La Chica Salvaje fue filmada en locación en las regiones que rodean Nueva Orleáns, Luisiana. Las realizadoras eligieron esta locación a causa de la gran variedad de pantanos y ciénagas e históricos poblados sureños que podían hacer las veces tanto de Barkley Cove como del hogar de Kya en los pantanos.
“El telón de fondo de la naturaleza es de vital importancia para la cinta. Los paisajes lo son todo en la película”, dice Newman. “En gran medida, la búsqueda de locaciones consistió en intentar hallar un paisaje específico, básico en la narración de la historia de Kya. Es el mundo de Kya: el pantano salino, las ciénagas, la playa… En particular, yo deseaba contrastar claramente el pantano de cipreses con los collares planos de pasto que conforman las ciénagas”.
La guionista Lucy Alibar comenta que los pantanos cobran vida por sí solos en la pantalla. “Estoy convencida de que los pantanos son un personaje”, dice. “Al comienzo del libro, Delia describe a Kya a través de la imagen de un pantano. Los pantanos son inseparables de Kya, por ello nos pareció que toda la zona debía constituir un personaje a la par de nuestra heroína”.
Para esta historia, la directora Olivia Newman ensambló un equipo de producción predominantemente femenino- una rareza extrema. Además de la guionista Lucy Alibar y las productoras Reese Witherspoon y Lauren Neustadter, por no mencionar la producción ejecutiva de Elizabeth Gabler, el equipo incluye a la directora de fotografía Polly Morgan, a la diseñadora de producción Sue Chan y a la diseñadora de vestuario Mirren Gordon-Crozier. El editor Alan Edward Bell y el compositor Mychael Danna redondean el grupo.
“No es algo en lo que yo piense cada vez que emprendo una filmación, pero con frecuencia ocurre naturalmente”, dice Newman.