jueves, abril 18, 2024
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Simón I. Patiño

Oscar Espinosa García

II. Construcción de un imperio

Patiño organizó los trabajos en la mina con muchas dificultades de tipo financiero que tenía. Los minerales que extraía eran de baja ley y su venta no cubría los costos de producción. Los 10.000 Bs que trajo su esposa Albina, permitieron que pueda continuar con la explotación de la mina.
Pasaba mucho tiempo dentro de la mina escudriñando la estructura de la roca y señalando los lugares donde los mineros debían hacer las perforaciones. En cierta ocasión indicó que se haga una perforación en una roca que contenía pirita, contra la opinión de su capataz Menéndez, un experimentado minero. Como resultado de esta perforación, llegó el día en que los mineros salieron de la mina con pedazos de roca que contenían un mineral blanco, que ellos creían era plata. Simón y Albina fueron vitoreados. Patiño llevó muestras de las rocas a un laboratorio en Huanuni, rogando que no fuera plata, que sea estaño. El laboratorio confirmó que las muestras contenían estaño en concentraciones significativas del 47 al 58 %. En el mundo estaba comenzando el ciclo de los metales industriales, entre los cuales estaba el estaño.
La concentración de estaño era tan grande que los minerales solo necesitaban ser molidos. La situación de Patiño cambió radicalmente, pudo pagar las deudas que tenía a la firma Fricke, que se había comportado comprensivamente con él y comenzar una explotación con beneficio. Pero también surgió el peligro de que el litigante Juan Artigue, que creía que la concesión que tenía llegaba a La Salvadora, decidió tomar la mina por la fuerza. Organizó una fuerza armada de 60 hombres bien armados y se dispuso a tomar la mina. Patiño organizó la defensa con sus trabajadores, contando con unos cuantos rifles. Demostrando firmeza y haciendo creer a los atacantes que disponía de una fuerza considerable, los atacantes se dispersaron.
Con el descubrimiento de la veta, Patiño organizó una empresa minera de alta eficiencia, optimizando los métodos de producción y de transporte. Hizo traer un ingenio de Alemania e instaló un andarivel para el transporte de minerales de la mina al ingenio. Recurrió al financiamiento de los bancos para adquirir estos componentes y otros más para el mejor desempeño de la producción. Se trasladó a Oruro para atender la administración general de la empresa y para atender los múltiples litigios que tenía con sus vecinos Sainz y Minchin y con Artigue. Para la administración en la mina contrató gerentes, pero él estaba vigilando permanentemente el desempeño de la mina, incluyendo la revisión de los estados financieros, para control de los resultados y de los costos de producción.
Con La Salvadora consolidada y en crecimiento, Patiño emprendió la ampliación de la empresa minera. Comenzó comprando las concesiones de sus vecinos “Bebin Hermanos” y la mina e ingenio de John B. Minchin. También adquirió las minas de “Penny, Duncan y Harrison” y otras existentes en el cerro Pozoconi de Huanuni. En 1906 fundó el Banco Mercantil. En Cochabamba, organizó la Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica proveyendo gran parte del capital de inversión. Para entonces los esposos Patiño eran los más ricos de Bolivia. En 1909 viajó a Hamburgo para abrir una oficina para que le sirviese de agencia de ventas y para la adquisición de maquinaria para sus minas.
Para cumplir la promesa que le hizo a su esposa Albina, Patiño hizo construir el palacio de Portales y la villa de Pairumani. En 1912, la familia Patiño se trasladó a Europa. Estuvieron primero en Hamburgo, Alemania, después en Paris, Francia, de donde hacía viajes a Londres. El propósito de Patiño era consolidar su oficina en Hamburgo, tomar contacto con los compradores de sus minerales, conocer el negocio de las fundiciones e investigar la posibilidad de hacer inversiones. Compró acciones de fundiciones en Europa y de compañías malayas productoras de estaño. Entre 1912 y 1921 hizo construir el ferrocarril Machacamarca – Uncía. Patiño utilizando dos empresas británicas y una norteamericana, entre 1914 y 1924 adquirió la “Compañía Estañífera de Llallagua”, comprando sus acciones en la Bolsa de Santiago. Esta era la empresa de capitales chilenos, que explotaba estaño en el cerro de Llallagua. En julio de 1924, registró en estado Delaware (EEUU) la compañía “Patiño Mines and Enterprises Consolidated (Incorporated)”, constituida por los activos del ferrocarril Machacamarca – Uncía, La Salvadora y la Compañía Estañífera Llallagua. En 1939, cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial, los esposos Patiño se trasladaron a Nueva York.
Para 1924, los esposos Patiño eran dueños de un imperio financiero, que fue construido por el esfuerzo y la consagración al trabajo de Simón I. Patiño y el apoyo de su esposa Albina. Patiño tenía una buena educación, adquirida en el Seminario de Cochabamba, un talento extraordinario para los negocios y una dedicación entregada al trabajo, con lo que construyó este imperio.

Oscar Espinosa García es ingeniero civil.
Blog: Historia, transportes y desarrollo.

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