viernes, abril 26, 2024
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José Carrasco y libertad de prensa

“La libre comunicación del pensamiento es uno de los más preciosos derechos del hombre”, escribe el notable jurisconsulto José Carrasco, en sus “Estudios Constitucionales”. Obra editada en el año 1920, por Gonzales & Medina (La Paz-Bolivia).
“La prensa es el instrumento indispensable para el desenvolvimiento de los pueblos modernos. Empero, en los tiempos a que hemos llegado, ya no hay discusión sobre la necesidad de otorgarle garantías amplias…”, subraya.
Nosotros coincidimos con esa valoración. Y posiblemente, muchos otros. Pero hay gente que no piensa ni actúa con ese espíritu. Es gente que busca minimizar la libertad de prensa, con hechos que reflejan señales autoritarias. Gente que prioriza sus intereses particulares, y le “mete no más”, sin temor a la historia ni a los hombres. Nada menos que en democracia, recuperada en heroicas jornadas de lucha. Casos de esta índole se los ha visto no sólo ahora, sino siempre. Ejemplos abundan al respecto, en la memoria de los pueblos.
La libertad de prensa incomoda a los “enviados”, que pretenden perpetuarse en el Poder. A quienes manipulan la democracia, para ese nefasto propósito. Que buscan, en comandita, instaurar un gobierno de izquierda único, en nuestro continente. El Che también pensaba lo mismo y se frustró en medio camino. “Ernesto Guevara, apodado el Che, que soñaba con implantar el socialismo en América Latina”, afirma el periodista brasileño Nilson Cezar Mariano, en “Operación Cóndor” (1998).
Los aludidos quisieran que la prensa esté a su servicio incondicional. Que sea el panegirista de sus acciones, sus excesos y desaciertos. Pero la prensa libre e independiente jamás se prestará a ese papel y fiel a sus principios resguardará la democracia, la libertad y los derechos humanos, pese a quien pesare. Denunciará, abiertamente, las tropelías que conculcan la libertad de expresión, cuando se encarcela a los opositores, se amedrenta a quienes piensan diferente o se exilia a los inconformes. Cuando se reprime a los que piden mejores condiciones de vida, con salud, educación y alimentos, con precios accesibles, como se ha visto en algunos países.
Como la prensa no acepta ser instrumento de los “enviados”, obviamente surgen los cuestionamientos a su labor. Entonces se desata una campaña de desprestigio contra ella. La tildan de reaccionaria, derechista y vendida al imperialismo. Sus detractores recurren, como en tiempos del oscurantismo, a represión, amenaza e intimidación, mediante organismos formados para tales objetivos. Un caso patético, en Bolivia, es que las entidades del régimen, encargadas de distribuir publicidad, reducen los montos o sencillamente excluyen, en la asignación respectiva, a los medios de comunicación libres e independientes, para doblegarlos o provocarles problemas económicos.
La libertad de prensa está muy deteriorada en la región. Son múltiples las denuncias que ratifican el maltrato de que es objeto ese derecho consagrado universalmente. Ahí están las recientes detenciones en Guatemala, los asesinatos en México, el cierre de medios de comunicación en Nicaragua y la sentencia a cinco años de prisión a un periodista, en Cuba. Esa es la actitud de las supuestas democracias.
En suma: es hora de defender la libertad de prensa, ese precioso derecho del hombre.

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