Los trabajadores del mundo celebrarán su día en conmemoración a los mártires de Chicago. En Bolivia también el 1 de Mayo festejarán los trabajadores, encabezados por la COB y un tal Huarachi, responsables de haber destruido la dignidad del trabajador boliviano, volviéndolo un vasallo masista por necesidad de trabajo. Y son cómplices, por acción u omisión, del descrédito de su fuente de trabajo por la corrupción institucionalizada.
Dictadura sindical de dirigentes eternos que, para beneficiarse, venden y VENDIERON al Gobierno de turno, no solamente la dignidad y el trabajo de sus sindicalizados, sino también, la sobrevivencia de las empresas que están esquilmando y la desestabilización social y económica de nuestro país, para beneficio político del masismo. El fin de sus corruptas carreras sindicales y el término de la impunidad, es un imperativo para un nuevo gobierno nacional y democrático.
En nuestro país todos los que queremos trabajar y podemos hacerlo (que son los menos), especialmente en las instituciones públicas, donde se cobijan las prebendas políticas y el acomodo político del gobierno de turno, RECLAMAN una organización apartidista, que vigile y defienda los derechos de los trabajadores, cualquiera sea su organización o especialidad, y cualquiera sea el nivel salarial o del trabajo realizado.
Eso significa que los profesionales también tenemos ese derecho, que es siempre omitido y coartado por los respectivos sindicatos, cuyos dirigentes pontifican que éstos son personal de confianza de los ejecutivos o empresarios. Obreros, empleados y profesionales lo necesitan y la explicación por lo menos es contradictoria e injusta,
Este 1 de Mayo encuentra a los trabajadores y al pueblo boliviano, en la puertas de una CRISIS generalizada de incontrolables e imprevisibles consecuencias, que especialmente golpeará muy fuerte el precario vivir de los más desposeídos, por el demagógico desarrollo alcanzado por el desgobierno masista, con el saqueo de las escasas reservas de gas y petróleo (cuyos propietarios somos todos los bolivianos) y el despilfarro corrupto de la renta generada por las exportaciones del gas, cuya producción y los ingresos de la venta, mayoritariamente provienen de las empresas trasnacionales, titulares de los contratos de servicio.
Seguramente nada se nacionalizará este día, pero ya se adelantaron con la famosa GESTORA, apremiados por la escasez de divisas y la desaparición del gas y la renta petrolera, ya que a pesar del despilfarro del masismo y evismo, se llegó a acumular hasta el año 2014 un impresionante monto para Bolivia, ayudando a disfrazar una situación socio económica cercana al desastre del desgobierno del doble septenio.
No podrán torcer la verdad histórica de lo que fue la “nacionalización”, una vulgar negociación financiera. La hicieron amparados por la legalización de 44 contratos ilegales e inconstitucionales de Goni Sánchez de Lozada, que causó gran beneplácito a las transnacionales y fue realizada por unos ineptos y corruptos individuos, carentes no solo de capacidad profesional, sino de respeto a la guerra del Gas y al pueblo de Bolivia. Además, carecían de honestidad. No pretendan ni el olvido ni el perdón.
Increíble época de oscurantismo, cuando incluso prosperó la inquisición, dejando a una gran parte del pueblo en un estado de ANOMIA. con iluminados masistas cual zombies, prevalidos de su dogma socialista y/o comunista estalinista camuflada. Dirimían entre quienes podían sobrevivir y prosperar en su cloaca o ser desterrados de su fantasioso Estado plurinacional aymara, a punta de ignorancia y corrupción institucionalizada.
En el YPFB refundado se refugiaron individuos descalificados y desheredados de cualquier segmento de una sociedad decente, idónea. Incluso hacían gala de nunca haber pasado por una universidad, eran apenas bachilleres y otros más iletrados todavía. Algunos eran soberbios exalumnos de universidades soviéticas, como la Patricio Lumumba (ni buenos comunistas salían de allí y menos ingenieros), mofándose de la ciencia y tecnología, incluso prohibieron que se pusiera delante de su nombre la identificación de su profesión.
Más adelante alguna universidad chavista de Venezuela nos entregó sietemesinos como ingenieros petroquímicos para la Planta de Urea de Bulo Bulo, con las consecuencias de que ya que tuvieron que contratar a tres profesionales hindúes para hacerla funcionar medianamente, y pagarles aproximadamente dos millones de bolivianos mensualmente, pues cada uno gana algo más de 80.000 dólares de sueldo mensual, con lo que se podría comprar holgadamente un departamento pequeño de dos dormitorios en el barrio sur…
Claro, algún exministro despistado y algunos opinadores, felicitaban la buena marcha de YPFB, para reunir méritos y participar en la tercerización de servicios o venta de insumos. Estos casi iletrados, que no tenían idea del trabajo y el conocimiento profesional del sector petrolero, argumentaban que, si no se les aumentaba y pagaba salarios de nivel internacional, se irían de YPFB a las empresas trasnacionales.
Ocurrió el aumento, nadie gana mejor que los ineptos autollamados petroleros que en 18 años solo descubrieron el “Mar de Gas” y se hicieron estafar, sin un solo lamento boliviano, más de 12 TCFs y se farrearon la renta de exportación que, en más del 80%, fue por la producción generada por las trasnacionales, NO por YPFB.
Que vivan los 11 millones de trabajadores de Bolivia, la COB no nos representa.
El autor es Ingeniero Geólogo Petrolero.