120 años de vida con la misma misión

Como registra la historia del periodismo nacional, el martes 5 de abril de 1904, cuando en la ciudad de La Paz había aproximadamente 62.000 habitantes, era puesto en circulación EL DIARIO, en formato tabloide y de ocho páginas. En la Dirección del nuevo periódico estaba el Dr. José Carrasco Torrico, renombrado abogado constitucionalista y componente del Partido Liberal.
Sobre su línea de conducta y misión, su primer editorial en partes salientes señala: “Nuestro fin es amplio. Nuestra aspiración es ennoblecer el diarismo, discutir los problemas del país, favorecer su comercio, impulsar las industrias, predicar la paz entre los pueblos y la fraternidad entre los hombres… Independientes, absolutamente independientes, no tenemos fines políticos sino sociales. No aspiramos a otra cosa que a sostener con imparcialidad los verdaderos intereses nacionales…”.
Desde entonces ha pasado más de un siglo y en sus ediciones diarias encontramos información sobre eventos nacionales e internacionales tan importantes como las guerras mundiales, la del Acre y el Chaco, los sucesivos cambios de gobierno, levantamientos populares y muchos otros acontecimientos en los campos de la economía, política, educación, salud, cultura, deporte, etc. Sin duda, esa cantidad enorme de información es muy valiosa para investigadores de diferentes especialidades, así como las notas de opinión, reportajes especiales y análisis escritos por destacados intelectuales. Varios de ellos han sido directores de esta casa periodística, como Franz Tamayo, Casto Rojas, Claudio Peñaranda, Julio César Canelas, Luis Fernando Guachalla, Oscar Cerruto y otros.
A esos pensadores se han sumado muchos más que cada día con sus puntos de vista esclarecen temas que son oscurecidos por la desinformación interesada o la propaganda gubernamental. Pero en EL DIARIO también se han formado periodistas cuando no había carreras universitarias, siendo capacitados, además, técnicos en impresión, pasando desde el uso de linotipos, hasta el sistema offset. Y con la digitalización actual, sus ediciones son tanto impresas como virtuales.
A pesar de ser una tribuna de información y opinión, gobiernos socialistas y populistas han pretendido derrumbar una institución centenaria. Recordemos que en octubre de 1970 fue víctima de una arbitraria expropiación. Y en los últimos años ha sido objeto de excesivo control tributario y medidas de presión. A pesar de tales embates de tinte político, contra viento y marea hoy sigue esta casa periodística cumpliendo su misión que es informar y orientar a la ciudadanía sobre todos los asuntos que son de su interés, lo que es imprescindible en un verdadero sistema democrático.
Al final de cuentas, EL DIARIO ha recibido el respaldo de varias generaciones de lectores y anunciadores, que consideran que este matutino es patrimonio no solo de la paceñidad sino de toda Bolivia. Ese es el mejor reconocimiento que se puede desear.