domingo, junio 16, 2024
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Pueblos sin educación condenados a la pobreza

La mayoría de los pueblos del cuarto Mundo y del Tercero también viven en la pobreza y, en la mayoría de los más paupérrimos como son los del Cuarto Mundo, están en condiciones de vivir en la miseria sin posibilidad de abandonar la pobreza extrema y sin medios para enfrentar existencias que de vida nada tienen y con casos en que se espera la muerte para liberarse del hambre y las enfermedades. En l968, el mundo fue testigo de cuadros de extrema pobreza y miseria con los casos que se presentaron en Biafra con niños que estaban siempre en peligro de morir, sin leche ni alimento alguno, con madres que, por tener senos flácidos sin leche y faltos de toda alimentación no sabían cómo saciar el hambre de sus hijos y, en casos sólo esperando la muerte; por el contrario, compañeros o esposos de esas mujeres se dedicaban a “jugar a los soldaditos” en guerrillas con tribus vecinas y consumiendo bebidas y alimentos que les llegaba por la solidaridad de entidades internacionales mientras mujeres y niños se veían privados hasta de un mendrugo de pan, por supuesto, la falta de medicinas es crónica y ni qué decir en relación con lo que normalmente precisa un niño.
Todas esas mujeres padecen el hambre de la ignorancia, de no saber siquiera cómo se prepara una mamadera cuando reciben ayuda para alimentar a sus niños, no saben de preparar comida alguna y menos de tener los cuidados necesarios para evitar más procreación de niños que luego estén condenados a morir, mujeres que no tienen noción de lo más elemental ni medios para contar con lo que reciben como ayuda internacional. Mujeres que no han recibido ninguna educación ni tienen noción de cultura, prácticamente no viven y sólo existen en condiciones peores a las de muchos animales por los rigores de la pobreza, por la imposibilidad de contar con lo más urgente para alimentarse y todo por la carencia de educación, de formación en cuestiones elementales de vida y salud. Biafra es, pues, ejemplo de muchos pueblos que padecen los rigores de falta de alimentos y medicinas pero sobre todo de cultura y educación.
Las naciones cuyos pueblos adolecen de educación están condenadas a vivir en rangos extremos de pobreza; no han captado mayormente ningún grado de cultura de sus antecesores y lo que hacen es convivir muchas veces como algunos animales pendientes simplemente de recibir algún alimento. Pueblos que reciben educación lo hacen imbuidos del principio de no poder actuar consciente y responsablemente para atender sus necesidades; pueblos cuyos habitantes están expuestos a seguir en condiciones de hambre de modo que esta situación los lleva a estados graves de enfermedades. Las mujeres tienen hijos sin la alimentación precisa y se exponen a que los alimentos que vayan a recibir los consuma la ignorancia y maldad de padres que dedican su tiempo a la guerrilla o a acciones contrarias a las leyes.
Los gobiernos de los países extremadamente pobres viven ignorando la ignorancia de sus pobladores y lo hacen con el aditamento de condenarlos a grados extremos de pobreza. No puede haber desarrollo ni progreso si no se encuentran los medios precisos para que todos los habitantes alcancen niveles mínimos de educación.

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