Por: María Hernández Vera
Tener alguien enfermo en la familia, suele ser agotador y preocupante. La angustia se incrementa cuando el paciente debe permanecer en casa. Por un lado se busca cuidar de su salud y por otro, se trata de evitar que las bacterias o los gérmenes afecten a más miembros de la familia. Lo importante es saber cómo limpiar tu casa cuando hay alguien enfermo.
Hay que dejar en claro que sin importar si algún miembro de la familia está enfermo o no, lo mejor es mantener una rutina de limpieza. Así se evita la proliferación de bacterias y otros agentes contaminantes. Considera que seguir cierto ritual de higiene disminuye el riesgo de infección.
Cada cuánto debes limpiar la casa
Si hay alguien enfermo en casa, se recomienda limpiar 1 vez al día (como mínimo) para eliminar el rastro de cualquier agente infeccioso. En cualquier otro momento, se sugiere limpiar cada 4 días o una semana máximo.
Se deben limpiar las superficies, las manijas de las puertas, mesas, sillas e interruptores de luz. En general debe limpiarse cualquier zona que esté en contacto con cualquier persona de la casa.
Por dónde debes empezar la limpieza
Lo primero que debes limpiar son los objetos de contacto frecuente. Eso significa: perillas de las puertas, control remoto, llaves de agua, utensilios de cocina, manija del refrigerador o teléfono. La mayoría de los gérmenes suelen vivir alrededor de 48 horas.
La ropa de cama y las toallas también deben ser lavadas con frecuencia para evitar que las bacterias se queden ahí. Lava con jabón y agua caliente y deja que se sequen por completo antes de guardarlos. Lo mismo debe hacerse con los trapos de cocina, pues tienen gran cantidad de gérmenes y bacterias.
Al respecto, la Universidad de Arizona, encontró que 90% de las toallas de baño tienen bacterias coliformes (bacteria que contamina agua y alimentos) y 14% contiene E.coli (se encuentra en agua o alimentos contaminados).
Es importante que todo lo que esté en la habitación de la persona enferma, sea limpiado de manera constante para eliminar los gérmenes.
El lavado de manos es primordial
Además de limpiar la casa de manera minuciosa, el lavado de manos es clave para evitar el contagio de muchas enfermedades. Recuerda que el contacto físico es la forma más común de contagio. Por ende, si te agarras la nariz, la boca, al estornudar, toser o luego de saludar a alguien, lávate bien las manos.
Otros cuidados
Es recomendable que los ambientes de la casa tengan buena ventilación. Evita mezclar algunos productos para prevenir alguna reacción que pueda poner en peligro tu salud. Siempre lee de manera previa las instrucciones para usar las cantidades correctas.
En el caso de las pertenencias de la persona enferma, todas sus cosas deben ser lavadas de manera frecuente y aparte para evitar que las bacterias o los gérmenes se propaguen.