miércoles, mayo 8, 2024
InicioSeccionesEditorialLos “movimientos sociales” en crisis

Los “movimientos sociales” en crisis

La categoría “movimientos sociales”, que surgió en Europa con carácter inclusivo, se refería a la asociación de personas de acuerdo con su condición o nivel profesional. Es decir, abarcaba a ingenieros, médicos, arquitectos, gremiales, transportistas, etc. Pero, como es usual en nuestro país, por mala copia, por tergiversación ahora se llama así solo a grupos afines al gobierno de turno, como campesinos, mineros, interculturales y otros aliados. No se advierte, entonces, en que se incurre en discriminación, a pesar de que se pregona que se combate contra ese mal.
Sin embargo, ese término, ampliado unilateralmente durante los últimos veinte años, es solo una abstracción y nada profundo significa. Al contrario, los únicos conceptos que tienen valor son los concretos. En esa forma, no se sabía con quiénes estaban formados dichos movimientos, tampoco se sabía dónde estaban y menos a dónde iban. En todo caso, el uso de esas abstracciones dio algunos resultados a sus seguidores, aunque, finalmente, se desvanecieron hasta la última molécula.
En principio, esos “movimientos sociales” estaban unidos en torno a objetivos nacionales y democráticos, pero tan pronto ellos fueron conseguidos (mejor dicho, olvidados), esos organismos se dividieron o desaparecieron, dejando en la orfandad a sus propiciadores.
Sin embargo, todavía quedaron otros “movimientos sociales” que, ingenuamente, consideraban que sus objetivos serían cumplidos por el gobierno y no alteraron su lealtad. No obstante, pese a las proclamaciones oficiales, esas soluciones corporativas demagógicas se las llevó el viento.
Entonces, en esa forma, el tolderío político oficialista fue abandonado por los “movimientos sociales”, debido a que ya nada ofrecía y, por tanto, su destino estaba decretado con su fragmentación, su soledad y con un pie en la eternidad.
Como producto de esos antecedentes se produjo la insurrección popular de 2019, las misma que, aunque se frustró, solo momentáneamente, sigue madurando en pos de los objetivos de su programa histórico, ideario de contenido nacional y democrático que debe ser cumplido plenamente o, en caso contrario, el país continuará girando en un círculo vicioso de reacción permanente.
En síntesis, se puede considerar que el proceso iniciado a principios del presente siglo, tuvo éxito mientras los “movimientos sociales” confiaban en la corriente política dominante, pero en cuanto sus dirigentes perdieron la perspectiva histórica y adoptaron poses individuales y olvidaron sus ofertas, el llamado “proceso de cambio” llegó a su fase de finalización definitiva e irreversible.

Artículo anterior
Artículo siguiente
ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES