El R.P. Joaquín Mahler nació el 27 de septiembre de 1922 en Long Island City, N.Y. Ingresó al noviciado en St. Bonaventure Friary, Paterson, N.J., en 1942, profesando votos temporales un año después. El Padre Joaquín se ordenó en 1949.
Su primera asignación fue a la escuela secundaria Bishop Timon, Buffalo, N.Y., donde enseñó desde 1949 hasta 1955.
En 1958 se creó en Bolivia la Diócesis de Coroico, que comprendía las provincias Nor y Sud Yungas, Franz Tamayo y Larecaja. En 1960 el padre Joaquín fue destinado a la localidad de Sorata (vestía su sotana de color café), conjuntamente con los padres franciscanos norteamericanos Norman, Crispín, el hermano Marcos y otros. Antes estaban franciscanos italianos. El R.P. Norman contrató profesores de música y creó una banda de música para la comunidad de Atahuallpani, al frente de Sorata. Asimismo, Norman envió a Estados Unidos a trabajar a un sorateño. Dentro de este grupo de franciscanos, en 1969 llega a Bolivia el «legendario» R.P. Miguel Dooling, principal impulsor del proyecto OSCAR, construyendo principalmente los caminos de Guanay a Tipuani y de Guanay a Mapiri.
En la ciudad de Sorata, el padre Joaquín, amplió y renovó la “Casa Parroquial”, fundó el Seminario de Espada, con un internado en el que habitaban aspirantes a sacerdotes, jóvenes de las 3 provincias antedichas. También coadyuvó a la construcción y creación del Colegio Juan XXIII, de instrucción secundaria y colaboró a los bachilleres para la continuación de sus estudios posteriores con ayuda económica. Recordemos que antes de la llegada del R.P. Joaquín a Sorata, desde el sexto curso de estudios del colegio, el estudiante debía trasladarse a la ciudad de La Paz, para completar 6 años más y así salir bachiller. Por otro lado, no existían centros de formación ni siquiera de técnico medio en Sorata. Algunos jóvenes estudiaban ramas técnicas vía correspondencia (ejemplo Armando Ruiz) y así se superaban siquiera para obtener un grado de técnico medio. En resumen, la juventud debía buscarse la vida para capacitarse y posteriormente buscar trabajo en los rubros de la minería, educación, transporte, comercio u otros. Algunos jóvenes también migraron a la Argentina (Flores), Brasil (Sergio Loza Blanco) y Estados Unidos (Jaime Botello).
El Obispado de Coroico, mediante sus miembros, facilitaron la integración de toda la Diócesis, de manera que el padre Joaquín y sus colegas, celebraban misas los días domingos y en las fiestas, en los diferentes cantones de la provincia Larecaja. De la misma manera, el padre Joaquín, fomentó el deporte y fundó en Sorata el “Club Perla Andina” y en Guanay el “Club Ingavi”. En 1962 hizo la travesía por el camino de herradura desde Sorata hasta Guanay, en la ruta llamada “Camino del Diablo”, acompañado de Federico Pérez Clavijo y Waldo Rodríguez Mendoza, habiendo bautizado y casado a los habitantes de las comunidades aledañas del trayecto. En el mismo año impulsó el viaje de los miembros del “Club Perla Andina”, desde Sorata hacia La Paz-Caranavi-Alcoche y luego en callapos por el rio Coroico hasta Teoponte y luego hasta Guanay. En Guanay se enfrentaron los clubes de “Perla Andina” e “Ingavi” con un score de 2 a 2 y además facilitó el regreso de Guanay hasta Caranavi, mediante el avión “Northrop” de la South American Placers Incorporated (SAPI), piloteado por el legendario capitán Walter Ballivian Chávez. Esta visita a Guanay, fue devuelta con un partido en Sorata el 14 de septiembre de 1962, habiendo derrotado el “Club Perla Andina” con un score de 4 a 1.
Por otra parte, compró maquinas proyectoras de cine y en Sorata, los fines de semana, se proyectaban películas en el Teatro Municipal, cuyo responsable era Serafín Bonilla Agramont, secretario de la parroquia.
Asimismo, instaló una carpintería en la margen derecha del rio Koribaya, cuyo funcionamiento estaba a cargo de Eduardo Cossío y Arturo Orihuela que construían muebles para la Iglesia y para el colegio de Sorata.
Posteriormente fue párroco en la localidad de Caranavi y finalmente párroco y responsable de la Iglesia de San Francisco de La Paz.
En Bolivia, el padre Joaquín, estuvo 36 años. Mientras permaneció en Bolivia, también se desempeñó como superior regional, consejero del Vicariato y fue seleccionado como Consejero Provincial de la nueva Diócesis, pero pidió ser excusado.
En 1984 recibió la medalla Pro Ecclesia et Pontifice por su extraordinaria labor en Bolivia. Durante muchos años, se desempeñó como Tesorero Provincial en Bolivia, cargo al que aportó mucho con sus talentos.
Regresó a los Estados Unidos para servir en St. Paul’s Parish, Wilmington, Del., hasta 1996. Su fluidez en el español lo convirtió en un gran activo para St. Paul’s y Holy Cross Parish en el Bronx, N.Y. Mientras estuvo en el Bronx, fue a trabajar en la Unión Misionera Franciscana y dio un año de dedicación y servicio para organizar y predicar en llamadas misioneras de fin de semana. En 1997, se retiró a Holy Name Friary, Ringwood, N.J. Falleció allí el 14 de marzo de 1997. El padre Joaquín tenía 74 años, era sacerdote desde hacía 48 años.
En el año 2022 se conmemoraron los 100 años de su nacimiento. ¡Dios bendiga al Padre Joaquín Mahler y a todos sus hermanos de la Congregación Franciscana!
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