El oso lechuza, un depredador muy temido en el mundo de D&D, es exactamente como suena, una cruza entre una lechuza gigante y un oso, con una altura entre 8 y 10 pies. Así pues, cuando la druida Doric se debe transformar en una feroz bestia para proteger a un miembro de su tribu Elven adoptiva, sabiamente elige la forma de un oso lechuza. “Tuvimos la suerte de capturar y domesticar a un oso lechuza, así que lo usamos en la película”, bromea Goldstein.
Los realizadores cinematográficos acudieron a la naturaleza como referencia para inventar a la criatura, la cual se creó usando efectos visuales con tecnología de punta. Se invirtieron varios meses para afinar su diseño y lograr que pareciera una lechuza de las nieves que con su pico y plumas blancas. “Los directores querían anclar esto en la realidad, así que vimos fotos de lechuzas y de hecho nos prestaron una lechuza de las nieves”, explica el supervisor de efectos visuales Ben Snow, cuatro veces nominado a un Premio de la Academia®, cuyos créditos incluyen Star Wars: Episode II – Attack of the Clones y Avengers: Age of Ultron.
En el set, los realizadores cinematográficos colocaron un cartón con la cabeza del oso lechuza pegado en un poste para que los actores la pudieran ver y su mirada tuviera la altura correcta en la secuencia final. Después, un doble vestido en un disfraz blanco realizó las mismas acciones que cuando el oso lechuza ataca a las fuerzas de Forge; después sus movimientos se reemplazaron digitalmente con la criatura computarizada por los artistas de efectos visuales que trabajan en Industrial Light & Magic (ILM). “Es útil tener algo que muestre a los animadores y a los editores cómo sería la acción”, explica Snow. “En realidad ves a un tipo que se mueve”.
Los cineastas emplearon un enfoque similar para una secuencia posterior durante la cual Doric se infiltra en las cámaras del castillo de Forge como una mosca común, para después escenificar un frenético escape donde la vemos que se transforma de un ratón en un halcón, después en un gato y finalmente en un venado. “Ella huye a través del castillo y debe cambiar a diferentes criaturas para evadir la captura”, explica Snow.
Muchas transformaciones se crearon totalmente con efectos visuales, pero en las escenas de Doric como un venado tuvimos la actuación en el set de un doble especializado en parkour. “Era increíblemente ágil, rápido y capaz de correr a través de las calles”, añade Snow. “Esto ayudó a que hubiera una dinámica real ante la cual podía reaccionar la multitud y también la cámara. Entendemos que es un tipo en un traje café y que no corre en cuatro patas, pero es capaz de saltar en los edificios. Esta referencia nos ayudó cuando acudimos con nuestro equipo de efectos visuales para decirles, ‘Ésta es la sensación que esperamos crear’”.
El director de fotografía Peterson añade: “Si filmas cosas reales eso permite a los actores tener algo tangible que pueden tocar y reaccionar ante ello. Obviamente las escenas se perfeccionan después con efectos visuales, pero creo que la capacidad de ver algo vivo ayuda a todos los participantes”.
En cuanto al dragón Themberchaud, que vive en las cavernas y túneles de Underdark, los realizadores cinematográficos dependieron totalmente de imágenes generadas por computadora. Para determinar cómo se movería el pesado dragón, Snow y su equipo estudiaron la forma en que corren los cocodrilos, se mueven los perros obesos y se sacuden las focas. Snow afirma, “Incluso si los personajes hacían comentarios irónicos sobre el dragón, se debían enfocar en que era amenazador y lograr que se viera real”.
A diferencia de las secuencias donde participaba el oso lechuza, los actores tenían que imaginar al dragón a medida que filmaban. “Es difícil cuando ves a un miembro del equipo de efectos visuales que corre con una pelota de tenis en un palo; eso hicimos”, acepta Snow. “Los actores son bastante experimentados en esto, además John y Jonathan fueron realmente buenos para explicarles lo que iba a ocurrir”.
Debido a su deseo de crear prácticamente la mayor cantidad posible de criaturas y escenarios, el equipo creativo contrató a Legacy Effects, ubicada en California, con Shane Mahan, cofundador de la compañía nominado a un Oscar®, que fungió como supervisor de efectos especiales. Aunque Mahan y su equipo aportaron su famoso y experto toque a la película, también trabajaron con Snow en varios personajes que participaban antes, por ejemplo, cuando Edgin y Holga son llevados ante el consejo de absolución para defender su caso de liberación anticipada.
Los consejeros incluyen un dragonato, una raza similar a los dragones, con escamas como piel y un cráneo parecido; el personaje fue interpretado por un actor cubierto con prótesis diseñadas por Legacy. El equipo de Mahan también creó un traje de cuerpo entero para el actor que daba vida a Jarnathan, un distinguido Aarakocra del consejo. Para elaborar un pájaro humanoide, Legacy diseñó un impresionante maquillaje que incluía un pico articulado, enormes alas y patas con garras. Para crear el personaje halfling de la Baronesa Torbo, Snow y su equipo redujeron la altura del intérprete del papel, de 5’6’’ a 3’6’’.
Mahan supervisó todo el trabajo manual de las prótesis, así como un set para una secuencia de comedia en los Evermoors, donde los héroes despiertan a los muertos para pedirles pistas sobre el paradero del Yelmo de la Disyunción. “Hay multitud de festejos visuales en esta película, sin duda”, afirma Chris Pine, protagonista y productor ejecutivo de Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones. Pero en el corazón de todo, enfatiza Pine, está la camaradería y la comedia que se desarrolla entre un memorable grupo de personajes que verdaderamente se quieren como los miembros eclécticos de una familia recién formada. “Es una historia sobre personas heterogéneas que afrontan inmensos desafíos, terribles némesis y en gran medida parece que no van a lograrlo”, dice Pine. “Es una película muy divertida. Una enorme y emotiva realización cinematográfica al viejo estilo”.