lunes, abril 29, 2024
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Variación lingüística y su importancia en la sociedad Segunda Parte

Por: Equipo editor

¿Qué son las variedades lingüísticas?

En lingüística, se conoce como variedad lingüística o modalidad lingüística a cada una de las distintas formas que adquiere una lengua natural o idioma, dependiendo de contexto geográfico, social y etario en que sus hablantes la utilizan. Es decir, hablamos de las variaciones significativas que sufre una lengua dependiendo de las condiciones objetivas de cada hablante.
Estas variaciones de la lengua se manifiestan en su vocabulario, entonación, pronunciación o incluso rasgos más centrales todavía, y se ven reflejados principalmente en la oralidad, menos así en la escritura. De esa manera, al oír hablar a alguien, es posible obtener información respecto de su extracción geográfica; es decir, escuchando (su dialecto), su clase social y nivel educativo (su sociolecto) o su edad aproximada (su cronolecto).

De tal manera, partiendo desde un punto de vista concreto, toda lengua o idioma se materializa a través de un conjunto más o menos grande y más o menos dispar de variedades lingüísticas que le son propias.

Variedades lingüísticas diatópicas o geográficas

Así como una misma especie diverge con el paso de los siglos si se encuentra separada geográficamente, hasta dar origen a dos especies totalmente distintas, algo similar ocurre con la lengua. Comúnmente se llama dialectos a estas variaciones significativas de una misma lengua que tienen lugar en regiones geográficas determinadas, y que no consisten (aún) en lenguas diferenciadas, sino en modos diferentes de hablar una misma lengua.

Sin embargo, si tomamos en cuenta que todo hablante de una lengua necesariamente pertenece a una geografía, y por ende habla un dialecto, podemos concluir que en realidad la suma de los dialectos son la única manifestación concreta, material, posible de una lengua. Esto es, nadie habla la lengua “universal”, desvinculada de rasgos dialectales en su pronunciación o su léxico.

Así, existen dialectos más cercanos (que presentan menor diferenciación) y que por lo tanto son fácilmente comprensibles entre sí, mientras que hay otros que ya se han alejado tanto el uno del otro que es imposible que sus respectivos hablantes se entiendan del todo, teniendo a menudo que acudir a “préstamos” más “universales” para llegar a un terreno común.

Esto es lo que ocurre, por ejemplo, entre la inmensidad de variantes del español, que difieren sustancialmente entre lo hablado en México, Colombia, Argentina, Puerto Rico y España, por citar solo algunos casos extremos.

Aunque los cambios son sustanciales y reconocibles, un grupo de hablantes formado por personas de cada uno de estos países podría entenderse sin demasiada dificultad, aunque con ocasionales tropiezos. En cambio, la distancia que media entre los dialectos del italiano es tan grande, que en muchos casos constituyen prácticamente lenguas separadas.

Lengua

Según la Real Academia española RAE la lengua es el sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana; al mismo tiempo es considerada como un sistema lingüístico cuyos hablantes reconocen modelos de buena expresión.

De ello deducimos que para que una variante lingüística se considere lengua, ha de cumplir los siguientes requisitos:

  • Ser un sistema de comunicación verbal y escrita. Esto exige poseer unas normas establecidas: una gramática, un sistema ortográfico, un sistema fonológico, etc.
  • Ser propia de una comunidad humana. Por un lado, la noción de lengua se diferencia de la de los sistemas de comunicación animales y, por otro, la idea de comunidad le atribuye la posibilidad de ser utilizada en diferentes países (como sucede con el castellano, el francés, el inglés, el portugués), o en uno solo o en lugares más pequeños (como ocurre con el rumano, el vasco o el gallego). Se debe aclarar que no es superior la lengua que se habla en más lugares.
  • Ser reconocida por su comunidad de hablantes como modelo. La lengua es reconocida como propia y como vehículo de cultura por sus hablantes.

Dialecto

Es el sistema lingüístico considerado con relación al grupo de los varios derivados de un tronco común. Por ejemplo, el español es uno de los dialectos nacidos del latín. Sin embargo, también puede ser derivado de otro, normalmente con una concreta limitación geográfica, pero sin diferenciación suficiente frente a otros de origen común. Además que tiene una estructura lingüística, simultánea a otra, que no alcanza la categoría social de lengua. De esta manera, toda lengua es dialecto de la que procede. El latín, junto con el griego, las lenguas germánicas, las célticas, las balto-eslavas y las indoiranias proceden del indoeuropeo. Del latín lo hacen: el italiano, el francés, el castellano, el portugués, el rumano, el catalán, el gallego, el sardo y el occitano.

Por lo tanto, el latín, lengua de la que procede el castellano, es dialecto del indoeuropeo y, a su vez, el castellano es dialecto del latín. Pero, se debe enfatizar que no todo dialecto es lengua: el dialecto no se diferencia suficientemente de otros dialectos de origen común y, además, socialmente, no alcanza la categoría de lengua. Así, el andaluz, el extremeño, el murciano y el canario no están suficientemente diferenciados de la lengua de la que proceden (el castellano) ni lo están entre sí: cualquier hablante castellano entiende a otro que hable una variedad dialectal diferente. Es decir, que una lengua ha de poseer un sistema de comunicación propio que se diferencie suficientemente de la lengua de la que ha surgido.

Habla

Se considera habla a todo sistema lingüístico de una comarca, localidad o colectividad, con rasgos propios dentro de otro sistema más extenso. Por lo tanto, designa variedades restringidas, muy localizadas, sin la relativa unidad del dialecto. Ahora bien, existen cruces e interferencias entre lenguas, dialectos y hablas. Es necesario ser consciente de que las variedades geográficas enriquecen los sistemas lingüísticos. También es importante tener claro que utilizar un dialecto o que una variante lingüística sea denominada dialecto no es despectivo, sino una cuestión que compete a la gramática histórica. Por último, en esta escala de mayor concreción (el término lengua puede ser más abstracto, pues en su interior caben más variedades dialectales y hablas) se puede llegar hasta el último nivel: el idiolecto. Con el término idiolecto se hace referencia a la lengua, tal y como la utiliza un individuo particular.

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