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Dos versiones de «patria o muerte», la rusa y la de Bolivia

INTRODUCCIÓN

 

Actualmente miles de rusos, huyen a los países vecinos y así evaden ir a la guerra contra Ucrania y es así que se nos viene a la memoria como nuestros «ex Combatientes de la Guerra del Chaco» (hoy Héroes Bolivianos), en forma tremendamente valiente, asistieron al «Infierno Verde» y algunos de ellos murieron en plena guerra o después, dejando inclusive huérfanos, aunque el Estado Boliviano nada hizo para la manutención de éstos, como «un Estado mal agradecido», dejando solo nefastos antecedentes en esta temática. Eso sí, a cada gobierno boliviano de turno, siempre le interesaron los jugosos sueldos de YPFB, institución que vivió o vive del petróleo y del gas defendido en la Guerra del Chaco. Analicemos, pues, un poco de la Guerra del Chaco.

El segundo Comandante General de las Fuerzas Bolivianas, de la Guerra del Chaco, el Gral. Enrique Peñaranda del Castillo, nació en la hacienda Porobaya del cantón Chuchulaya de la provincia Larecaja del departamento de La Paz, el 15 de noviembre de 1892 (en la plaqueta de la estatua de la Plaza de Sorata, presenta una fecha de nacimiento de 17 de octubre de 1892).

Se educó en los colegios Ayacucho y Don Bosco de la ciudad de La Paz. Falleció en Madrid-España el 22 de diciembre de 1969. Sus restos yacen en el «Cuadro de Honor» de la Guerra del Chaco, en el Cementerio General de la ciudad de La Paz.

 

PEÑARANDA, PRESIDENTE DE BOLIVIA

Fue político y militar. Como político fue Presidente Constitucional de la República de Bolivia desde 1940 hasta 1943.

Fue derrocado el 20 de diciembre de 1943, por un golpe de estado comandado por el My. Gualberto Villarroel y otros oficiales. Su tiempo de mandato fue de 3 años con 8 meses.

Las actividades de su gobierno, como cualquier otro, tuvieron «luces y sombras», pudiéndose citar las siguientes: A raíz del ataque japonés a Pearl Harbor, el gobierno de Bolivia, proclamó su solidaridad con Estados Unidos, habiendo declarado la ruptura de relaciones diplomáticas con los gobiernos del eje (Alemania, Italia y Japón).

También Bolivia vendió wólfram y estaño con precios irrisorios y muy por debajo de las cotizaciones internacionales, el primero a 21 dólares la unidad de 20 libras y el estaño a 40,5 centavos de dólar la libra fina.

Cabe recordar, que Bolivia en la Segunda Guerra Mundial, era el único productor y proveedor de estaño en el Hemisferio Occidental, ya que los países productores de estaño del sudeste asiático estaban ocupados por el Japón.

En su gobierno se produjo la masacre de Catavi contra los mineros de la Empresa Patiño, durante esta masacre falleció la legendaria «palliri» María Barzola.

A partir de mayo de 1943, el general, realizó un viaje por Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, Panamá, Haití, México, Cuba, Canadá y Estados Unidos. En EEUU le rindieron honores militares los Marines norteamericanos y también fue recibido por el presidente Roosevelt.

 

COMANDANTE DE EJÉRCITO

Como militar, Peñaranda concurrió a la Guerra del Chaco (1932-1935), llevada a cabo entre las repúblicas de Bolivia y Paraguay. Fue Comandante en Jefe del Ejército Boliviano durante la Guerra del Chaco, después de la destitución o renuncia del Gral. Hans Kundt, alemán. Muchos autores afirman que el Gral. Peñaranda era muy capaz, que si hubiese sido elegido desde el principio de la contienda bélica, posiblemente el resultado de la guerra hubiera sido distinto, se asevera que era buen organizador, estratega e instructor.

Recordemos que las disputas en el Chaco eran en un principio limítrofes, porque nunca se realizaron las delimitaciones correspondientes. Pero el descubrimiento de petróleo en 1927 en el lado boliviano, por una empresa transnacional norteamericana, fue la causa principal que empujó al Paraguay contra Bolivia, ya que se pensó que debajo del Chaco Boreal existían grandes reservorios petrolíferos.

En el Chaco Boreal, hasta 1930, Bolivia tenía los fortines de avanzada Alihuatá, Platanillos, Ballivián, entre otros, y el Paraguay contaba con los fortines Nanawa, Gondra, Boquerón, Corrales, Toledo, entre otros. La Guerra del Chaco se inició durante la presidencia del Dr. Daniel Salamanca, sus máximos jefes militares en 1932 fueron los generales Filiberto Osorio (Jefe de Estado Mayor) y Carlos Quintanilla (Comandante de las tropas del Chaco). El 16 de julio de 1932, Paraguay recaptura la laguna Pitiantuta (Chuquisaca). Posteriormente, Paraguay ataca el fortín Mariscal Santa Cruz, es así que el Dr. Salamanca el 18 de julio de 1932, ordena el ataque sobre los fortines Corrales y Toledo, órdenes que cumple el 27 y 28 de julio, el Cnel. Enrique Peñaranda del Castillo. El 1 de agosto, con la ayuda de la Fuerza Aérea, Bolivia toma el fortín Boquerón.

En esta guerra, por parte de Bolivia participaron principalmente indígenas y mestizos, la mayoría de los cuales pertenecían a la región andina y estaban muy lejos de su entorno natural, mientras que los paraguayos se hallaban en su ambiente y muy cerca de su casa, así por ejemplo, el fortín Boquerón se hallaba a tan solo 350 kilómetros de Asunción (que es la capital del Paraguay).

El teatro de operaciones de esta guerra, estaba conformado por pajonales, algarrobales, carahuatales, tuscales y arenales, ambiente muy agreste para las tropas bolivianas, conformando el denominado «infierno verde». Al oeste se encuentra el río Pilcomayo, al este el río Paraguay. La región en verano es muy calurosa, en el invierno se presentan los «surazos» (corrientes frías provenientes del Polo Sur) y el aprovisionamiento de agua es muy difícil.

En la Guerra del Chaco, se produjeron varias batallas, como la de Boquerón, que duró del 9 al 29 de septiembre de 1932, donde las tropas bolivianas (500 hombres) estando al mando del Tcnl. Manuel Marzana, fueron primeramente cercadas y finalmente tomadas por 12.000 soldados paraguayos, pero no sin antes ofrecer una valiente y heroica resistencia dejando muchas bajas en el enemigo. Luego, entre octubre y noviembre de 1932 caen en manos paraguayas Alihuatá y Arce, pero el Gral. Bernardino Bilbao Rioja en el «Kilómetro 7», el 7 de noviembre logra detener el avance paraguayo por varios días. El 5 de diciembre de 1932 llega a Bolivia el Gral. Hans Kundt (nacido el 28 de febrero de 1869 en Neustrelitz-Alemania y fallecido el 30 de agosto de 1939 en Lugano-Suiza; adoptó la nacionalidad boliviana), quien se hace cargo de la comandancia del ejército boliviano en campaña.

Kundt el 10 de diciembre reconquista Platanillos y Loa y el 19 de febrero de 1933 retoma Alihuatá, Arce y Gondra, pero entre el 4 y 8 de julio de 1933 comete un error fatal al tratar de tomar el fortín Nanawa con 9.000 hombres. La toma es un fracaso, falleciendo gran cantidad de los soldados bolivianos, posteriormente el 15 de julio caen Campo Grande y Alihuatá y entre el 6 y 11 de julio de 1933 se produce el cerco a Campo Vía, cayendo prisioneros 9.000 soldados bolivianos. Estos últimos acontecimientos ocasionan que el 14 de diciembre de 1933 el Gral. Kundt sea destituido o en definitiva renuncie, es así que toma el mando el Gral. Peñaranda, el cual, durante su comandancia, tuvo como cercanos colaboradores a los Tenientes coroneles Ángel Rodríguez y David Toro. Se necesitaba más oficiales, es así que se hace un llamado en el Colegio Militar de Ejército y aparece la legendaria generación «Tres Pasos al Frente». Entre el 23 y 25 de mayo de 1934 se gana en Cañada Strongest.

Paraguay ataca en el este, en Picuiba. En noviembre de 1934 Bolivia se retira del fortín Ballivián. El 27 de noviembre de 1934 se produjo el «Corralito de Villamontes», lo que significó la caída del Dr. Salamanca, asumiendo la presidencia el Dr. José Luis Tejada Sorzano, quien recién declaró la «movilización general» de las tropas bolivianas, mientras que el Paraguay lo hizo desde un principio de la contienda bélica. La Liga de las Naciones (hoy Organización de las Naciones Unidas-ONU) embarga el libre tránsito de armas del Paraguay, razón por la cual ese país se retira de la Liga.

El 14 de enero de 1935, Paraguay toma un punto en el río Parapetí. El 16 de febrero empieza el ataque paraguayo sobre Villamontes.

El Gral. Bernardino Bilbao Rioja con un refuerzo de 15.000 hombres inicia la defensa, logrando el repliegue de los paraguayos el 23 de febrero de 1935. Por otro lado, se debe resaltar la participación de la Fuerza Aérea Boliviana, donde destacaron el capitán Rafael Pabón (quien, durante la Guerra del Chaco, ganó el primer combate aéreo en Sudamérica), el Gral. Bernardino Bilbao Rioja y Germán Jordán.

El 12 de junio de 1935 se realizó el Protocolo de Buenos Aires, que consistió en un armisticio y negociaciones de paz bajo la garantía de los países mediadores (Argentina, Chile, Brasil, Estados Unidos, Perú y Uruguay).

Muchos estudiosos mencionan la dificultad que ponía Chile para poder introducir a Bolivia armas por el Pacífico y la dificultad que ponían las transnacionales petroleras para dotar al Ejército Boliviano de combustibles.

El 14 de junio de 1935 termina la guerra. Cabe recalcar, que el Ejército Boliviano estuvo al mando del Gral. Enrique Peñaranda del Castillo y el Ejército Paraguayo al mando del Gral. José Félix Estigarribia. Ambos generales el 18 de julio de 1935 se encontraron en una reunión propiciada por la Comisión Militar Neutral, habiendo intercambiado recuerdos como ser una pistola (obsequiada por Estigarribia) y un reloj de oro (entregada por Peñaranda), además de palabras de gran admiración y respeto. Se afirma que muchos de los prisioneros paraguayos (2.500) colaboraron con la construcción del camino carretero La Paz a Los Yungas (en Bolivia), mientras que los prisioneros bolivianos (20.000) empedraron las calles de Asunción (Paraguay).

Los que lograron huir de las prisiones se llamaron «evadidos». La Guerra del Chaco fue la más grande y sangrienta que se libró en Sudamérica durante el Siglo XX. Se señala que murieron 55.000 bolivianos y 40.000 paraguayos.

En el gobierno de Germán Busch, el 12 de julio de 1938, en Buenos Aires, se firma el «Tratado de Paz, Amistad y Límites». El 27 de abril de 2009, los presidentes Evo Morales de Bolivia y Fernando Lugo del Paraguay firmaron en Buenos Aires, el acuerdo definitivo de límites territoriales del Chaco Boreal.

Bolivia en la Guerra del Chaco perdió 234.000 Km2 (para referencia, 2 veces la superficie de la República de Cuba).

Bolivia actualmente utiliza una hidrovía a través de los ríos Paraguay-Paraná-Río de La Plata hacia el océano Atlántico, a cuyo acceso desde un principio de la guerra se opuso rotundamente el gobierno paraguayo.

Es necesario mencionar, que durante la Guerra del Chaco, el ejército paraguayo tuvo una gran ayuda del gobierno argentino, corroborado por la pseudo neutralidad del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas, quien buscaba y al final obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1936, según muchos autores en forma injusta, porque Argentina fue un enemigo de Bolivia, en el frente diplomático, en la Guerra del Chaco.

 

PEÑARANDA EN SORATA

Al presente, en la ciudad de Sorata, capital de la provincia Larecaja, la plaza principal lleva el nombre del Gral. Enrique Peñaranda del Castillo y en el centro de la misma se halla el monumento a este digno personaje de la historia boliviana; dicha estatua se encuentra rodeada de palmeras, araucarias, cipreses y flores que llevan al recuerdo de este ilustre personaje larecajeño. Por otro lado, en Sorata existe la Unidad Educativa Gral. Enrique Peñaranda del Castillo.

 

CONCLUSIÓN FINAL

Como conclusión final, en Bolivia, la Guerra del Chaco (contra Paraguay) se produjo por el petróleo, la Guerra del Pacífico (contra Chile) por el guano y el salitre y la Guerra del Acre (contra Brasil) por la goma. En el caso entre Rusia y Ucrania se habla de un factor de «seguridad rusa», pero no se habla del «derecho a existir, de los ucranianos» y estamos seguros que «el derecho a existir» está encima o delante del «derecho a la seguridad» de cualquier país. Conflictos similares ocurren y ocurrirán en otras latitudes, casi siempre incentivados por las transnacionales de los países desarrollados, debido a la búsqueda de la «posesión indirecta» de los «recursos naturales», cuya explotación ofrece ingentes ganancias, principalmente a las empresas mencionadas.

¡Honor y Gloria al Gral. Enrique Peñaranda del Castillo, así como a todos los combatientes y caídos de la «Guerra del Chaco», ¡defensores de nuestros hidrocarburos! de los cuales hoy disfrutamos los bolivianos (unos mucho más que otros), argentinos, brasileños y hasta los chilenos, debido a las exportaciones de gas que realizó Argentina a Chile, quedando en la risa el «ni una molécula de gas para Chile», de algunos de los tan mentados referéndums.

 

Artículo escrito en memoria del ex combatiente Jesús Botello Román.

 

www.ensayosedgarruiz.blogspot.com

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