miércoles, mayo 15, 2024
InicioSeccionesOpinión¡Cara Sucia…!

¡Cara Sucia…!

Nelcy Ximena Quispe Colque

Si leemos fríamente el título de esta nota de opinión, sonará como algo ofensivo a la dignidad humana, hasta algunos pueden protestar por ser un término discriminatorio. Pero, CARA SUCIA, es una novela popular, leída por todo tipo de público, que fue escrita por José Camarlinghi, y distribuida a todas las unidades educativas en el año 1996, en tiempo de Reforma Educativa. Entonces, docentes, estudiantes y padres de familia, seguramente han leído con mucha pasión, porque su contenido relata la triste vida de un niño y su libro hallado en un cenizal.

El autor, hecho un turista; emprende viaje a esos lugares montañosos llenos de vegetación y soledad, por una carretera destartalada, llena de tierra y polvo; muy parecidos a esos caminos serpenteantes y peligrosos que tenemos en el sector de los Yungas de Bolivia. Y, empieza relatando: “Que un niño descuidado en absoluta pobreza, hambriento, vestido con harapos, descalzo sin zapatos; aparece en uno de los costados de la carretera con su cara sucia, ¡sorpresa…!

El niño caminando hacia su casa se detiene en un basural para buscar un pedazo de pan, nada encuentra; lamentando la avaricia e insensibilidad de los ricos, que tienen todo y de sobra, pero no comparten nada con los desdichados. En su viveza criolla, reflejaba inquietud para superar esta situación adversa de la vida como lo pasan muchos infantes del mundo. En esa búsqueda de alimentos para saciar un poquito su hambre, encuentra en el cenizal (p.30): “Un libro viejo de tapa roja y orla en bajo relieve, sin tapa posterior con varias hojas arrancadas, otras consumidas por el fuego, sólo le quedan algunas; son de papel fino, amarillentas de hastío y de vejez. Lo recoge con prisa, y con avidez, revuelve el motón para hallar los restos desprendidos sin encontrar nada”.

En ese instante: recuerda comentarios y recomendaciones de su madre, que un día había hablado de la importancia y significado de los libros, para aprender la lectura y escritura básica: “Cuando aprendas a leer conocerás muchas cosas… (p.16)”. Muy reanimado, brincando por el hallazgo del material, olvidando momentáneamente su hambre que le carcomía sus entrañas; retornó a su casa para balbucear las primeras letras del libro, por supuesto con el apoyo de su mamá. Pero, su madre se había ido de la casa, por rumbos desconocidos en busca de otros libros para su hijo único.

Lleno de inquietud, como es característica en los niños; aficionado a la lectura: Primero, aprecia y valora con mucha lastima, el destino que había sufrido el libro rescatado de un cenizal. Según su madre (p.38): “Los libros son los mejores amigos y los mejores maestros. Cuando aprendas a leer aprenderás muchas cosas: los inventos de los hombres, sus conquistas y sus exploraciones. Imaginarás que eres viajero en esta barca pequeñita que te llevará a países lejanos”.

El alma del libro, decía: “Cara Sucia, quiero explicarte algo y no encuentro el modo más sencillo. Sabes que los libros tienen alma como los hombres; bueno, yo no soy un libro… Me recogiste con gran generosidad. Soy tu protegido. Desde ese momento te acepté como un amigo, y te aseguro que este encuentro me hace brotar lágrimas. Te imaginas, viejo y llorando. Yo había perdido la fe en los hombres, pero la nobleza de tus sentimientos me da valor para afrontar la vida. Desde hoy en adelante seremos inseparables…”. (p.52).

Finalmente, hemos aprendido: que, con los libros, podemos viajar a lugares que no conocemos. Cuídalos, no los tires a los cenizales. Si puedes, obséquialos a un buen lector, los libros tienen alma…

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES