Problemas no resueltos del transporte urbano

Como se conoce, en la ciudad de Oruro hace poco hubo enfrentamientos violentos entre choferes, juntas vecinales, universitarios y otros, por la elevación del precio en los pasajes del transporte público. Luego de una mesa de trabajo entre autoridades municipales y representantes de los transportistas, se acordó un incremento de 20 centavos para universitarios y de 30 centavos en el pasaje para adultos, manteniéndose las tarifas para niños y ancianos. Días después, por tal medida en un cabildo se pidió la revocatoria del alcalde y la renuncia de un concejal que representa al sector transportista.
También en Santa Cruz dirigentes del transporte público anunciaron que pedirían un aumento en el precio del pasaje, debido al encarecimiento de insumos y repuestos para los motorizados. Por su parte, la Confederación Nacional de Choferes ha solicitado a sus afiliados presentar estudios de costos a las alcaldías para justificar esas demandas. Se aduce que el costo de los insumos para el transporte aumentó en más del 200% desde hace más de diez años, mientras el precio del pasaje se mantiene en dos bolivianos.
Al respecto, autoridades nacionales han afirmado que corresponde a los municipios fijar el costo de los pasajes y que se mantiene la subvención a combustibles para el transporte urbano. Por ello el asunto está en manos de los municipios, por lo que, en mesas de trabajo serán tomadas las determinaciones. Lo cierto es que demandas como la del sector del transporte son consecuencia del deterioro de la economía nacional, con efectos perjudiciales como la subida de precios de alimentos e insumos y la falta de dólares.
En cuanto al servicio de transporte en la ciudad de La Paz, en el año 2021, en reuniones entre sectores de choferes y autoridades municipales, fueron identificados 300 problemas, por lo que la ampliación y cambio de rutas debía ser el primer problema a ser debatido, para proceder a un reordenamiento. Sin embargo, hasta hoy siguen problemas como el ingreso de miles de vehículos de transporte interciudad que llegan a nuestra ciudad, aunque con tributación mínima para el municipio, la consolidación del trameaje, inclusive partiendo desde el centro urbano, el tránsito de motorizados añejos o reacondicionados a la fuerza para aumentar asientos, el mal trato de muchos choferes a los usuarios, etc., etc.
Como las autoridades nacionales han declarado que corresponde a las alcaldías hacer estudios para responder a las demandas de los transportistas, se percibe que el anhelado mejoramiento de este servicio público es algo lejano, por lo que los usuarios no dejan de pedir mejoras, considerando que no es gratuito, antes de aceptar cualquier elevación de tarifas.