lunes, abril 29, 2024
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Censo político, más que técnico

Jhonny Vargas

Bolivia sufrirá una doble frustración este 23 de marzo, una conmemorando un año más de la pérdida de nuestro Litoral por culpa de la incapacidad diplomática del ex mandatario Evo Morales y otra por el capricho del gobierno del actual mandatario Luis Arce, de realizar un censo más político que técnico. Una vez instaurado el Fascismo Plurinacional en el poder, el MAS secuestró la Democracia y terminará por convertirse en uno de los ejemplos más acabados de totalitarismo de toda la historia boliviana. Casi todos los partidos políticos de oposición apoyaron al gobierno con sus acuerdos políticos y con su silencio, al igual que diferentes medios de comunicación y periodistas comprados por el régimen.

El MAS hace uso de la política del miedo y la división, que tan buenos resultados les da en las elecciones. El MAS es un verdadero suicidio de la democracia y de las políticas públicas también. Con el Censo 2024 lo que quiere el MAS es tener el control completo, sobre la planificación de las políticas públicas, continuando con la instrumentación de la política del “pan” y el “palo” en la redistribución de los recursos económicos en el país. Un Censo técnico no le importa al gobierno, porque lo preeminente para ellos es establecer, con base en esta recopilación de información, su estrategia electoral para hacer frente a los que no piensan como ellos. Tendremos resultados nada confiables, como el INE (Instituto Nacional de Estadística) que no es confiable.

Lo preeminente en este Censo para ellos es la cuestión racial, la división del territorio boliviano en naciones indígenas, originarias campesinas, para que sobre la base de esta división territorial y cultural someter, desde el centralismo, a la pluriculturalidad, expresión viva de nuestro país. Con los resultados finales falseados del Censo desean la preservación y posterior expansión de la raza de los señoríos Aymara y Quechua, es decir la occidentalización del país, sin respetar a las demás regiones del oriente y culturas. Y sobre la base de estos falsos resultados, posteriormente se realice la redistribución de escaños y representación política que favorezca a los intereses del Estado – Partido. (Movimiento al Socialismo). Lo demás, dentro de su estrategia de conservación del poder, llegará en su debido momento.

El MAS precisa una nación sumisa y para eso no vale limitarse a reprimir con base en caprichos y eliminar a los opositores o crear una oposición funcional al poder, también se hace necesaria la limpieza de casa para adentro, que es lo que estamos viviendo en cada congreso del MAS. Hay que hacer una gran purga, dicen ellos, y deshacerse de las fuerzas que obstaculizan o le hacen sombra, para la toma máxima del poder por parte de los más fuertes en el interior del instrumento político. Este es el tan cacareado proceso de cambio, para mí es una decepción, donde ahora ser mestizo es una mala palabra, o todos son indígenas o aquí nadie existe para el Estado Plurinacional.

La Bolivia Plurinacional, que pretende hacernos ver el Censo Nacional 2024 con sus resultados, es una nación rota, con un gobierno inoperante, que ni siquiera puede realizar bien un Censo, con estándar de “calidad”. Calidad significa hacer bien las cosas. Esta actual administración terminará en un proceso de degradación progresiva. El Censo no caló en la población boliviana, pues desconfía de este fantoche improvisado, de registro de población y vivienda, que ha sido impuesto por los enemigos de Bolivia, que se afanan en esconder la real fotografía o radiografía del país en este momento. No nos quieren revelar la placa real del Estado. El cuerpo enfermo del Estado adolece de diferentes enfermedades (crisis económica, narcotráfico masivo, inseguridad ciudadana, salud enferma, educación pésima, servicios básicos inexistentes y seguridad alimentaria imaginaria). A nadie le importa.

El MAS garantiza con su Censo una debacle estadística. Así como en el pasado perdimos nuestro mar, ahora perdemos la oportunidad de saber de manera eficiente cuántos somos, dónde estamos y hacia dónde tenemos que ir. El Censo 2024 solo servirá al MAS como una plataforma para hacer operable el mega fraude electoral venidero y también como una recopilación de información y diseño de su estrategia electoral para recoger votos de los indecisos y cautivos. Quiere conquistar a la clase media, que define el futuro de las próximas elecciones. Pero lo más preocupante es que después de que se den a conocer los resultados, habrá una pelea campal entre las regiones por los escasos recursos que son producto de un desgastado modelo económico.

Todo es improvisación en este país, hasta el Censo político, nada técnico, nada responsable y con voluntarios todavía niños, sin experiencia y sin la debida capacitación técnica. Será una chacota y, por tanto, los resultados no serán confiables, pero al gobierno no le importa desperdiciar recursos, con tal de hacer el “show político”. Frente a esta burla de Censo, tenemos ansias de ruptura total y renovación también total. No podemos seguir en las mismas, no puede haber cambio con los mismos de siempre. Tenemos una masa fácilmente manipulable, un Estado Plurinacional que todo lo controla, que todo lo domina. La fotografía del momento, saldrá distorsionada, por no decir deformada, será solo útil para los intereses de los políticos improvisados, que lo único que saben hacer es mentir y traicionar a su pueblo.

 

Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.

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