Al empezar un año esperanzador con pensamientos positivos y tranquilidad de conciencia, tratando de omitir los muchos problemas sociales, políticos y económicos que atraviesa el país, preocupa la sobrevivencia de los comerciantes informales que, establecidos en la calles y avenidas de las ciudades capitales e intermedias, ofrecen diariamente sus productos diversos a sus eventuales consumidores, sin márquetin esquemáticamente elaborados.
Seguro, aquel visitante que alguna vez se dio un paseo, por las ferias de las ciudades (Ceja y 16 de Julio), pasando por sus calles y avenidas, escuchó una infinidad de anuncios verbales o gritos de los vendedores: jóvenes y señoritas de buena presencia, ofreciendo mercaderías de toda índole nacional e importada. Y, si tienes un oído fino para escuchar márquetin, entendido como un conjunto de técnicas y estudio de comercialización de un producto, te quedarás sorprendido con este anuncio culinario original.
Una de las mejores propagandas que escuché para vender plato de comida en la puerta de un mercado popular, fue el relato de un joven convincente que expresaba en lengua aymara: “jutam, jutam, ukharu qunthasima, mä chairito manqasiwayama, jawas tutumpi apanita Copacabanata, wali sumapuniwa, amtaskataxaya charkisitumpi kuna…”. Traduciendo al castellano, decía: “Ven, venga señor cliente, tome asiento en esa silla y sírvase un rico plato de chairo, acompañado con habas traídas de Copacabana, muy rico siempre es, te recordarás…”.
En el mundo de la cultura aymara, preparar un plato de chairo tradicional, requiere paciencia y buen humor para sazonar adecuadamente con hierbabuena, acompañar con un plato de habas cocidas “phuthi”, con su infaltable “llajwa” molida a mano en un batán de piedra. Demostrándose, que la preparación del chairo, requiere dedicación exclusiva de la cocinera para dar un sabor único a la comida. Cuando se tiene una buena cocción y condimentación, es muy agradable al paladar y degustación de los comensales.
Como decíamos, la cocción y sazonamiento del chairo, necesita paciencia y tiempo de parte de la cocinera. Por eso, son pocas las señoras que conocen la preparación de esta rica comida del Ande y observamos ocasionalmente vendedoras ambulantes que ofrecen estratégicamente en las plazas un rico plato de chairo. Ahora bien, es conveniente explicar que la materia prima para la preparación del chairo es el chuño seco y deshidratado en tiempo de invierno.
¿Cómo se prepara el chairo?, primero se debe moler el chuño seco en un batán, tomando en cuenta la proporción o la cantidad de platos que necesitamos para los comensales. Luego, remojar chuño molido por un periodo de media hora en un recipiente, colocar la masa en agua hervida después de hacer cocer previamente la papa, mote de maíz, zanahoria, cebolla y charki. Cuando está en su punto, se sirve como desayuno en las primeras horas de la mañana, porque es más agradable al gusto de las personas que buscan comer alimentos naturales.
Por los atributos alimentarios y medicinales que tiene un rico plato de chairo, fue gratificante escuchar un márquetin original expresado en lengua aymara, que incuestionablemente conquista, atrae y convence a los comensales a saborear y degustar un plato de chairo también original, incomparable con cualquiera de las comidas rápidas del mercado: “Ven, siéntese cómodamente y sírvase un rico plato de chairo, será una experiencia inolvidable…”.