Google presento hace un par de semanas el primer paso para que cualquiera, en un futuro cercano, pueda crear sus videojuegos sin saber programación alguna, de ningún tipo. Y es que Genie, la nueva IA de Google, es algo tan revolucionario como básico en su ejecución.
«Un modelo básico para mundos jugables», un titular que ha puesto Google y que resume bastante bien lo que es esta nueva IA, aunque se queda algo corto para entender cómo funciona. Y es que el resultado no está, ni mucho menos, a la altura de cualquier juego actual, pero representa un paso sin precedentes en la historia de los videojuegos y la Inteligencia Artificial.
Google Genie es la primera IA que puede crear un videojuego básico a partir de imágenes o vídeos
Se llama Genie, acrónimo de Generative Interactive Environments, y es una IA Generativa de nuevo nivel que llega para convertir, de alguna manera, a cualquier usuario en un pequeño desarrollador de videojuegos.
Esta nueva IA representa un cambio de paradigma en el sector, el cual avanza a una velocidad que da vértigo y casi no se puede digerir el último concepto de IA, cuando ya hay otro mejor, distinto y nuevo.
La gran G la define como «una Inteligencia Artificial Generativa mediante la cual se pueden generar entornos interactivos y jugables a partir de una única imagen.»
En otras palabras, se le pueden dar imágenes, fotografías o vídeos para que ella cree un mundo virtual imaginario a partir de un mundo básico que extrae de los datos que es capaz de reconocer en lo que le aportamos.
Un entrenamiento a base de vídeos de Internet
Como la IA tiene que ser entrenada, Google usó vídeos de juegos de plataformas 2D y robótica para comenzar con Genie. La ventaja de este método de entrenamiento es que es general y según los desarrolladores de esta IA «debería funcionar para cualquier tipo de dominio, y es escalable a conjuntos de datos de Internet cada vez más grandes».
Pero claro, hablamos de un videojuego, y este tiene que ser jugable, ¿cómo lo hace Genie? Pues mediante el entrenamiento ha comprendido que se necesitan controles para el personaje en pantalla, lo cual les resultó difícil a los ingenieros, ya que un vídeo o un juego visto desde el punto de la IA no le indica a esta qué acción se está realizando en pantalla.
Es decir, si hay un puente o un agujero en el suelo, la IA ha tenido que interpretar por sí misma que el personaje en pantalla necesita saltarlo, o bien, que el jugador puede esquivarlo mediante otros métodos.
Google afirma que «Genie aprende no solo qué partes de una observación son generalmente controlables, sino que también infiere diversas acciones latentes que son consistentes en todos los entornos generados.»
Para lograr este hito, Genie se entrenó con 30.000 horas de vídeos de juegos 2D, concretamente, 6,8 millones de clips de 16 segundos, donde para ello Google ha indicado que necesitó miles de Teraflops durante semanas con miles de chips funcionando, aunque no ha especificado nada más sobre modelos o potencia total.