miércoles, mayo 1, 2024
InicioSeccionesOpiniónLa calidad de la educación en Bolivia, en caída libre

La calidad de la educación en Bolivia, en caída libre

Parte I

En su nuevo aniversario de la Carrera de Ciencias de la Educación UMSA.

¿La calidad de la educación está en caída libre? Los datos corroboran el análisis. Y ante esa realidad, la lectura de la evaluación de la calidad educativa en Bolivia por parte de algunos funcionarios es sobreideologizada. Indaguemos algunas causas: el exministro de Educación, Roberto Aguilar, en nombre de descolonización y soberanía argumentó que el Gobierno de Bolivia no permitirá el programa de evaluación internacional de los estudiantes (PISA). Y después de varios años se coordinó el estudio mediante el LLECE-UNESCO en 2016; después se realizó la evaluación a finales de 2017 y se difundió en diciembre de 2020.
Otra medida gubernamental que agravó aún más la crisis educativa fue: el 31 de julio con la Resolución Ministerial 0050/2020 se clausuró la gestión educativa escolar, en plena crisis social e institucional y la pandemia (Covid-19), Pese a que la ONU –en un comunicado– exhortó al Gobierno revisar su decisión y garantizar las labores educativas en el país y calificó la interrupción como un retroceso para el desarrollo humano. Sin embargo, la medida se consumó.
A lo anterior, se sumó otro caso anómalo: el ministro de Educación, de ese entonces, Adrián Quelca, fue denunciado por la viceministra de Educación Superior y lo acusó por incumplimiento de deberes y “tráfico de exámenes”. El ministro –según la denuncia– instruía a uno de sus directores para perjudicar o favorecer a postulantes en la designación a cargos jerárquicos y de docencia. Posteriormente fue imputado por la Fiscalía. Después sobrevino su renuncia al cargo (12 de noviembre de 2021).
El problema no concluye ahí: el actual ministro de Educación, Edgar Pary, ha declarado (27 de abril de 2022): Bolivia es un país soberano y desde ese punto de vista, nosotros no podemos aplicar la Prueba PISA. “En ningún momento se aplicó ni se aplicará”. Pary agregó que esas pruebas “establecen una línea privatizadora”. El actual Ministro de Educación debería entender, como también sus predecesores, que NO son dueños de la educación boliviana y más allá de sus recetas pedagógicas adoctrinadoras, deberían recoger las demandas de la sociedad, de los padres de familia, maestros y estudiantes. Antes del inicio de la gestión 2022, exhortaban a las autoridades sobre que la educación debía ser evaluada.
Como se podrá entender: el actual ministro copia y calca el argumento ideologizado de su predecesor Aguilar, que repite el dogma anti-neoliberal de su jefe. Si las pruebas PISA son tan negativas, ¿por qué se evalúan países como Brasil, Chile, Perú y Uruguay, entre otros? Otro caso aleccionador: la República Popular China (comunista), según la BBC News Mundo (3 de diciembre de 2019) es el país con el mejor sistema educativo y fue el mejor evaluado del mundo, según la prueba PISA (OCDE) y ha ocupado el primer lugar a nivel mundial en lectura, matemáticas y ciencias. En la misma evaluación de PISA –aunque está rezagados a nivel mundial– se destacan de América Latina: Chile (en lectura y ciencias), Uruguay (en matemáticas). Lo que podemos concluir, sin mucha demostración, es que la evaluación de la calidad educativa de Bolivia es una necesidad prioritaria.
El sistema educativo boliviano es anacrónico, obsoleto y centralista. Es una repartición –como son gran parte de los ministerios y aparatos burocráticos del Estado– reactiva y no proactiva. El sistema educativo debe recoger y responder a las demandas de la sociedad con equidad, calidad, eficacia, y concretar las políticas educativas con pertinencia. Algunos sistemas educativos de los países vecinos están orientados no sólo a la cobertura sino a la calidad y a la descentralización, esto supone la inclusión y la transformación organizacional. En lo que se refiere a la innovación tecnológica, los sistemas educativos, desarrollan procesos de digitalización, la educación a distancia y virtual, la reducción de la brecha digital; como una forma de reducir la burocracia, utilizan la inteligencia artificial.
Las evaluaciones de SIMECAL Sistema de Medición y Evaluación de la Calidad Educativa de la anterior Reforma Educativa 1565, de 1994, expusieron datos muy reveladores: – al final del 1er ciclo de primaria en 1999 y 2000, dos de cada 10 escolares lograron un aprendizaje suficiente en lecto-escritura. En relación con la formación docente, esa entidad señaló que 3 de 10 son profesores de alto riesgo para la calidad educativa. (Continuará).

Artículo anterior
Artículo siguiente
ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES