Unión y cordura legislativa para aprobar Ley sobre el Censo

Las cámaras legislativas, normalmente se han caracterizado, casi siempre, por los malos comportamientos de sus integrantes porque senadores y diputados han mostrado indisciplina, ineptitud, descuidos y dejadez en las comisiones, faltas a sesiones y abandono de las mismas, boicot a todo lo que tiene que hacer cada cámara y displicencia e irresponsabilidad en las funciones a cumplirse. Todo lo dicho y más se puede señalar (salvo contadísimas excepciones) a parlamentarios que estarían muy lejos de las funciones encomendadas y muy cercanas a reiterados pedidos de la población en contra del Poder Legislativo; pero, en días anteriores, ante la urgencia y necesidad de aprobar la Ley para la realización del Censo hubo la necesaria unidad y deseos para atender el caso considerado de vital importancia. Senadores y diputados, ausentes de una costumbre inveterada desde hace muchos años, actuaron unidos; lo que extrañó es que se rompieron caprichos, unidad partidista y falta de honestidad con todo lo que debían considerar y ahora, ante las urgencias, se dislocó el partido de gobierno y componentes de ambas cámaras, obraron unidos y por mayoría de votos aprobaron la Ley para realización del Censo Nacional, relegando los escollos y trabas, las conveniencias partidistas.
Conductas ponderables, actitudes que mostraron, finalmente, los cómos y porqués de la importancia del Poder Legislativo y, lo más puntual e importante: dejar aprobado un antecedente y que, finalmente, componentes de ambas cámaras tomen conciencia de las funciones que deben cumplir y no sean simples “levanta-manos” de acuerdo con conveniencias partidistas e incumplimiento de deberes y responsabilidades.
Lo ocurrido permite colegir la posibilidad de un cumplimiento efectivo de división e independencia de poderes pero guardándose las mínimas normas de respeto y consideración teniendo en cuenta que la unidad de los tres poderes del Estado – Legislativo, Ejecutivo y Judicial –debe ser respetuosa, digna y constructiva porque cada uno está para amar y servir al país y no servirse de él en provechos personales o de partido.