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Potosí, nuestro presente y futuro

El auge gasífero, ha sido circunstancial. Hoy declina, tanto su producción como su exportación. “La caída de la producción, que bajó de 60 millones de metros cúbicos día (MMmcd) a 38 MMmcd” (1), según el economista y catedrático, Gonzalo Chávez. Ha generado, indudablemente, la bonanza económica, cuyos recursos fueron dilapidados, alegremente, por quienes pretendían perpetuarse, en el Poder, inspirados en los libretos, pergeñados por los voceros, de los regímenes autoritarios, de la región. Ahora, desgraciadamente, no quedan vestigios de aquella fase histórica y el ciudadano de a pie tiene que sobrevivir ajustándose, día tras día, el cinturón. Es una realidad que tiende a agudizarse, por los conflictos internos y externos, obviamente. Quienes no sienten esta situación, son los políticos que medran, como siempre, a costa del Estado.
Bolivia es un país esencialmente minero. Desde sus orígenes, desde luego que sí. Su destino fue construido con la explotación y exportación de ese recurso natural no renovable. Fue la columna vertebral de la economía, en todos los tiempos. Inclusive ese rubro repuntó, ante la caída del GAS, en beneficio, por cierto, del erario nacional. La minería, procedente del occidente, fue uno de los protagonistas, de la historia económica nacional.
Su bastión más importante, en la actualidad, se encuentra en el departamento de Potosí, cuya región posee ingentes cantidades de recursos mineralógicos, como la plata, el plomo, el zinc, entre otros. “En 2022, las exportaciones llegaron a 2.820 millones de dólares, debido al alza de los precios en el mercado internacional por la demanda de minerales de países avanzados, uno de ellos China” (2). He ahí la contribución potosina, en pro de los supremos intereses nacionales. La proyección minera, por lo visto, no se ha agotado, porque Potosí, representa el presente y futuro de Bolivia. Sus recursos continuarán generando divisas, por el bien común, cualquiera fuere el gobierno de turno, en democracia. Potosí aún tiene mucho que ofrecer, con miras al futuro, como el yacimiento de plata, posiblemente el más grande del mundo, del municipio de Tacobamba, a 45 kilómetros de la capital potosina, en una perspectiva favorable, para las generaciones que vienen, en particular.
Potosí, pese a todo ello, siempre ha sido postergado, en sus justas aspiraciones de progreso y bienestar, por los gobiernos de turno, en democracia, hoy como ayer. La pobreza y extrema pobreza se manifiestan, a flor de piel, en los sectores rurales. Una situación que fue agudizada por la sequía, o el cambio climático, de manera angustiosa.
Sus voceros cívicos fueron perseguidos, y encarcelados, por haber pensado diferente, lo que incomodó a los omnipotentes de la época. Por haber levantado la voz, de manera valerosa y valiente, lo que provocó la caída de los ídolos de barro.
En suma: Potosí representa nuestro presente y futuro, pese a los problemas coyunturales que atraviesa.

NOTAS
(1) “Economía boliviana cerca un aterrizaje forzoso”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 8 de noviembre de 2023.
(2) “Alza de precios de los minerales se reflejó en exportaciones de Potosí”. EL DIARIO, 10 de noviembre de 2023.

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