martes, abril 30, 2024
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Plan multisectorial de desnutrición cero

Por: Equipo editor

 

La erradicación de la desnutrición es una prioridad política y programática del Gobierno actual, señalada como tal en el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010. De igual manera, constituye una de las metas globales del Plan de Desarrollo Sectorial del Ministerio de Salud y Deportes, y es condición para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas (ODM), con los cuales Bolivia se ha comprometido.

 

El Programa Sectorial de Desnutrición Cero se construyó a partir del documento elaborado y publicado por el Ministerio de Salud y Deportes a inicios del año 2007. Tanto el diagnóstico como los fundamentos conceptuales y metas específicas de dicho documento siguen vigentes, por lo que la formulación estuvo orientada principalmente a realizar ajustes en cuanto al alcance, modalidades de financiamiento, al ordenamiento y complementación de las acciones propuestas inicialmente. De igual manera, se introdujeron estrategias y actividades de fomento a iniciativas de actores sociales públicos y privados, en distintos ámbitos territoriales y niveles institucionales, otorgando así una mayor flexibilidad al Plan Estratégico.

 

El Programa Sectorial de Desnutrición Cero (PDC), es una instancia de organización que forma parte de la estructura del Programa Multisectorial Desnutrición Cero (MSD) y tiene la característica de ser común en cuanto a los objetivos que persigue, pero transversal en cuanto a su ejecución, pues intervienen distintas unidades e instituciones, tanto a nivel central como departamental y municipal. El Programa Multisectorial Desnutrición Cero fue implementado en el país bajo la responsabilidad política e intersectorial del Consejo Nacional de Alimentación y Nutrición (CONAN), cuya Secretaría Técnica se encuentra a cargo del Ministerio de Salud y Deportes.

 

El PDC, surge formalmente el 18 de junio de 2007, mediante Resolución Ministerial 0442, como un modelo ordenador y articulador de las acciones e intervenciones del sector salud en el campo de la alimentación y nutrición. El Programa se basa en una gestión integrada, en la cual se requiere coordinar acciones entre el MSD y otras organizaciones y sectores involucrados en la problemática alimentaria nutricional, como ser: prefecturas, gobiernos municipales, organizaciones no gubernamentales, empresas privadas, sociedad civil, organizaciones sociales, entidades de cooperación internacional, entre otros.

 

Para tal fin, en mayo de 2008, se inició un proceso de ajuste a los planes de lucha contra la desnutrición ya existentes ejecutados por el MSD, para contar con un Plan Estratégico que incorpore el apoyo de otras organizaciones internacionales, sumándose al esfuerzo de las ya existentes (UNICEF, OPS/OMS, PMA, MI, BM – GAIN). De esta manera, en mayo de 2008, con el apoyo de las Embajadas de Bélgica, Canadá y Francia, se inicia un proceso de formulación de un Plan Estratégico para el Programa Sectorial de Desnutrición Cero (PDC), que contempló una modalidad de financiamiento conjunto o de Fondo Canasta.

 

El Plan desarrollado, consta de cuatro grandes objetivos o resultados estratégicos y de once estrategias genéricas que orientan el accionar del Programa de Desnutrición Cero para los próximos cuatro años. El alcance del Plan Estratégico del PDC es de carácter nacional, aunque inicialmente concentrará sus acciones en 166 municipios que presentan una alta y muy alta vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria.

 

En una primera fase de ejecución, iniciado ya el 2007, se priorizaron las acciones del Programa en 52 municipios. De estos, 40 presentan indicadores de muy alta vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria (categoría 5) y están ubicados en los departamentos de Potosí, Chuquisaca y Cochabamba. Los 12 municipios restantes están ubicados en los departamentos de Santa Cruz, La Paz, Beni y Chuquisaca.

 

En la segunda fase de ejecución del Plan Estratégico, del 2008 al 2011, con el apoyo de nuevos organismos internacionales, se continuó con la ejecución del mismo, incluyendo a los 114 municipios vulnerables restantes. Como se mencionó, esta priorización no implica dejar de lado al resto de Municipios de Bolivia, pues el Programa también contempla otro tipo de acciones y la ejecución de proyectos conjuntos entre Gobierno Central, Prefecturas (SEDES) y organizaciones sociales.

 

El Programa Sectorial de Desnutrición Cero se ha planteado como Objetivo General, el de mejorar la salud integral de los niños y niñas menores de cinco años, mujeres embarazadas y en período de lactancia, contribuyendo así a erradicar la desnutrición en los niños y niñas menores de dos años en Bolivia. Los resultados que pretende lograr son cuatro:

 

Resultado 1

 

Fortalecer la participación comunitaria, mediante las redes sociales y actores sociales, en la promoción de hábitos y prácticas nutricionales de mujeres, recién nacidos y niños/niñas menores de cinco años, con interculturalidad.

 

Resultado 2

 

Disminuir en la población las deficiencias nutricionales de micronutrientes, aplicando estrategias de suplementación, fortificación y alimentos complementarios.

 

Resultado 3

 

Fortalecer la capacidad de gestión a nivel nacional, departamental y de las redes de salud en cuanto a la atención integral, nutricional y enfermedades prevalentes de mujeres, recién nacidos y niños/niñas menores de cinco años.

 

Resultado 4

 

Fortalecer la capacidad de vigilancia nutricional a nivel nacional, departamental, de redes de salud y de la comunidad.

 

Cada uno de estos resultados, está asociado a un conjunto de indicadores y responde a lineamientos estratégicos y actividades determinadas.

 

  • El primer resultado aborda la temática de la prevención como tal. Este resultado pretende fortalecer la participación comunitaria y mejorar los hábitos y practicas nutricionales en los actores relevantes identificados por el Programa. En esta línea, se plantean estrategias orientadas a crear conciencia social sobre la desnutrición y a lograr un mayor compromiso de la sociedad, movilizándola hacia los fines que persigue el Programa. También se presta atención al establecimiento de mayores y mejores mecanismos de coordinación intersectorial e interinstitucional entre organizaciones de salud a nivel nacional, así como con organizaciones públicas y privadas interesadas o involucradas con el problema de la desnutrición. Aproximadamente el 21 % del presupuesto está destinado a este resultado.

 

  • Por su parte, el segundo resultado se concentra en estrategias directas o de intervención sobre el problema de desnutrición. Para ello, se continuará con el desarrollo de acciones de fortificación alimentaria y de suplementación con nutrientes y micronutrientes para los niños y mujeres contemplados en el Programa. De igual manera, en este resultado se aplica una política de incentivos a los gobiernos Municipales que cumplan con las metas anuales de Desnutrición Cero en sus respectivos territorios, transfiriéndoles recursos para ejecutar proyectos en el área de salud. Este resultado concentra la mayor parte de los recursos del Programa (68 %) y también implica una mayor contraparte de los gobiernos Municipales (47 %), particularmente porque estos destinan recursos para la adquisición del alimento complementario y de suplementos de micronutrientes.

 

  • El fortalecimiento de las capacidades de gestión de las instituciones e instancias organizacionales del sector salud relacionadas con el PDC, tanto a nivel nacional, departamental y municipal, es abordado por el tercer resultado del Plan Estratégico. La ejecución de las iniciativas descritas en el plan, requiere que todas las unidades involucradas actúen de manera coordinada para optimizar el empleo de los recursos físicos y financieros del Programa. De esta manera, fortalecer las capacidades institucionales, materiales, tecnológicas y de los recursos humanos vinculados al Programa (UNI´s, Redes, Centros de Salud, etc.), es otra prioridad identificada en el Plan Estratégico, para lo cual se destinaría aproximadamente el 18 % del presupuesto.

 

  • A partir del proceso de consultas efectuado para ajustar el plan original del PDC, se incorporó un cuarto resultado estratégico relacionado con el Control Social e Institucional. Las estrategias y actividades incorporadas apuntan al diseño e implementación del subsistema de Vigilancia Epidemiológica Nutricional en el Sistema Nacional de Salud y a nivel de hospitales de referencia para el manejo del desnutrido agudo severo, así como al establecimiento de mecanismos que permitan a organizaciones sociales, conocer y vigilar el desarrollo del Programa en determinados aspectos.

 

Es importante destacar que los resultados, estrategias y actividades que hacen a la estructura formal del Plan Estratégico, consideraron permanentemente los principios de integralidad, intersectorialidad, participación, equidad e interculturalidad, respondiendo así al modelo de Salud Familiar Comunitaria Intercultural, SAFCI. En todo momento se tuvo presente que la nutrición es un derecho social y como tal un deber del Estado, el cual debe ser efectivizado a través de la asignación de los recursos que sean necesarios para alcanzar el ideal de la meta de desnutrición cero. Este compromiso se efectiviza en términos presupuestarios, con aportes del Gobierno Central, Departamental y sobre todo, de los gobiernos Municipales, para lo cual se disponen de los recursos del IDH.

 

En el aspecto organizativo, el Plan Estratégico define de manera particular la creación de una instancia u órgano de coordinación del PDC, que asumirá la responsabilidad de coordinar, supervisar y apoyar técnicamente a las distintas unidades nacionales, departamentales y municipales encargadas de ejecutar las distintas actividades del plan.

 

Alimentación complementaria escolar-desayuno escolar

 

El programa del desayuno escolar se inicia en octubre de 1999 con la Ley de municipalidades, que en su Artículo 8º, párrafo I, inciso 16, señala como competencias de los gobiernos municipales “promover y atender, cuando corresponda y de manera sostenible, los programas de alimentación complementaria y suplementaria de grupos o personas que sean sujetos de subsidios públicos de acuerdo con el Reglamento y el presupuesto”.

 

De hecho, este mandato está relacionado con la política de seguridad alimentaria, la cual en el contexto socio económico actual, comienza a adquirir un enfoque multisectorial a través de la articulación de los diferentes sectores como salud, educación y desarrollo productivo, así al constituirse en el eje principal del Plan Nacional de Desarrollo va perfilándose con una fuerte orientación a asegurar el consumo interno, no sólo en términos de cantidad sino también de calidad.

 

Este enfoque multisectorial priorizó la atención a los programas de desayuno escolar adoptados por los gobiernos municipales que han desarrollado una multiplicidad de formas de ofrecer este servicio a la población estudiantil. La necesidad de darle la legalidad que aún no tiene, cobró eco el 2008 con la decisión de elaborar un anteproyecto de Ley de Alimentación Complementaria Escolar, que contó con la participación de varias instituciones entre estatales y privadas, a la cabeza del Consejo Nacional de Alimentación y Nutrición (CONAN).

 

Es también un hecho que para los municipios del país y en especial para los beneficiarios, el desayuno escolar se ha convertido en un bien social, considerado como un activo de la comunidad y del municipio, una vez que tomaron conciencia del beneficio percibido en y para los escolares. Visto como un programa integral y totalmente viable, se convierte en uno de los instrumentos impulsores del desarrollo económico local, además de otras áreas de desarrollo.

 

Sin embargo, debe mencionarse que aún falta bastante por alcanzar los objetivos y estándares esperados, pues en algunas áreas se ha perdido el objetivo central de la alimentación complementaria, que es el de proporcionar o complementar los nutrientes que reciben los escolares en sus hogares y en algunos casos aún no se ha cobrado conciencia efectiva de este propósito.

 

La situación se complejiza aún más cuando se proyecta a los productores como actores dinámicos de este proceso, toda vez que sus características relacionadas a productividad y mecanismos de diversificación o de agregación de valor en la gran mayoría limitan sus posibilidades y por ende la de los propios responsables del proceso (autoridades municipales), quienes deben sortear una serie de dificultades comenzando por la información que debería revisarse para tomar decisiones que permitan cumplir con los objetivos trazados.

 

El trabajo se concentró en distintas áreas temáticas, la opinión de autoridades, padres de familia, beneficiarios, indicadores de consumo y nutrición, antropometría, así como en las oportunidades que los programas de alimentación complementaria escolar pueden ofrecer para promover procesos de desarrollo económico, principalmente a través de la compra de alimentos a pequeños productores locales por parte de los gobiernos municipales, considerando la vocación productiva de cada municipio y de esta manera contribuir a combatir la pobreza.

 

Como menciona la red AIPE, con la aplicación del Decreto Supremo Nº 27328 del Compro Boliviano, se facilitó la relación del desarrollo económico local y el desayuno escolar; se reportó la inclusión de nuevos actores productivos, micro y pequeñas empresas, organizaciones económicas campesinas (OECAS) y asociaciones sin fines de lucro.

 

Es importante que el escolar mantenga un buen estado nutricional que le permita desarrollar plenamente sus capacidades intelectuales, físicas y sociales con una alimentación adecuada en cantidad y calidad la cual depende de la seguridad alimentaria que se le brinde.

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