viernes, abril 26, 2024
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Nuestros aliados

El presidente Luis Arce desprecia a la Unión Europea, ofende a Estados Unidos y sólo muestra simpatía hacia las autocracias del mundo, comenzando por Rusia y China, además de Irán.
Ha proclamado de esa manera que su partido político milita en el eje internacional que, en esta nueva guerra fría, enfrenta a las democracias, es decir a toda la OTAN y los países libres del mundo.
Lo único que le faltó en sus presentaciones en Nueva York fue decir que Bolivia enviará tropas para ayudar a los rusos en la criminal invasión de Ucrania. O que seguirá haciendo negocios con empresas chinas, para que ese país no se siga hundiendo en la crisis, lo que no era necesario que dijera.
Por lo demás lo tiene todo claro. Repite que se propone imitar lo que hizo la dinastía de los Castro en Cuba para conseguir una sociedad igualitaria acabando con las diferencias de ingresos.
Pero es cobarde: no se atreve a anunciar en el país que, en primer lugar, como buen socialista, va a anular el derecho a la propiedad privada y va a meter presos a los empresarios, además de terminar el ya avanzado proyecto masista de anular también la libre expresión.
Es un socialista de medio pelo, socialista a medias, socialista ladino, como buen masista, y se atreve a repudiar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ha decidido desafiar al organismo internacional.
Lo demuestra con leyes para aumentar la deuda y elevar el gasto, al contrario de lo que recomienda el FMI, que se lo dijo con maicitos: no gastes más de lo que ganas, hijo, porque de lo contrario se terminarán las reservas. Sólo puedes aumentar lo que ganas, hijo, o reducir lo que gastas. Elemental, hijo.
Y el FMI le recomendó también hacer cualquier cosa para atraer inversiones extranjeras, pero él decidió hacer todo lo contrario cuando rompió lazos con la Unión Europea y Estados Unidos.
Ha recibido una dura respuesta de la Unión Europea sobre lo que ocurrió en 2019, cuando escapó el cocalero Morales. Ya Luis Almagro, de la OEA, le había dicho al embajador del cocalero, y no de Bolivia, Héctor Arce Zaconeta, que en lugar de criticar al organismo se ocupe de corregir los elementos del fraude detectados por los expertos del organismo en aquel momento.
Entonces, Arce ha decidido seguir adelante y propone la anulación de la OEA con el argumento de que es el “ministerio de colonias del imperio”, como dijo el finado Fidel Castro.
Es decir que en su último viaje, Arce se ha peleado con la OTAN y con los países de la OEA. No dejó a nadie para su compadre, nadie que valga la pena.

Siglo21bolivia.com

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