lunes, mayo 13, 2024
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Mi experiencia en Catar

Hace un año recibí la confirmación de la FIFA para viajar a Catar como voluntario oficial al Mundial Catar 2022.  Después de mi experiencia de EURO 2020 en Londres, esta vez mi trabajo como voluntario oficial Catar representaba una incógnita, porque en esta oportunidad FIFA elegía por primera vez un país árabe como organizador del mundial 2022.

Según los organizadores, su afán era mandar un mensaje de que la Copa Mundial ha corregido las percepciones erróneas de los musulmanes y la región, y ha enviado un fuerte mensaje positivo al mundo. El torneo dejará un legado para el futuro.

Todo estaba perfectamente organizado para los aficionados locales e internacionales. Podían llegar y salir de los estadios fácilmente, lo más importante es que los fanáticos podían ver dos o tres juegos en un día, lo cual es notable para cualquier fanático del fútbol.

Numerosas sorpresas, la eliminación temprana de gigantes del fútbol y la vertiginosa carrera de un equipo a las semifinales insinuaron la fragilidad del orden futbolístico tradicional.

Esta era, por supuesto, una imagen que Catar quería retratar, no solo en términos deportivos, sino también en el ámbito de la política internacional.

Y con el espectáculo ahora terminado, hay una sensación en algunas partes del mundo de que el estado del Golfo es anfitrión de un torneo emocionante, que representa un cambio importante en el sistema global.

Mi impresión como voluntario acerca de Catar 2022 fue increíblemente positivo, no solamente en la parte futbolística, sino por mi gran experiencia de conocer y de haber compartido mi estadía por más 25 días con voluntarios de todo el mundo, especialmente con voluntarios del medio oriente, los cuales me ofrecieron una amistad incondicional.

Por primera vez tuve la experiencia de trabajar, crear amistades con cataríes, omanís, saudís, iraníes, filipinos y mucha gente joven de Uganda, Kenia, Senegal, etc.

Desde el principio, Catar se ha defendido contra críticas a su derecho a organizar tal evento. Ahora se sienten reivindicados.

La agencia estatal de noticias QNA dijo: «El sueño se ha convertido en realidad y no se ha descarrilado de su camino por las campañas de distorsión y las acusaciones maliciosas». El periódico progubernamental Al-Sharq dijo que el evento había mostrado «a los fanáticos una nueva cara de la cultura árabe».

Este fue un sentimiento que se hizo eco en el nivel superior. El emir qatarí Tamim bin Hamad Al Thani tuiteó: «Hemos cumplido nuestra promesa de organizar un torneo excepcional desde tierras árabes, que dio la oportunidad a la gente del mundo de conocer la riqueza de nuestra cultura y la autenticidad de nuestros valores».

El sentido de orgullo árabe se vio reforzado por la heroicidad del equipo de Marruecos. La televisión estatal marroquí Al Aoula atribuyó esto a una tendencia más amplia, diciendo que el torneo organizado por Catar «tenía un sabor especial, sazonado con la cultura de un pueblo que no abandonó sus raíces y que permaneció apegado a sus tradiciones, a pesar de mil críticos».

Agregó que el torneo «será recordado por todos los pueblos del mundo, y a las generaciones futuras se les enseñará cómo los árabes han logrado asombrar al mundo con mensajes de hermandad, tolerancia y solidaridad».

 

Londres, Inglaterra.

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