martes, mayo 14, 2024
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“La Primera Profecia”, la genesis de la clásica franquicia de películas de terror

Corría el año 1976 cuando Richard Donner dirigió el primer capítulo de The Omen, en el que Damien, un jovencísimo hijo del Diablo, fue presentado al público por primera vez. La película fue un gran éxito comercial, recaudando más de 60 millones de dólares en los cines de Estados Unidos. Pronto siguieron otras dos películas: Damien: Omen II (1978) y The Final Conflict (1981), las cuales detallaron la evolución de Damien hacia su adolescencia y su edad adulta.

En Omen IV: The Awakening, de 1991, que debutó en Fox Television, una joven se convierte en el nuevo Anticristo. Y John Moore dirigió una nueva versión, The Omen, que se estrenó en los cines en 2006 y fue un éxito financiero, recaudando más de 120 millones de dólares con un presupuesto de 25 millones de dólares. En 2016, la serie de televisión Damien, creada por Glen Mazzara, debutó en la cadena A&E.

Ahora, la prolífica franquicia de terror tiene una precuela, La Primera Profecía. Arkasha Stevenson, que dirigió episodios de Legion y Briarpatch, hace su debut como directora de largometraje, lo cual da como resultado una mirada nueva, vibrante y elegantemente aterradora. La Primera Profecía es una precuela de la versión de 1976 –dice Stevenson–, pero lo que también era realmente importante para nosotros era crear una historia que pudiera sostenerse por sí misma. Realmente queremos que veas la versión de 1976, pero también tenemos nuestro propio mensaje para agregar a la franquicia».

El productor David S. Goyer (Hellraiser) dice: “Siempre me pregunté de dónde venía Damien, cómo ese bebé logró llegar a los brazos de Robert y Katherine Thorn. El deseo era crear una película de terror elevada que fuera a la vez atemporal y actual. Algo que apuntara al pasado, pero también a nuestro presente. Las películas de género elevado funcionan mejor cuando funcionan como espejos oscuros que reflejan nuestras ansiedades contemporáneas».

Goyer continúa: «Mi socio de producción, Keith Levine, y yo, nos sumergimos con entusiasmo en el proceso de desarrollo. Nuestro deseo era encontrar un guionista y director talentoso que diera su propio giro a la historia y que fuera profundamente personal, y con Arkasha Stevenson, encontramos ‘oro en el terror’. Arkasha elevó la película en todos los sentidos imaginables. Hizo algo ingenioso, relevante y completamente aterrador. Bajo la firme mano de Arkasha también logramos atraer a un reparto de calidad, que creo que nos sitúa a la par de la película original”.

Stevenson, el director y coguionista, se sintió inicialmente atraído por el proyecto debido al personaje de Margaret. «Soy una gran fan de Alan Pakula y una de mis películas favoritas es Klute», explica. «Me encanta esa película porque se podría llamar una película de terror, pero ante todo es un estudio de personajes. Realmente llegamos a conocer y preocuparnos por el personaje de Jane Fonda, así que cuando empiezan a sucederle cosas horribles, de ahí surge el horror. Y creo que eso es horror verdadero y fundamentado, cuando está impulsado por los personajes».

Stevenson y su socio productor y escritor, Tim Smith, con quien trabajó en proyectos para AMC, Hulu, Amazon y Syfy, desarrollaron el guion en conjunto y supervisaron el proyecto de principio a fin. Smith también se desempeña como productor ejecutivo de La Primera Profecía.

«Siempre estuvimos muy influenciados por los thrillers paranoicos y las películas de terror psicológico de los años setenta, así que la oportunidad de sumergirnos en el mundo de The Omen fue muy emocionante para nosotros», dice Smith. «Omen es una película fundamental que elevó el género y aprovechó los miedos de su época. Hizo que lo sobrenatural fuera tan inquietantemente familiar y táctil, que es el tipo de horror que realmente se mete bajo la piel y permanece”.

Smith continúa: «Con La Primera Profecía nos propusimos crear el sentimiento generalizado de desconfianza y amenaza en cada esquina que caracteriza a películas como The Parallax View y Repulsion. Para lograrlo, sabíamos que necesitábamos anclar la película en la subjetividad de Margaret, rastreando una mente que se fractura y finalmente se deshace. Más que nada, queríamos profundizar en los horrores que resuenan en nosotros y en la agitación de la época en la que vivimos, a la vez que respetábamos los orígenes de Damien».

«Además de muchas otras cosas, tenemos la historia del origen del bebé Damien, que obviamente es uno de los personajes icónicos de la película original, dirigida por Richard Donner», dice el productor Keith Levine (The Night House). «Así que tenemos mucha historia antes de esa película, y creo que cuando los espectadores vean esta película, verán instantáneamente cómo nos conectamos, pero también se darán cuenta de que existe potencial para que el universo se amplíe un poco más».

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