Por: Equipo editor
Recordemos que…
La agricultura sostenible es aquella que, a largo plazo, contribuye a mejorar la calidad ambiental y los recursos básicos de los cuales depende la agricultura, satisface las necesidades básicas de fibra y alimentos humanos, es económicamente viable y mejora la calidad de vida del productor y de la toda sociedad. Además aumenta la fertilidad de los suelos, protege el agua, resguarda las semillas valiosas; mantiene la biodiversidad y asegura que la tierra pueda sostener la vida de las generaciones futuras.
Control de plagas y enfermedades de las plantas
Las plagas son insectos u otros animales que provocan diferentes enfermedades a las plantas y son una gran amenaza para los cultivos. Las empresas de productos químicos sintéticos dicen que la única solución es rociar plaguicidas frecuentemente, pero esto puede causar más problemas que soluciones. La agricultura sostenible, por el contrario, trabaja sin perjudicar la naturaleza para mantener el equilibrio entre los cultivos, las plagas, las enfermedades, las yerbas y la tierra, en un control conocido como Manejo Integrado de Plagas (MIP).
El control natural evita los problemas con las plagas y enfermedades de las plantas, manteniendo los productos químicos dañinos fuera de nuestro cuerpo y del medio ambiente. También evita los problemas de dependencia en los productos sintéticos y la resistencia a los plaguicidas.
Pero si uno quiere usar plaguicidas, es importante determinar si hay plagas que estén dañando a los cultivos, cuánto daño están causando, y si los organismos naturales benéficos ya están controlando las plagas. De esta manera, se sabrá si debe utilizar productos químicos, cuándo hacerlo y qué tipo de plaguicida utilizar.
Para controlar las plagas, las enfermedades y mantener las plantas sanas, se debe considerar lo siguiente:
- Sembrar una variedad de plantas resistentes a las plagas y enfermedades comunes.
- Espaciar correctamente las plantas, porque al sembrar los cultivos demasiado cerca limita la exposición al sol, al aire y facilita el avance de las enfermedades. Sin embargo, el sembrar cultivos separados deja espacio para las yerbas y hace que el suelo se seque produciendo la disminución en la cosecha.
- Regar desde abajo, puede dar lugar a que las enfermedades que viven en la tierra salpiquen a las plantas, ya que las hojas y ramas húmedas son los lugares perfectos para que surjan las enfermedades. Con el riego por goteo o riego por inundación se pueden mantener sanas las hojas y ramas.
Rotación de cultivo
Los cultivos pertenecientes a la misma familia de plantas pueden contraer las mismas plagas y enfermedades. Por ejemplo, si se siembran siempre papas en el mismo campo, los escarabajos de las papas pueden instalarse y propagarse en ese terreno. Si por el contrario cada tres años se siembra algo que no puedan comer los escarabajos, estos se irán o morirán. El cultivo del tercer año no debe ser de la familia de las papas, sino por ejemplo tomates o pimientos; es decir, una planta completamente diferente. Esta técnica se conoce como rotación de cultivos.
Cambiar de cultivos que se siembran de un campo específico sirve para controlar las enfermedades y las plagas porque las priva de su alimento. También mejora la tierra, la cual le añade diferentes nutrientes. Por ejemplo si se rotan los cultivos de granos que pasan a ser frijoles en la próxima estación, se enriquecerá la tierra. Los granos crecerán más altos y proporcionarán materia orgánica, mientras que los frijoles añadirán nitrógeno a la tierra.
Enfermedades de las plantas
Las enfermedades de las plantas se pueden reconocer por el cambio de color en las hojas que se marchitan o el crecimiento extraño en algunas partes de la planta. Los hongos, bacterias o virus pueden causar enfermedades a las plantas y estas se pueden controlar aplicando métodos naturales.
Para evitar las enfermedades de las plantas se debe mantener la tierra sana y aplicar los demás principios de agricultura sostenible. Para que la enfermedad de una planta no se extienda a otras se debe considerar lo siguiente:
- Destruir las plantas enfermas. Las plantas infectadas pueden transmitir enfermedades o plagas a las futuras siembras. Si se trata de enfermedades que matan a toda la planta o reducen drásticamente la producción, se debe eliminar toda la planta y quemarla tan pronto cuando se descubra señas de la enfermedad. Tampoco debe utilizarse estas plantas como composta ya que algunas enfermedades podrían sobrevivir incluso tras la composta.
- Limpiar las herramientas usadas en las plantas enfermas. Las enfermedades de las plantas pueden esparcirse a las plantas sanas. Si el cuerpo de la persona, las herramientas y la ropa entran en contacto con la planta infectada, se debe lavar todo con agua tibia y jabón antes de tocar otra planta.
- Controlar a los chupadores de savia. Muchas enfermedades son transmitidas entre las plantas por los chupadores de savia.
- La leche. Este líquido elimina las enfermedades de hongos, los huevos de orugas y los ácaros araña. Se debe mezclar un litro de leche en 15 litros de agua y rociar a los cultivos.
- Estas eliminan las enfermedades causadas por los hongos. Rocíe los cultivos con una mezcla cernida de cenizas y agua para contrarrestar una enfermedad al final de la estación en los cultivos de tomate o papas.
Siembra de árboles y cultivos juntos
Si se siembran árboles y cultivos juntos (agroforestería) se puede aumentar la productividad de los terrenos y producir cosechas más abundantes y variadas.
Para la agroforestería es necesario seleccionar con cuidado los árboles adecuados y sembrarlos en los lugares donde resulten más útiles. Es importante tomar en cuenta lo siguiente:
- Los árboles no deben competir por agua, sol o espacio con los cultivos.
- Cada árbol debe satisfacer más de una necesidad, por ejemplo brindar alimento, forraje, medicina, sombra, leña y madera.
