lunes, mayo 13, 2024
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Todo sobre la producción de Ghostbusters: Apocalipisis Fantasma

Parte I

Hace tres años, el lanzamiento de Ghostbusters: Afterlife se convirtió en la proverbial antorcha compartida: una nueva generación de Cazafantasmas- y de realizadores ad hoc- asumió la responsabilidad. Ahora, la historia continúa con los Cazafantasmas, quienes regresan al punto de origen de todo el problema- el Bajo Manhattan- con el fin de confrontar las más terroríficas (e hilarantes) amenazas en Ghostbusters: Apocalipsis Fantasma. Tras fungir como coautor y productor ejecutivo en Afterlife, Gil Kenan ha decidido ocupar la silla del director para esta nueva entrega.

Para Jason Reitman, el involucramiento en esta franquicia equivale a una auténtica acogida del papel que él mismo desempeña en el negocio familiar. “Una de las mejores experiencias de mi vida consistió en la creación de Afterlife, junto a mi padre, sentado a su lado en el set, acompañándole durante los muestreos iniciales y más tarde saliendo de gira para publicitar la película alrededor del mundo, de pie a su lado, frente a un público, presentándole: ‘Damas y caballeros, ¡Ivan Reitman!’”, comenta. “Vi a la gente ponerse de pie, y mi padre no podía ocultar su propio llanto. La experiencia de mi vida. Fue algo hermoso, que me hizo sentirme parte de la familia de los Cazafantasmas”. Algunos meses después del lanzamiento de Afterlife, Ivan Reitman falleció, dejando tras de sí un legado incomparable en lo tocante a la comedia y a la cacería de fantasmas. Antes de morir, Reitman profirió un último consejo para todas las generaciones. “Nos sentamos al aire libre con mi padre y comenzamos a contarle todas nuestras ideas para una próxima cinta”, rememora Jason Reitman. “Expusimos todo, y ésta fue la última historia que pude contarle- la historia de Apocalipsis Fantasma, una nueva aventura para los Cazafantasmas, quienes han regresado a Manhattan”.

Dan Aykroyd, quien retoma su papel como Ray Stantz y además funge como productor ejecutivo de la franquicia, dice que, “Lo que me impresionó fue la manera como Jason y Gil han dado continuidad a la historia, como si todo lo extrajeran del ADN que nosotros mismos pusimos en marcha en 1984. En última instancia, se trataba de gente común- ahora, de una familia como cualquier otra- que se gasta bromas, pero que, a la vez salva al mundo de terroríficas y espectrales amenazas, y esto se lo toman muy en serio. Adoro esta combinación en la pantalla grande”.

El timoneo de una cinta de la talla de Ghostbusters constituye una responsabilidad que el director Gil Kenan no se toma a la ligera. “Los estándares de estas películas son muy elevados”, explica. “Cada una de las cintas que ha aparecido antes ostenta momentos espectaculares. Apostamos todo a la creación de una nueva cinta que pueda ser digna del logo de los Cazafantasmas, y el espíritu que permite la soltura, la improvisación, lo lúdico y a la vez lo vital frente a las cámaras, todo ello forma parte de un espíritu colectivo que intenta capturar relámpagos en una botella. Esto es lo que una cinta de los Cazafantasmas implica”.
Tal y como acontece con todas las cintas de la franquicia, Ghostbusters: Apocalipsis Fantasma está diseñada para ser un puerto de entrada para aquel público que nunca antes ha visto una cinta sobre los y las Cazafantasmas, pero asimismo una creación satisfactoria para los seguidores acérrimos que han asistido a cada estreno desde 1984, “Estas cintas cambiaron mi vida de niño- esa mezcla especial de terror y comedia… Nunca antes había experimentado algo similar en una sala de cine”, asegura Kenan. “Lo que me convenció fue la diversión en juego, el gozo perceptible en la pantalla. Ese sentimiento, esa vuelta en la montaña rusa del mundo sobrenatural que nos rodea, me inspiró el tono para esta nueva parte. A veces da miedo, a veces da risa, pero divierte en todo momento. Y esto no ocurre solamente con los adultos que, como yo, crecieron con la cinta, sino con toda clase de público, incluyendo a los chiquillos que hoy por hoy tienen la misma edad que yo tenía cuando descubrí a los Cazafantasmas… Chicos y chicas que con suerte despertarán con esta cinta una sensación de revelación al interior del mundo de los Cazafantasmas, tal y como me ocurrió en 1984”.

Al tomar las riendas, Kenan consideró sobre todo los temas habituales de la franquicia, que, por supuesto hizo suyos, “Con Afterlife, muchos de los temas más personales de Jason fueron trabajados y canalizados en el guion. Se trataba sin duda alguna de pasar la antorcha generacional y confirmar si los personajes de esa historia podían recibir el legado y aceptar su destino. Ésa es la historia del propio Jason”, dice Kenan. En Ghostbusters: Apocalipisis Fantasma, tomando en cuenta- dice- que Reitman y él mismo son los escritores, lo más natural consistía en que el primero fungiera como productor y él mismo como director. “En mi opinión, como narrador, siempre hay algo ahí que me incita a definir un hogar- es un tema que conecta toda mi obra. Al interior de esta cinta, el principio que anima la historia gira alrededor de una familia que busca una especie de anclaje, un lugar que puedan considerar suyo, un sitio que les defina como familia. Es una cuestión a la que sé sacarle jugo, así que todo el asunto se transformó ante mis ojos en una historia que yo mismo podría dirigir”.

En Afterlife, Callie (Carrie Coon), Trevor (Finn Wolfhard) y Phoebe Spengler (McKenna Grace)- los integrantes de la familia del recién fenecido Egon Spengler- desconocen la historia de Egon como parte de un disparejo grupo de científicos que, en dos distintas ocasiones, salvó a Nueva York y al mundo del embate de los muertos. Tras descubrir este pasado, y acompañados de sus amistades Gary (Paul Rudd), Lucky (Celeste O’Connor) y Podcast (Logan Kim), los personajes acogen este legado como su propio futuro.
Afterlife concluye cuando los Cazafantasmas llevan el Ecto-1 a la estación de bomberos en Tribeca, el lugar donde todo comenzó- y es éste el tema que Apocalpsis Fantasma retoma como punto de partida. “Aprenden a ser familia”, dice el productor Jason Blumenfeld. “La estación de bomberos es su hogar, su taller, su laboratorio”.

Y nunca es fácil cuando el lugar en el que has crecido es asimismo el lugar donde trabajas. “Parte de la tensión es la interacción entre la vida y el trabajo, la necesidad de un equilibrio”, dice Kenan. “Los tubos les llevan de las habitaciones a la cocina, y más abajo, a los casilleros donde guardan sus trajes especiales y las mochilas con protones. El carro está a ras de la calle. La tensión entre lo que somos como familia y lo que somos como Cazafantasmas ocupa el corazón de esta historia”.

Y este balance se pierde caóticamente cuando los Cazafantasmas reciben una orden directamente del Alcalde Walter Peck (¿lo recuerdas?) que señala que Phoebe debe abandonar este proyecto. Peck ha soñado a lo largo de cuarenta años con acabar con los Cazafantasmas, y su último subterfugio es el “trabajo infantil” que una Phoebe adolescente realiza cada vez que utiliza un saco de protones, propulsado por energía nuclear.

“A Peck no le agradan los Cazafantasmas”, dice McKenna Grace, quien encarna nuevamente a Phoebe. “Para él, Phoebe es un eslabón muy débil, por ello decide provocarle- no puede cazar fantasmas porque es menor de edad. Signifique lo que esto signifique. Pero no era muy joven cuando derrotó a Gozer”.

Para Phoebe, esto es particularmente doloroso, porque gracias a la cacería de fantasmas ha encontrado un sentido de pertenencia. Al principio de la cinta, la familia entera se encuentra dentro del Ecto-1, acabando con el Dragón de Alcantarilla. “No sólo podemos ver a la familia entera trabajando conjuntamente; asimismo, sus acciones son fabulosas, y muy casuales”, comenta Grace. “Puedes darte cuenta de que han realizado esto desde hace tiempo y manejan todo sin fisura alguna. La cacería de fantasmas es aquello para lo que realmente sirven”. Pero entonces, en un instante, esta felicidad les es arrebatada.

Otro personaje que tantea terreno es el maestro convertido en cazafantasmas, Gary Grooberson, encarnado por Paul Rudd. Tras haber sobrevivido ese episodio durante el cual fue transformado en un perro infernal junto con Callie, los dos son ahora socios y cazadores enamorados. Pero con dos adolescentes bajo el mismo techo, él no sabe cuál podría ser su verdadero lugar. “Su instinto le compele a ser amigo de los adolescentes, pero a veces debes ser un padre capaz de imponer la ley. Pero eso, sin embargo, es el meollo del asunto- él no es un papá. Los conoció apenas hace dos años. Los aprecia y adora, pero no hay nada definido, y esto le pesa mentalmente, porque a la vez considera que ésta es su casa”.

Para Coon, el regreso a la franquicia supuso una agradable oportunidad de interpretar un papel muy distinto. “Temáticamente, el núcleo de la historia sigue ocupado por la familia, pero aquí no hay nada que semeje el típico comportamiento entre madre e hija”, dice la estrella. “Callie vive un buen momento. Tiene un propósito, que en Afterlife aún no hallaba. Se ha hecho cargo del negocio familiar, esto le enorgullece, y la familia funciona como nunca antes. Además. Gary Grooberson es un compañero equitativo y solidario, que se ha sumado asimismo a este negocio de familia. Además, le tocará manejar la trampa en el dron.”

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