lunes, mayo 6, 2024
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La gimnasia política

Severo Cruz Selaez

Ciertos personajes practican, de manera permanente y sistemática, la gimnasia política en democracia, recuperada en 1982. Ello, según nos parece, para adquirir algo de “musculatura” ante una eventual confrontación electoral. En el ínterin, hablan dislates, lanzan acusaciones infundadas e, incluso, “pierden los estribos”. Piensan que pasarán a la historia como los “enviados” de la era del Estado Plurinacional. Como aquellos que predicaron el cambio, pero dieron señales regresivas. Ahora que la situación se torna insoportable, particularmente para sectores de escasos recursos económicos, que soportan la elevación de precios de alimentos, medicamentos y otros.
Muchos de aquellos políticos han perdido credibilidad frente a la ciudadanía, por haber personificado la devastación económica, en un experimento político, que malgastó los ingresos por exportación del gas. El discurso que manejan, actualmente, es el de siempre, sin indicio renovador, reconciliador ni de unidad. Pregonan odio, demagogia y revanchismo, a fin de levantarse de la caída. Se deduce que por medio estaría el influjo de ideólogos del Socialismo del Siglo XXI y de aquellos que persiguen, descalifican y encarcelan, manipulando a la justicia.
Hicieron gimnasia política, inclusive, en la época del devastador virus de origen chino. Con acciones de extrema violencia que atentaron contra la vida, la salud y el bienestar de la ciudadanía, según la memoria histórica. “El odio surge en las carreteras como sombra fatal y advertencia. Lo que ocurre en el país no son protestas, menos reivindicaciones, ni política. ¿O cómo entienden a ésta los dirigentes de los movimientos sociales? Ya es común y corriente hablar en nuestro medio de bloqueo de ambulancias, impedir el paso de oxígeno para los afectados por el Covid, atacar a médicos y personal sanitario, etc.”, sostiene, un medio escrito (*). Acá nadie inventa datos ni incurre en calumnias. Prevalece la verdad, sobre todas las cosas.
La política es un “menjunje” de astucia, de tramoya y soborno. Estos elementos posibilitarán, más adelante, la conformación de alianzas o pactos entre organizaciones afines, donde los aludidos buscarán reivindicarse, de cara al 2025. Tratarán de buscar puntos de coincidencia, a fin de actualizar y enriquecer sus ofertas electorales. Probablemente, a estas alturas de la historia, ya haya contactos o sondeos con ese propósito, con personajes del mundo sindical, gremial, cultural, profesional y cívico, en las regiones donde creen tener respaldo, que les permitiría ganar en las urnas. Es que nadie, hasta este momento, ha mostrado “musculatura”, como para imponerse, de manera categórica, en una contienda electoral, si ésta fuera mañana. Posibilidades que están lejos, ciertamente, por cuanto andan dispersos y confundidos, a raíz de los problemas internos que aquejan a unos y otros.
En suma: he ahí un pantallazo sobre política y políticos.

(*) “Caminos de angustia”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 12 de agosto de 2020.

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