Animación extranjera en los “prestes”

Llama la atención de la ciudadanía que el Altiplano sea teatro de fastuosas fiestas o prestes con fingidos motivos relacionados con santos o patronos religiosos. El derroche de dinero en esas ocasiones festivas linda en lo increíble. Como exponentes de este poder económico bastan los dos últimos prestes, empezando por el de Sabaya, departamento de Oruro, Patrono San Felipe, amenizó el famoso conjunto alemán Mr. President. La actuación de este conjunto se calcula en más de cien mil dólares, además del costo de pasajes, hospedaje, etc. Otro preste similar reciente se realizó en Huachacollo, Oruro también, patrono el Tata Santiago, con la banda alemana ModernTaking. El costo de esta actuación se calcula en alrededor de la cifra anterior.
La gente se pregunta cuál es la fuente de estas millonarias ostentaciones, precisamente en lugares de activa ruta del contrabando desde la frontera con Chile. Sin duda, mucho tiene que ver el contrabando al respecto y no han de ser los pequeños contrabandistas, sino los “capos” del ilícito. Ante esta especie de confesión de riqueza y derroche, las autoridades parecen volcar la mirada a otra parte.
Todos saben que, desde la misma frontera hasta Oruro, los municipios y pueblos alineados en esa región son guarida de contrabandistas, y en viviendas y terrenos se deposita la mercadería ilícita y los vehículos “chutos”. Es más, muchos –no todos– de sus pobladores actúan como escudo protector de los traficantes y de sus guardaespaldas. Impiden las labores de comiso y resisten con violencia la intervención de los agentes aduaneros, policías y aun del Ejército. No se concibe una acción represiva tan generosa sin que medie una alta paga por este servicio tan facilitador del contrabando.
Todo parece anunciar que hay una competición demostrativa de poder económico en los “prestes” de esas festividades. Los casos citados no hacen sino competir en tamaño dispendio. Con anterioridad sorprendía ya la contratación y actuación de costosos conjuntos musicales del extranjero. A no dudar, se trata solamente de una competición, puesto que es claro que las interpretaciones de estos conjuntos no tienen ninguna afinidad con la gente del campo. Por otra parte, creemos que tales actitudes se alejan abismalmente de lo originario, ya que en el campo, las provincias y hasta en las ciudades se reivindica el folklore en todas sus manifestaciones. ¡Sí, es una obvia y objetiva competición entre adinerados del Altiplano!
La concomitancia con los contrabandistas en su ruta hacia Oruro se comprueba a su vez con la acción represiva comunitaria llegada a extremos. Aduaneros, policías, inclusive oficiales y efectivos del Ejército saben bien de estas acciones cómplices de los contrabandistas.