lunes, mayo 6, 2024
InicioSeccionesEditorialGuerra avisada no mata soldado

Guerra avisada no mata soldado

En días recientes la opinión pública se ha visto preocupada por una ola de versiones alarmistas, en sentido de que para los próximos días se espera acontecimientos políticos a nivel nacional, protagonizados por fuerzas antagónicas. Por su parte, el gobierno ha comunicado oficialmente que movilizará sus fuerzas adictas con el fin de defender al gobierno de una embestida de masas, mientras, por otra parte, los organismos sociales de oposición se han visto fortalecidos por el respaldo de movimientos sociales del interior del país, creando, en esa forma, una ilusión con poder ofensivo.
Sin embargo, pareciera que esos aprestos no llegarán a las manos, ni la sangre llegará al río, ya que tantos augurios de violencia generalmente se disipan por nacer de los estados de ánimo de origen emocional de los contrincantes, que casi siempre terminan disipándose como las nubes cuando las bate el viento.
En todo caso, los pronósticos han dejado huella en el estado psicológico colectivo, producto del trauma latente de noviembre de 2019, que dura más de dos años, no termina de disiparse y, más bien, el incendio sigue creciendo, pues montescos y capuletos echan leña al fuego de la crisis, tratando de pescar en río revuelto.
Por otro lado, en ciertas esferas de oposición reina un espíritu de falso optimismo, creyendo que llegó la “hora de la verdad”, apreciación en gran medida equivocada, ya que no existen condiciones de alguna naturaleza para esperar un éxito total. En efecto, esas facciones oportunistas están lejos de una posición favorable y, más bien, llegan al aventurerismo que solo conduce al fracaso, como ocurrió en más de una oportunidad, lección que, además, no asimilan.
Por su parte, pareciera que una suerte de alarmismo, psicosis e histeria cunde en sectores oficialistas que, desde hace tiempo, propagan versiones de que “viene el golpe” y ha originado el síndrome de la fábula del lobo y las ovejas, que crearon entre los pastores un estado de confianza, pero que, finalmente, cuando apareció el lobo ya era tarde para reaccionar.
En todo caso, en vista de que no existen las condiciones generales para un suceso definitorio –ni siquiera existe un partido importante–, como creen los agitadores emocionales e irracionales, los siguientes días de bullanga serán solo un globo de ensayo y todo pasará sin consecuencias, porque, como es sabido, “guerra avisada no mata soldado”.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES