¿El maestro enseña o educa?

El maestro y la familia juegan roles muy importantes en nuestra sociedad, más aún en la formación de los niños. Al hablar de educación, se la considera como desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas, de acuerdo con las normas de convivencia de la sociedad a la que éstas pertenecen. La enseñanza, por lo contrario, es la acción o efecto de adoctrinar, instruir con reglas o preceptos. Es decir que los maestros están formados para transmitir valores, conocimientos, reflexiones, etc., para formar niños (as) de bien y descubrir en ellos potencialidades y capacidades que tiene cada uno de ellos. Esto implica un trabajo mancomunado con todos los actores educativos, incluyendo padres de familia.
En ese sentido, un maestro educa, pero también enseña. Enseña desde el punto de vista que tiene como maestro. Por otro lado, los padres de familia tienen un rol primordial, al educar a sus hijos con amor y respeto a valores que también en la escuela se enseña. Por lo tanto, se debe exhortar a los padres de familia que pongan atención a cómo educan a los hijos, porque ahora se observa un cierto miedo a decirle ¡eso no es correcto! Tienen miedo a levantar la mano y darle una nalgada al hijo, porque hay susceptibilidad de que vuelva a cometer el mismo error. De cierta manera, en una familia se debe priorizar la comunicación entre padres e hijos, generando confianza, basada siempre en amor y respeto.
Hoy se observa que algunos padres de familia se sienten con cierto poder para reprimir a un maestro, dando la razón al niño y demostrando un acto agresivo, sin precedentes. Un acto en el que los padres de familia están cometiendo un error, al no poder corregir a sus hijos a tiempo. Como padre de familia se debe estar al tanto de cómo el niño va desarrollando su formación en valores morales y éticos.
Un maestro sí educa y fortalece la educación que tiene un niño en casa, pero también tiene que enseñar contenidos de la currícula, porque es quien tiene las bases y estrategias de cómo enseñar a los pequeños. Cada familia debe tener hijos educados con base en valores. Y es que ellos deben crecer en una familia con amor y armonía, siendo llevados de la mano y sobre todo siendo corregidos.
Asimismo, es importante promover una comunicación afectiva entre padre, hijos y maestros, porque a raíz de esto se genera una mejor educación en bienestar de la sociedad. En los niños hay mayor repercusión y mejores resultados mediante una comunicación interactiva, promoviendo más sus habilidades y capacidades personales. Esto ayuda mucho no solo en la familia, sino también toda la comunidad educativa.
En conclusión, en nuestra realidad educativa el ser maestro no es una profesión valorada, ya que poco a poco se fue perdiendo el respeto y el buen juicio de valor. Ahora quien tiene toda la culpa por las bajas calificaciones es el docente, o porque la maestra no le cae bien. En fin, viendo la realidad en aula, si el niño se porta mal, pues el maestro busca las estrategias para corregirlo. Pero si el niño se porta mal en casa, tienen que actuar los padres de familia, porque son los responsables de educarlos para que en el futuro tengamos ciudadanos de bien, formados sobre la base de valores en una sociedad armoniosa.