada como una “frontera”. Sin embargo, la institución que sí asumió el trabajo de reclutamiento e intermitente dominación escurridiza sobre las naciones indígenas amazónicas fue la Iglesia Católica, a través de las “reducciones” de los jesuitas y luego recoletos y franciscanos.

Los jesuitas lograron captar pueblos en toda la Chiquitanía (chiquitanos), en Moxos (moxeños, trinitarios, yuracarés, etc.), y también en el Chaco, pero de forma discontinua entre lo que hoy es Bolivia y Paraguay.

2.2 Historia

En 1767, la corona española expulsó a las misiones jesuíticas que recién en 1830 fueron parcialmente sustituidas por las franciscanas con su presencia en la frontera amazónica. Las reducciones eran auténticas ciudadelas artesanales construidas para concentrar a la población indígena que era perseguida en los bosques “cargada de amarras y llevada así a las misiones, a menudo hasta Concepción o Santiago de Chiquitos”.

Si bien las misiones no pudieron controlar el territorio amazónico, sus riquezas naturales o su organización social, sí lograron cambiar de forma permanente la organización política, espiritual y económica de una gran cantidad de naciones indígenas nómadas.

La anulación de las autoridades religiosas tradicionales, la institución del cabildo y el gradual sedentarismo de los pueblos amazónicos precisamente encuentran su punto de partida en las misiones.

2.3 Las naciones y cosmovisiones en el territorio amazónico

El territorio amazónico es uno de los más extensos de nuestro Estado Plurinacional, y en él se han distribuido un gran número de naciones e identidades culturales, 29 de las 36 etnias reconocidas por la CPE habitan esta región, sin embargo, su densidad poblacional es una de las más bajas, por lo que son vulnerables a los abusos de las empresas transnacionales y ONGs que muchas veces vulneran sus derechos y explotan sus recursos obligándolos a migraciones forzadas por la pérdida de su territorio.

La cosmovisión de las naciones del territorio amazónico presenta una interesante variedad de formas, que por la presencia de la iglesia se viene olvidando, reemplazándose la concepción tradicional del cosmos por la concepción bíblica y monoteísta de las misiones Franciscanas y Jesuitas.

3 Las naciones y cosmovisiones en el territorio del Chaco

Es una región semiárida y semihúmeda de una superficie de 127.755 km² que se distribuyen al sur de Santa Cruz y al este de Tarija y Chuquisaca, con poca presencia de población, destacando la Nación Guaraní como la de mayor número, con la principal característica, de que en sus ciclos migrativos no reconocían las fronteras de la República de Bolivia, todavía no definidas para estas etnias, quienes muchas veces continúan migrando hacia el chaco paraguayo y argentino.

 

El clima de la región del Chaco ha hecho que históricamente tenga emergencias por sequías o inundaciones, una situación que influye de manera negativa en su sistema productivo. Pero en la última década los periodos de sequía han sido más largos y más intensos afectando la producción ganadera de la región, fenómenos temporales como el niño influyen drásticamente en su clima.

Esta región fue el escenario de la última guerra por territorios que tuvo lugar en Sudamérica de 1932 a 1935, la Guerra del Chaco, se convirtió en un conflicto bélico entre Bolivia y el Paraguay, por la riqueza de sus recursos naturales, importantes hoy en día en la economía de nuestro país.

3.1 La concepción del hombre en relación al cosmos

La población rural de esta región es poblada en su mayoría por ganaderos y pequeños agricultores. El hombre es la concepción del trabajo y la producción de la naturaleza para embellecerla adornándola con el esfuerzo y trabajo del ser humano que lucha por conservar su territorio.

Según sus creencias, los hombres fueron creados para servir a los dioses. Pero, estos también servían a los hombres y los protegían para evitar su extinción. Por ejemplo, los guaraníes tuvieron una serie de dioses llamados “Poras” encargados de cuidar los frutos del monte, otros protegían las aguas como el “Hi yará” o dios de los esteros. Lo que sobrevivió hasta nuestros días es la creencia que un dios maligno llamado “Karay” bajó a la tierra para castigar a quienes no cumplieron sus órdenes.

3.2 Las naciones y cosmovisiones en el territorio Chaqueño

Los pueblos nativos que continúan viviendo en la zona conservan sus tradiciones e idioma, especialmente los Guaraníes, Tapiete y Weenhayek que se integran al entorno natural de esta región.

En su mayoría eran politeístas, como la mayoría de las naciones indígenas pobladoras del territorio americano antes de la llegada de los españoles.

Tenían divinidades superiores, como “Ñanderú Tenondé” o “Ñanderú Guazú” y otro grupo de dioses inferiores como “Tupá”, al que los jesuitas confundieron como el Dios Primero.

Los guaraníes poseían, en las épocas que Sebastián Gaboto recorrió estas latitudes, pequeñas plantaciones donde cultivaban mandioca, maíz, zapallo, porotos, calabazas y maní. Con la llegada de los jesuitas, esta población perfeccionó sus técnicas llegando a conservar productos de tierra para el “Dios” y para “la Iglesia”.

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