sábado, mayo 18, 2024
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El gobierno no puede colocar bonos por pérdida de credibilidad

Es cierto, el gobierno del MAS no consigue colocar $us.2.000 millones de bonos, pues perdió credibilidad internacional.

La Constitución Política del Estado establece en el Art. 172. Núm. 3. “Proponer y dirigir las políticas de gobierno y del Estado”. Hoy vemos una política de “colocar bonos”, con el déficit Fiscal de 9,7% del PIB, considerando que la deuda interna es de Bs.83.021,4 millones. Según el Viceministerio del Tesoro y Crédito Público, la deuda externa a 2020 es de $us.12.171 millones de dólares, la más alta en la última década, representando el 31,7% del PIB, con una ratio saldo de la deuda externa debajo del umbral referencial del 40%. Y la relación servicio de la deuda externa sobre exportaciones alcanza a 7,9%, cuando el umbral indicativo es de 15%, con indicadores situados por debajo de los límites establecidos en los estándares internacionales.

Los datos del INE muestran una caída de las exportaciones de un 24% y de las exportaciones en casi un 29%, el déficit comercial en los 11 primeros meses de 2022 es de 64 millones de dólares, y en ambos casos por la situación internacional que se está viviendo en cuanto a los precios que han impactado negativamente sobre el comercio exterior”. La renta petrolera cayó un 11%, según el PGE 2022, mientras que el 80% del incremento de la inversión pública para el 2022 es para concentrar recursos en las empresas públicas deficitarias y otros recursos son destinados a proyectos manejados por el nivel central del Estado, orientados a campañas electorales.

Según el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, el gobierno emitió bonos soberanos por 2.000 millones de dólares y con el interés de 7,5%, cuyo vencimiento es de 8 años. Por tanto, es el interés más alto a pagar, desde la deuda contratada en 2012. Pero de tales bonos solo se pudo colocar por 850 millones de dólares, para atraer capitales extranjeros. Fue solo un canje y compra de títulos-valor y se pagará un interés de 20 millones de dólares adicionales, monto que se suma a los recursos que ya se paga por los primeros tres bonos emitidos. Para calcular el interés que se deberá pagar por la nueva emisión se toma en cuenta la tasa de interés de los bonos a 10 años en EEUU, que están en 1,95% a 2%, y a eso se debe añadir el spread de riesgo del país, que está en 550 puntos básicos o 5,50%. De esa manera se fija el 7,5% para los bonos soberanos bolivianos

El 10 de febrero de este año, el Gobierno invitó a los tenedores de los bonos soberanos emitidos en 2012, por $us.500 millones con una tasa de 4,88%. En 2013 se colocó bonos por $us.500 millones, con una tasa de 5,95% y en 2017 $us.1.000 millones con la tasa de 4,5%, a la compra y/o canje sujeto a una futura emisión, cuya oferta venció el 23 de febrero y obligaciones de próximo vencimiento. Ahora, con nueva deuda y mayor tasa de interés, cuyo valor representa el 42,5% de la oferta que se lanzó, solo es un pequeño respiro para las finanzas del Tesoro, el futuro es demasiado incierto porque esa estrategia financiera no fortalece las reservas internacionales.

La transacción se hizo con tenedores de bonos nacionales, ya que el mercado internacional mostró desconfianza o el rendimiento ofrecido no compensa el nivel de riesgo en Bolivia y eso obliga a subir la tasa de interés, porque influyen las condiciones económicas y políticas del país, ya que no se refleja estabilidad por la persecución a opositores y eso influye en el panorama económico. La calificación era BB positiva y ahora BB- negativa. Si no se colocaba esos bonos, significaba salida de reservas, reduciéndose aún más nuestros ahorros. Las calificadoras advierten un déficit alto, caída de ingresos, menor crecimiento, completando la situación la actual persecución política y conflictos sociales, todo lo que influye para la calificación de riesgo.

La calificación de riesgo es resultado de un proceso de evaluación periódico, que refleja la opinión respecto al riesgo crediticio (probabilidad de impago-default) del gobierno. Esto se basa en un análisis cuantitativo y cualitativo de la capacidad de honrar obligaciones del país, conforme a condiciones pactadas, además de aspectos económicos, sociales, institucionales y políticos que inciden en el desempeño de la economía. Por tanto, NO es un resultado óptimo, al contrario, Bolivia pierde credibilidad internacional, no solo política sino ahora en la economía, manejada por el aguantArce.

 

Angélica Siles Parrado, economista, ex Asambleísta Constituyente.

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