domingo, abril 28, 2024
InicioNuevos HorizontesVariación lingüística y su importancia en la sociedad

Variación lingüística y su importancia en la sociedad

Variedades lingüísticas diastráticas o socioculturales

Si la lengua varía de una geografía a otra, también es cierto que lo hace en una misma ubicación, pero dependiendo de los sectores sociales a los que se refiera, dado que no todo el que vive en una misma región, por ejemplo, habla de manera idéntica.

En esto último influyen factores como la clase social y el nivel educativo, la procedencia étnica, la profesión o la pertenencia a determinados circuitos sociales específicos. Así, a cada una de dichas variantes se las puede considerar un sociolecto, o sea, una forma específica de hablar de un circuito social o un grupo estipulado.

Estos sociolectos suelen diferenciarse bastante entre sí, aunque siempre se hallan inscritos de alguna forma en la variante regional del idioma; es decir, son compartimientos dentro de la variante geográfica, que se refieren a un área muy específica y local de la sociedad. Por ejemplo, una tribu urbana puede manejar su sociolecto, o lo puede hacer también la clase popular, o incluso la comunidad carcelaria, eso que se llama “la jerga delincuencial”.

En este sentido, las diferencias lingüísticas entre hablantes de distinto nivel social se dan, en general, por su diferente grado de instrucción. Se debe enfatizar que es un error considerar que el nivel de lengua de un hablante depende de su posición económica. Y se debe dejar en claro que una buena educación, un gusto por la lectura y por diversiones en las que se fortalezcan los hábitos de hablar, escribir y escuchar hacen posible que las personas sean capaces de utilizar la lengua culta cuando las circunstancias así lo demandan. Por lo mismo, aquellas personas, que no desarrollan hábitos culturales adecuados como los mencionados anteriormente, solo podrán ofrecer un uso restringido del lenguaje; es decir, que chocarán con muchas limitaciones al momento de transmitir sus ideas y demás a través de la palabra hablada o escrita.

Partiendo de esta aseveración, según varios especialistas, existen dos formas de utilizar el lenguaje, un más elaborado y culto y, otro más restringido y con un denominado nivel vulgar.

Nivel culto del lenguaje

Utiliza el lenguaje con todas sus posibilidades.
Cuida del lenguaje en todos sus planos.
Funciona como ideal, modelo, de lengua para personas de menor nivel cultural.
En él se da el nivel más estable y uniforme en el uso y sentido lingüístico
Facilita identificar las diferencias entre la forma de hablar de un lugar y otros.
Es un lenguaje mucho más elaborado.
Toma el ideal de precisión, corrección, riqueza y variedad.
Relaciona estos ideales con los usos culturales, de ciencias, humanidades, literatura, medios de comunicación, etc.

Nivel vulgar del lenguaje

Su forma natural muestra un uso pobre de un código, lenguaje.
Relaja la pronunciación de lenguaje.
Descuida la concordancia de las palabras y demás.
El hablante se despreocupa de cuestiones estilísticas a través de frecuentes repeticiones, muletillas, problemas de dicción, etc.
Es más común y se encuentra cada vez con más frecuencia en todos los niveles sociales, pero en diferentes niveles.
Jamás debe asociarse el uso del lenguaje restringido o vulgar a la falta de recursos económicos.

Nivel del Lenguaje Plano fónico Plano Morfosintáctico Léxico
Culto Matices de expresividad fónica.
No admite relajaciones en los finales de palabra.
No utiliza frases interjectivas.
No hay vulgarismos.
Rigor en la expresión con construcciones sintácticas adecuadas.
Precisión y riqueza en el uso de tiempos verbales.
Encadenamiento de frases utilizando nexos apropiados.
Riqueza léxica. vocabulario preciso, tanto en léxico designativo como en preposiciones, adverbios, etc., que concretan las circunstancias de la acción.
Uso de términos abstractos.
Vulgar Relajación articulatoria.
Desplazamientos acentuales.
Alteración de hiatos.
Cambio de b en g y viceversa.
Desarrollo de g ante diptongo.
Relajación de d, g, r.
Ultracorrección.
Alteración de l y r.
Cambios en las letras.
Oraciones breves.
Muletillas.
Anacolutos, que es la ruptura de la construcción sintáctica: ausencia de concordancia entre sujeto y verbo o entre otros elementos, por ejemplo: Yo me parece.
Uso de dequeísmo, por ejemplo: Pienso de que no es cierto.
Uso de queísmo, por ejemplo: Estoy segura que es cierto.
Errores en la conjugación, por ejemplo: cantastes, conducí, pusiendo.
Formas verbales arcaizantes.
Confusión en el significado de conjunciones.
Uso impropio de palabras cuyo significado se desconoce.
Uso abusivo de motes.
Elementos jergales.
Abundancia de palabras malsonantes.
ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES