Serenidad y respeto en fuerzas de seguridad

La presencia de fuerzas policiales en las calles cuando hay marchas o manifestaciones, da lugar a que se produzcan “movimientos nerviosos” en los participantes, que también están pendientes de actitudes que pudiesen adoptar los uniformados. Sin embargo, lo importante es que no surjan los excesos que causan mucho daño, especialmente por parte de personas que muchas veces se hacen parte de las marchas para aprovechar desórdenes que les permitan incurrir en robos y otros hechos delictivos para apoderarse de lo ajeno. Es urgente que en estas circunstancias se evite que gente extraña, generalmente delincuentes, se introduzcan en los tumultos y se dediquen a lastimar a los participantes, a personas de toda edad.
Lo grave es que no prevengan estos extremos los organizadores de las marchas, que son rebasados por las turbas que aprovechan toda circunstancia, por lo que el desorden parecería estar organizado por quienes, de todos modos, no podrán frenar los excesos, frente a los que la policía deberá actuar con energía.
Es importante que tanto las fuerzas policiales como las del ejército, cuando deban intervenir, lo hagan con serenidad, prudencia y cuidados que merece la población, donde abundan niños, jóvenes y hasta ancianos que merecen el mayor resguardo. Es preciso adoptar medidas para evitar hechos atentatorios contra la seguridad personal, de otro modo, se corre el peligro de desencadenar reacciones muy graves, hasta en contra de policías que, en ese caso, se verían obligados a reacciones inapropiadas. La permisividad en momentos de enfrentamiento entre personas que son parte de una manifestación resulta difícil, en tanto hay reacciones airadas de una y otra parte, que no solamente defienden su seguridad sino también sus intereses. Si bien parece difícil que haya la serenidad necesaria, las autoridades policiales deben instruir clara y terminantemente sobre cuál debe ser su comportamiento frente a una población dispuesta no solo defenderse sino también a defender sus derechos.