La caída de las importaciones de bienes de capital muestran un panorama incierto para la actividad productiva del país, situación que obedece a la escasez de dólares y la crisis económica que se agudizaron sin que el modelo económico cambie. Bolivia va camino a una menor producción y menor oferta de alimentos para el mercado interno, de acuerdo a un análisis de economistas.
A pesar de las declaraciones del presidente Luis Arce, que la economía va bien; sin embargo, el modelo económico va por los créditos, debido a la falta de dólares, cuya situación ya afecta al comercio exterior del país.
Una clara muestra de ello son los datos que presenta el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el comercio exterior, en el cual se registra un déficit de más de 500 millones de dólares, así como una caída en las compras de bienes de capital en 2023, en comparación con 2022.
El 2022 se importó bienes de capital por valor de 2.024 millones de dólares, pero en 2023 la cifra muestra una caída al alcanzar sólo a 1.992 millones. La explicación podría ser por la falta de dólares o que la economía no se recupera a la fecha.
Recientemente en las redes sociales muestran una empresa, que con muchos años en el mercado, ha quebrado, y la deuda social es alta con los trabajadores. Culpan al modelo, que en vez de apoyar a los emprendimientos privados se dedican a crear empresas para generar empleos para su militancia, pero no son competitivos.
Frente a los datos que arroja la caída en las importaciones de bienes de capital, el empresario Samuel Doria Medina escribió en X @SDoriaMedina: “La falta de dólares se ha hecho crónica y continuará hasta que haya un cambio de modelo. La economía se adapta a esta situación reduciendo las importaciones. Como una parte importante de ellas son importaciones de bienes de capital (maquinarias) se trata de una salida claramente recesiva. Estas importaciones han caído en 36%. Se está comprometiendo el crecimiento de los años que vienen. El cambio no puede esperar”.
Mientras que para el economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, el dato da lugar a una caída de la inversión que provoca mayor incertidumbre y un aumento de la deuda a los proveedores, tanto público como privado.
“Son dos los hechos relevantes que señala la nota (sobre la caída de las importaciones de bienes de capital). El primero tiene que ver con la caída de la inversión, que viene de la mano de una mayor incertidumbre y el deterioro del entorno de negocios a causa de la negación de la crisis (que lleva a evitar medidas que estabilicen la economía y permitan tomar decisiones a largo plazo). La consecuencia de eso será menor crecimiento porque el mercado laboral enfrentará peores condiciones que las que tenemos hoy”, escribió en X @g_espinoza.
El segundo elemento es la deuda con proveedores. A pesar de un acuerdo entre empresarios y Gobierno (que, insisto, fue hecho solo para favorecer al Gobierno), no se han solucionado los problemas estructurales que llevan a la menor disponibilidad de divisas para pagar insumos, materias primas y equipos, por lo que el sector privado enfrentará problemas para poder producir en el país. Esos retrasos en los pagos generan costos adicionales, además de una pérdida de confianza de los proveedores respecto de sus clientes bolivianos, complementó.
“El daño que hace el Gobierno, apoyado por algunos operadores y lobistas de intereses muy particulares, es enorme”, aseguró.
Mientras el economista Antonio Saravia, en su cuenta de la red social X, señala que salga ahora el Presidente a decir que nuestra economía tiene una buena espalda, que salga el ministro a decir que todo va bien y la crisis solo está en la mente de los opinadores.
La caída de un 36% de importaciones de bienes de capital es una clara muestra de la profunda crisis económica que registra el país, no podemos (importar) porque no tenemos dólares, ya que el Gobierno se comió las Reservas Internacionales desde el 2014, y hoy no se tiene la divisa estadounidense.
“No se puede pagar bienes de capital ni a proveedores de diésel y gasolina, si no hay combustible no habrá producción y si no hay producción no habrá comida”, sentenció Saravia, a tiempo de indicar que sólo el liberalismo puede cambiar la profunda crisis económica en la que vive el país.
En su momento, el economista Gonzalo Chávez dijo, en sus redes sociales, que hay partir por reconocer la crisis y luego reducir el gasto insulso, en especial para las industrias que anuncian las autoridades, de lo contrario la situación va empeorar.
