domingo, abril 28, 2024
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CNI y la historia de la industria nacional

“Cámara Nacional de Industrias, 90 años de historia”, es el libro que fue presentado en días pasados, dejando para la posteridad un legado sobre la evolución y el desarrollo que generó este sector a lo largo de este tiempo.
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) fue fundada el 28 de febrero de 1931 como Sociedad de Fomento Industrial, agrupando a los empresarios privados asentados en la ciudad de La Paz, dedicados a la manufactura.
Hugo Ernest Rivera, junto a personajes como Domingo Soligno, Simón F. Bedoya, Jorge Stege, Arturo Posnansky, Hans Brocher, Pastor Barrón, Federico Eulert, Carlos Bedregal, Samuel Howson, Dante Salvietti, Juan de Recacoechea y Juan Yarur fundaron y colocaron las piedras fundamentales de lo que hoy es la CNI.
El libro es un viaje cronológicamente histórico, que recorre por pasajes inéditos y relata la tenacidad, visión y resiliencia de los protagonistas e impulsores de la industrialización de Bolivia, quienes, con su arduo trabajo, fe en el futuro e innovación incesante contribuyeron a construir un mejor país.
La elaboración del libro, fue encargada como parte de la celebración del 90 aniversario de la institución. El trabajo estuvo a cargo de los reconocidos historiadores y escritores Guadalupe Cajías y José Peres Cajías.
Esta publicación recuerda que la historia de la CNI se escribe y cobra vida “aquel sábado cuando Hugo contempló su imagen en el espejo (…) y estaba listo para acudir a su cita”. La fundación de la Cámara de Fomento Industrial.
Durante la presentación del libro, Pablo Camacho, presidente de esta organización empresarial, señaló que “el libro es de suma importancia para el país pues cada frase, cada página, cada relato, recoge el esfuerzo de los industriales bolivianos por producir, generar empleo y seguir creciendo”.
El libro de la CNI abarca desde los orígenes de la industria en Bolivia hasta el Boom de materias primas, intervención estatal y desarrollo industrial 2006-2021, pasando por la industrialización boliviana 1939-1951, la revolución nacional y la industria 1951-1956, el capitalismo de Estado, la industria y los industriales, 1957-1981, la crisis de la deuda y el cambio en la geografía industrial, 1982-1985, y la Cámara y los Industriales frente al desafío de las reformas estructurales, 1985-2005.
El Primer Congreso Nacional de Industriales, que se desarrolló en 1938, dispuso que la entonces Cámara de Fomento Industrial cambie de nombre. Desde entonces se la conoce como Cámara Nacional de Industrias.
Algunos pasajes del libro, tomados al azar, son una muestra de la calidad de esta publicación, ilustrando la industrialización de Bolivia:
El efecto de la Primera Guerra Mundial sobre las importaciones bolivianas, la relativa estabilidad política y las externalidades positivas del desarrollo exportador sobre el mercado paceño, son elementos decisivos para entender por qué los industriales bolivianos decidieron crear sus empresas en esta ciudad en la década de 1920.
Era 1940 y los efectos políticos de la confrontación mundial se hacían palpables. El gobierno boliviano no permitió que se registre la fábrica con el nombre de Bata y se conformó una sociedad industrial del calzado como Manaco (Manufactura Nacional de Cochabamba).
El deseo de los esposos Soligno era fundar una empresa de textilería, inicialmente idearon un proyecto junto con sus socios Gaetano Barbato y Agustín Forno. La sociedad no duró mucho, entonces, Soligno y su esposa apostaron por comprar maquinaria en Italia y fundar una textilera local: Lanificio Boliviano Domingo Soligno.
Pietro Ferrari había recorrido varias vías antes de llegar a Oruro. En 1919 comenzó a trabajar en los molinos de la fábrica de Luigi Figliozzi en La Paz. Carpintero de profesión, el joven italiano mantenía y reparaba los molinos y las herramientas de madera, material muy usado hasta muy entrado el Siglo XX en las fábricas de pasta y en las panaderías. Ansioso de comer como las recetas de las matriarcas italianas, Pietro –ya convertido en Pedro– aprendió los secretos para fabricar fideos industriales
Una de las misiones autoimpuestas por la Cámara Departamental de Industrias de Cochabamba desde su fundación, estuvo enmarcada en el reclamo de las necesidades estructurales de sus socios. Al respecto, resaltan la falta de seguridad sobre el suministro de energía eléctrica y de agua.
Como el resto de la actividad económica nacional, la industria no se recupera aún de los efectos de la pandemia del Covid-19. El PIB industrial el 2021 tuvo un crecimiento de aproximadamente 4 %, muy por debajo del 8,4 % de contracción que sufrió esta actividad durante el año 2020.
Se requiere seguridad y libertad de empresas para el sector industrial.
Se estima, si las condiciones no empeoran por la guerra entre Rusia y Ucrania y los problemas sociales que vivimos por el tema el censo, que la industria podría volver a los niveles prepandemia, recién en 2023.

El autor es Economista, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales, Académico de Número de la ABCE.

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