jueves, mayo 16, 2024
InicioSeccionesEditorialEnredos de una prolongada crisis

Enredos de una prolongada crisis

En últimos meses, el país soporta una prolongada crisis política de grandes proporciones que, por la frecuencia con que se produce, no es extrañar, aunque, en este caso, ya dura alrededor de cuatro meses y no tiene visos de terminar a corto plazo.
Empezó a mediados del año pasado, cuando estalló con motivo de la convocatoria a la realización del censo nacional, pero para el año 2024. El cambio de fecha agitó las pasiones de los departamentos del interior, en especial Santa Cruz, y derivó en notables discusiones bizantinas, aunque después el país pase a una etapa que mostraba perspectivas optimistas. Para entonces, el conflicto había durado alrededor de dos meses y se aproximaba el fin de año.
Entonces se presentó en Santa Cruz un problema mayúsculo. En efecto, la crisis se reinició tempestuosamente porque el gobernador cruceño fue citado para que declare acerca de su rol en el llamado Caso Golpe Uno. Efectivamente, sin respetar las formas, la Policía apresó al gobernador y fue enviado a la cárcel de Chonchocoro, en medio de bruscos actos policiales, visibles mediante los medios de comunicación. El hecho fue como vaciar gasolina al fuego, reavivó la crisis en vísperas de Navidad, y se convirtió en un incendio que dura hasta estos días, sin que se vislumbre aún un final.
En suma, la crisis política ya persiste alrededor de cinco meses, pero el problema sigue corcoveando y se extiende por el país, con manifestaciones en departamentos del interior, lo que muestra que el problema, en vez de terminar, estaría entrando en un nuevo ciclo, ya que solo se combate los efectos y no las causas.
Pero, sobre mojado, llovido. La resistencia cruceña ha lanzado duras amenazas para evitar el envío de le alimentos diversos al interior del país, lo que creó nuevos problemas, como escasez de alimentos y subida de precios, que el gobierno subestimó, sin resolver el problema, ya que las ciudades andinas sufrieron el efecto del golpe. La Paz, entre tanto, quedó bloqueada, por la amenaza cruceña, una huelga en el sur de Perú que no permite el ingreso de alimentos a Bolivia y la falta de producción interna. La Paz quedó al borde de una crisis alimentaria que puede agravarse.
Un hecho notable fue que campesinos de ocho provincias peruanas entraron en conflicto con el gobierno de Lima y volvieron a bloquear el transporte de cientos a camiones con carga, de ida y vuelta. Hecho que fue motivado –según autoridades peruanas– porque Evo Morales de Bolivia, habría participado en dicho bloqueo campesino, por lo cual fue amenazado con un proceso penal, por intervenir en asuntos del país vecino.
Por consiguiente, es un tema de gravedad. El bloqueo peruano, presuntamente inspirado por Evo Morales, produjo la parálisis del transporte y, enseguida, Bolivia va quedando sin alimentos que vienen de Perú y que abastecen a La Paz y El Alto.
En fin, la prolongada crisis no solo tiene significado en el tiempo, sino también por los múltiples efectos que conlleva, mostrando, además, ribetes que seguirían creciendo como bola de nieve.

Artículo anterior
Artículo siguiente
ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES