Reflexiones sobre el conflicto entre Israel y Palestina

Hablar sobre el conflicto de Israel y Palestina es algo muy delicado, se trata de un problema que tiene un origen muy antiguo y complejo. Sin embargo, debemos hablar del desenvolvimiento del conflicto y cuáles están siendo sus principales repercusiones políticas.
La guerra entre Palestina (y otros países árabes) e Israel, por lo general siempre tiene el mismo resultado, un triunfo significativo del Estado Judío. Pero además de estos triunfos bélicos, estamos hablando de logros conseguidos en un periodo de tiempo muy corto, lo cual muestra el poderío del Estado israelí.
Palestina contó al principio con el apoyo de muchos otros países árabes que se negaron o se niegan a reconocer el Estado de Israel. Empero, después de múltiples conflictos, Israel fue afianzándose en la región y logró finalmente imponerse a los ataques de los países árabes. Tanto es así, que muchos países árabes, como Egipto, terminaron reconociendo al Estado de Israel, en detrimento de Palestina.
Israel pudo progresar de tal forma, que hasta los países más radicales y fuertes de la región mejoraron sus relaciones con este Estado, tal es el caso de Arabia Saudita y Qatar.
En el año pasado, la nefasta administración Biden estuvo a punto de lograr algo muy importante para la región del Medio Oriente. Estados Unidos buscó un acuerdo entre Israel y Arabia Saudita, dos de sus grandes aliados en la región. Este convenio significaría un golpe sobre la mesa en la región y tendría como principal afectado al Estado islámico de Irán. Si se hubiera llegado a concretar este acuerdo, significaría el fin de las fuertes tensiones árabes-israelíes y pondría a Israel en una posición de privilegio regional nunca antes conocida; podría haber significado por fin la paz en el Medio Oriente y una fuerte influencia por parte de Estados Unidos en la región.
Con el estallido del conflicto tras los ataques de Hamás, todo este avance se vio congelado, sellando el fracaso total de Biden y su administración. Hoy Arabia Saudita ha mostrado una postura más “cautelosa” con Israel y está condicionando sus relaciones con este Estado dependiendo del “avance” del conflicto. La última postura de Riad es que Israel cese los ataques y, para que exista un reconocimiento saudí al Estado de Israel, antes se debe reconocer al Estado de Palestina, un durísimo golpe, ya que muestra que actualmente todo está en un punto muerto.
En términos geopolíticos, a Israel este conflicto le está saliendo demasiado caro, pero también en otros sectores. Por ejemplo, en el bélico, antes Israel terminaba estos enfrentamientos de manera rápida y letal, ahora se encuentra con ciertas dificultades. La “guerra” se está alargando demasiado. La idea israelí pasa por acabar con Hamás de una vez por todas, algo que está en proceso, pero que está siendo demasiado tardío, algo impresionante para un Estado tan fuerte como Israel.
Respecto a su imagen internacional, nunca antes Israel había tenido tantos detractores, hoy se acusa a este Estado de genocida. Tanto es así que ha habido múltiples protestas mundiales pro Palestina, mostrando su rechazo a las acciones israelitas. Queda claro que la política de “victoria total” adoptada por Israel, le está saliendo muy cara, se han violado múltiples derechos humanos, pero en épocas de guerra estamos en situaciones extraordinarias, es un caso muy delicado.
Este conflicto le está costando muy caro a Israel, tanto en términos bélicos como geopolíticos. La tardanza en la resolución de la guerra está mostrando las falencias del Estado judío y sus “vecinos” son cada vez más hostiles. Debemos estar prevenidos si es que Irán decide entrar en el conflicto, pues sería un punto sin retorno.
El lado bueno para el Estado israelí es que sigue contando con el apoyo de la mayoría de occidente, empero queda claro que esta guerra le está costando muy caro.