Virus y retroceso de medidas oficiales

La falta de seguridad en las decisiones del gobierno conspira contra su propia credibilidad, que es base sustantiva de la autoridad en cualquier parte del mundo. Ahora se trata de la postergación hasta el 26 de este mes para la presentación del carnet de vacunación en oficinas públicas, banca, etc. Un Decreto Supremo de 22 de diciembre de 2021 dispuso que es indispensable tener a disposición dicho carnet o un PCR tomado 48 horas antes. El costo de esta prueba es ciertamente alto, pero tenemos enormes grupos que solo obedecen bajo presión. La disposición original de este tema fue bien recibida por la opinión pública ante la “cuarta ola”, según la denominan las autoridades.
Estos retrocesos del Gobierno acostumbran mal y peor a los llamados movimientos sociales, haciéndoles conscientes de su poderío, poder que no les da la ley, menos el resto del país. Por ese camino las imposiciones serán cada vez mayores hasta que el gobierno no pueda complacerlas. Por ejemplo, acaba de ceder por la amenaza de marchas de algunos gremiales y de las Juntas Vecinales de El Alto.
Al presente los organismos especializados de la UMSA establecen que ómicron ya habita entre nosotros, con toda su carga de peligrosidad. La OMS acaba de advertir que esta nueva variante no es “leve” en ningún sentido y, al contrario, su capacidad de contagio es mayor, así como reduce en más de 48 horas la sintomatología de sus antecesoras. El ministro de Salud, Jeyson Auza, dijo que la cepa ómicron aún nos era ajena, basado en el Inlasa, pero la UMSA asegura su presencia, como acabamos de señalar.
Ante la presencia de la variante del virus letal, las condiciones de salubridad del país parecen tomarnos una vez más de sorpresa, y peor si las autoridades de Salud la ignoran y niegan. Desde esta vuelta atrás, la vacunación ha descendido en número. De las largas filas en espera de recibir el inmunizante, hace algunos días que la concurrencia llegó solo a pocas decenas. Sin embargo, el Ministro de Salud se jactó de que la vacunación sobrepasó las 100.000 personas/día y que el récord se marcó con algo cercano a las 160.000 dosis en un día. La postergación del carnet de vacunación es un hecho de la baja notable de personas para recibir el inmunizante. Es que si la “espada de Damocles” no está sobre nuestras cabezas no cumplimos lo debido.
Las autoridades de Salud, llevadas del hábito del Gobierno de compararse con los transitorios, alaba los “millones” de vacunas que obtuvo. Relativamente esto es verdad. Omite, en cambio, la escasez y otros factores que rodearon la aparición del Coronavirus a nivel mundial. Los millones de vacunas que dice haber logrado el gobierno Arce, se deben en gran medida a donaciones del mecanismo Covax, entre otros. Se jacta de que la letalidad actual es del 0.7 % en relación con el año 2020. Los epidemiólogos sostienen que el país es el último de Sud América en cantidad de vacunados (alrededor del 65 %). El Gobierno dice que Bolivia se ubica entre los primeros en la región. La exageración en el país se ha convertido en uno de los defectos más graves de quienes detentan el poder.