domingo, mayo 19, 2024
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El gesto solidario de AIBD

Por: Susana Gutiérrez

 

Después de dos años de receso por la pandemia, la Asociación de Integración Diplomática (AIBD) ha programado para este 18 de noviembre su gala anual, con el propósito de continuar su ayuda a los sectores menos favorecidos de la sociedad.

 

Para conocer detalles sobre la organización de la mencionada actividad, que es la de mayor recaudación del año; además de otros aspectos relacionados con la Asociación, conversamos con su presidenta, Graciela Larrea.

 

¿Hace cuánto tiempo preside la Asociación?

 

La directiva de la Asociación se elige anualmente entre los miembros que hayan demostrado su interés en servir en esta condición.  En mi caso, soy Presidenta de la Asociación de Integración Diplomática en Bolivia desde febrero de 2022, y cumpliré mi período en febrero de 2023.

 

¿Qué es AIDB?

 

Hay dos razones fundamentales por las que tenemos este nombre: una actualización de tradiciones que han cambiado, y una mejor expresión de propósito. Antes, estas iniciativas de los cónyuges de diplomáticos se conocían en el mundo entero como las asociaciones de damas diplomáticas debido a que los funcionarios eran generalmente hombres; en la actualidad, las cosas han cambiado y son muchas las mujeres que se destacan en el mundo y ocupan puestos importantes como embajadoras, representantes de organismos internacionales y funcionarias internacionales, y sus esposos son quienes las acompañan y forman parte de la AIDB. Por otro lado, uno de los principales objetivos de la asociación es la integración de la diversa comunidad internacional tanto entre ella como con este hermoso país que nos acoge.  Parte de esa integración es conocer las costumbres, la cultura, los éxitos y los retos de Bolivia; y, por supuesto, involucrarnos en enfrentar esos retos desde actividades benéficas voluntarias.

 

¿Qué organismos forman parte de la Asociación?

 

Todos los funcionarios acreditados de embajadas y/o consulados y sus parejas están invitados a formar parte de la Asociación Diplomática, al igual que todos los organismos internacionales acreditados en Bolivia. La participación es personal y voluntaria, aunque a nosotros nos encantaría tenerlos a todos en nuestra Asociación.

 

¿A quién está dirigida la ayuda?

 

Todos nuestros fondos de apoyo se canalizan a través de fundaciones establecidas con una fuerte vocación social y enfoque en poblaciones muy vulnerables.  Nosotros las estudiamos con mucho cuidado para asegurar un alineamiento de objetivos y un gran impacto en las personas que podemos alcanzar; tratamos de ayudar a niños, jóvenes y ancianos.  Muchas de las fundaciones han contado con nuestro apoyo por algunos años, otras son nuevas; las vamos monitoreando y vemos quiénes necesitan más ayuda. Actualmente tenemos cinco fundaciones a las que les entregamos ayuda mensualmente, estas son: Enda El Alto, Kardiozentrum, Asilo de Ancianos San Ramón, Fundación Nuestra Esperanza y el Orfanato Carlos de Villegas.  Por el momento, nos concentramos en La Paz y El Alto, aunque quisiéramos expandir nuestro apoyo a otras regiones del país si logramos crecer un poco más.

 

¿Cómo se elige a las instituciones beneficiadas?

 

Estudiamos mucho a las fundaciones que ayudamos, tanto en su trayectoria como en su enfoque.  Queremos asegurarnos que sean fundaciones serias, ya constituidas y que nos permitan ir cada vez que queramos a visitarlos, también que nos presenten un reporte trimestral de gastos y actividades que realizan. Nos gusta ayudar a niños, jóvenes y ancianos en situación de alta vulnerabilidad.

 

¿Qué actividades realizan a lo largo del año?

 

Tenemos nuestras asambleas internas cada mes, ahí nos reunimos los socios de la Asociación Diplomática para charlar sobre los distintos temas que nos parecen importantes sobre nuestras fundaciones y es ahí donde planeamos las actividades que realizamos cada mes. En estas asambleas también nos conocemos, conversamos de nuestros temas personales, hacemos amistad y, generalmente, degustamos de un sabroso brunch, cortesía de alguna de las socias.

Hacemos actividades de recaudación de fondos como son torneos deportivos y reuniones sociales y culturales. Antes de la pandemia, se solía hacer el tradicional té rummy y otras actividades que, poco a poco, se irán retomando.

 

¿Cómo responde la sociedad paceña a las actividades de la Asociación?

 

Siempre hemos tenido muy buena acogida, las personas de La Paz son gente buena, siempre están dispuestos a ayudar y les encanta cuando escuchan que estamos haciendo eventos para ayuda social. Hemos tenido la oportunidad de conocer gente maravillosa que han aportado no solo fondos, sino también con trabajo para acompañar a la Asociación en nuestras obras. Yo pienso que a las personas hay que darles la oportunidad de ayudar, porque muchas veces no saben de qué forma hacerlo.

 

¿Qué proyectos tienen a futuro?

 

Tenemos miles de proyectos, a nosotros nos encantaría hacer de todo, el problema es el tiempo. Nuestra directiva se termina en febrero de 2023, por supuesto siempre seguiremos apoyando a la AIDB mientras estemos en Bolivia. Nos gustaría hacer un desfile de modas, eso nos quedó pendiente este año, también quisiéramos hacer un juego tipo casino, otro torneo de tenis, en fin, tantas cosas que se puede hacer para juntar recursos y apoyar a los más necesitados; lo único que se necesita es poner ganas y trabajar duro, la verdad es un trabajo duro pero muy gratificante.

 

Conociendo a Graciela Larrea

 

Graciela Larrea de Ramírez nació en Quito- Ecuador, es esposa del representante de Unicef en Bolivia, Rafael Ramírez Mesec. Desde temprana edad se identificó con el arte y la creatividad, es así como desarrolló su vida. Estudió decoración de interiores en la universidad, pero se dedicó más al arte, además transmitió sus conocimientos a niños mientras vivía en Ecuador.

 

Luego le tocó dejar su país para acompañar a su esposo en funciones diplomáticas y se dedicó a estudiar pintura. “Me apasiona el arte vietnamita, lo aprendí en nuestro primer destino que fue Hanoi, Vietnam. Más tarde vivimos en El Salvador, en donde estuve más enfocada en la vida de mis hijos que ya estaban por concluir su colegio”, recuerda. Ahí también tomó clases de arte, pero de otra variedad. Aprendió a trabajar con vidrio, otra técnica que considera maravillosa. “Hacíamos mosaicos con una excelente  maestra con una reputación altísima en San Salvador. Luego estuvimos destinados en Caracas, Venezuela. Por Caracas mi situación fue más de pintar en casa y de acompañar a mi esposo en su vida diplomática. Mi último hijo terminó su colegio en Quito, Ecuador por lo que viajaba constantemente entre Ecuador y Venezuela. El clima maravilloso de Caracas nos permitió disfrutar de sus playas y de esa belleza de paisajes incomparables”.

Luego, el destino los llevó por un corto tiempo a la isla de Cuba, “ahí mi esposo cubrió por 3 meses al Representante de país, fue maravilloso, sol, playa y mariscos, realmente fue como unas vacaciones. Yo le acompañé solamente por un mes, porque tenía que preparar mi traslado a La Paz, Bolivia en donde nos encontramos ahora. La Paz nos ha brindado tranquilidad y cariño, hemos conocido gente maravillosa, cálida. Ya estamos aquí 3 años y realmente nos sentimos como en casa. De pintar muy poco, porque el trabajo en la Asociación es mucho, estuve el año pasado de Tesorera y este año como presidenta”, comenta.

 

Estando ya en Bolivia, llegó la pandemia, pero reconoce que para la familia Ramírez no fue tan malo, pues todos sus hijos vinieron a La Paz y la pasaron en familia, juntos y divertidos jugando cartas, haciendo pasteles y, sobre todo, unidos, relata la titular de AIDB, y destaca que siempre hay que ver el lado bueno de las cosas malas. En esencia así es Graciela, una mujer de familia que adora a su marido y a sus hijos, que le encanta estar en su casa con su gato y ahora con su perrito boliviano, pero que cuando se trata de ayudar al prójimo en necesidad lo hace con una gran sonrisa en los labios.

 

Sobre el evento

 

La Gala Diplomática se realizará el viernes 18 de noviembre, a horas 19:30, en el Real Plaza Hotel, ex Radisson. La adhesión es 80 dólares por persona. Reservas al 72202991.

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