martes, abril 30, 2024
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Voraces termitas humanas

Una definición de termitas da cuenta que se trata de insectos sociales que construyen nidos, o sea termiteros. Se alimentan de la celulosa contenida en la madera y sus derivados, aunque no solo se alimentan de ella, sino de todo lo que encuentran a su paso que la contengan, como papel, alfombras, etc. Viven en colonias que pueden contar hasta con 3 millones de individuos. Asimismo, el daño que producen donde se asientan es tremendo, por lo que el ser humano busca deshacerse de éstas, pues causan bastantes y serios perjuicios. Por otra parte, dicen que las hormigas se constituyen en depredadoras de las termitas.
En nuestro país, hablando de la voracidad de determinados sectores sociales, que buscan ocupar a como dé lugar ingentes áreas del territorio nacional, con la finalidad de sembrar coca, o extraer el oro de las entrañas de la tierra con riesgo de causar tremendos daños ambientales, como ser la contaminación de aguas subterráneas y de los ríos, lagunas y otros, bien se puede decir que son una especie de “termitas humanas”. Y es que los primeros incluso sembraron, desde hace rato, en regiones protegidas, como los parques nacionales, lo que fue denunciado en estos días; mientras los segundos, usando indiscriminadamente mercurio, lo que hacen es envenenar el vital líquido elemento, también revelado muchas veces en estos tiempos que corren. Ante lo cual bien se los puede incluir entre incendiarios, avasalladores de tierras, contrabandistas, acaparadores de carburantes para venderlos con altos precios fuera de nuestras fronteras, al igual que con los extorsionadores, sobre todo en algunas reparticiones públicas, en las que viven sobre la base de la tristemente célebre “coimisión” o “mordida”, etc.
Como se podrá advertir, se trata de un mal generalizado, que virtualmente ya está instituido, siendo el ciudadano de a pie quien paga los platos rotos, por lo que sería urgente implementar campañas de concientización a nivel educativo, que sean profundas y constantes, a través de medios masivos de comunicación, en lugar de estar exponiendo en los mismos, los rostros de autoridades del aparato estatal, departamental, o municipal, magnificando la entrega de tal o cual obra ejecutada con el dinero de los propios contribuyentes y del Estado. Es indudable que tales recursos económicos no salen de los bolsillos de quienes figuran con rostros sonrientes en tales spots televisivos, vistos hasta en los últimos rincones del territorio nacional, a donde quizá ni llegan las “bondades” que tanto publicitan.
Se trata de una realidad, de algo que debe ser cambiado con cierta premura, con el fin de evitar gastos dispendiosos innecesarios, los mismos que tendrían que ser dirigidos a esa labor educativa para hacer recapacitar y notar al conjunto que el país es de todos y debemos cuidarlo por el bienestar generalizado, sobre todo de las futuras generaciones. De no ser así, las termitas “humanas” continuarán creciendo de modo desmesurado, por la falta de fuentes de trabajo, oportunidades, inequidad y, fundamentalmente, carencia de patriotismo.

www.dafohe.com

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