La Constitución Política del Estado establece en el Art. 12.I. que “El Estado se organiza y estructura su poder público a través de los órganos Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral. La organización del Estado está fundamentada en la independencia, separación, coordinación y cooperación de estos órganos”. Lamentablemente, el Ejecutivo sigue subordinando al Legislativo, cuando envía a un servidor del soberano, que fue puesto a dedo por aguantArce, interpelado para rendir cuentas de sus políticas. Pero el servidor Del Castillo NO responde a las preguntas y agrede verbalmente a las y los representantes de la oposición, con adjetivos calumniosos como “narcotraficantes y cómplices”. Como premio, los legisladores oficialistas aceptan estas acusaciones que dan inicio a peleas de cuadrilátero y el bochorno conocido a nivel mundial.
En democracia el poder deriva del pueblo. Si analizamos la “democracia” que se traduce en el Órgano Legislativo, “supuestamente” estamos representados por los legisladores, cuya función es fiscalizar al ejecutivo, elaborar leyes y gestionar las demandas del soberano, sin embargo, los legisladores de la oposición no cumplen su función de fiscalizar al ejecutivo, se ven bloqueados por los legisladores del oficialismo, que no permiten esa función ni la cumplen, pues solo elaboran leyes con artículos inconstitucionales. Por ello el soberano ve con indignación que la independencia NO existe en el Legislativo por su subordinación al Órgano Ejecutivo.
Platón decía que “el conocimiento adquirido por los gobernantes era la única salvación de ellos y que solo el conocimiento es el elemento que les da acceso al poder” y alcanzar un Estado bueno. Lamentablemente, la mayoría de los legisladores NO conoce la Constitución ni las leyes, mucho menos su “Reglamento”, no permiten el debate, hacen uso y abuso de poder con el llamado rodillo parlamentario. No hay proyectos de ley de las bancadas minoritarias aprobados, porque son “bloqueados”, en las bancadas oficialistas solo hay “levantamanos” desde 2006, no existe la posibilidad de deliberación del parlamento.
Cuando se convoca al “servidor” del soberano para que rinda cuentas y explique sus políticas aplicadas, el servidor se dedica a trasladar gente a la plaza Murillo, incumpliendo las normas establecidas y con el peligro de contagios por el virus letal. Con expresiones fuera de sus competencias, agrediendo a los representantes del soberano, en el acto interpelatorio hace un show mediático, que termina en aplausos del oficialismo al ministro aludido.
En consecuencia, exigimos al Legislativo: 1) Debatir y no coartar la participación de los “representantes” de la oposición, porque se están deslegitimando, pues deben canalizar las demandas de la sociedad. No MAS encapsulamiento de su labor parlamentaria. 2) Que digan cómo enfrentar la crisis sanitaria y presenten iniciativas legislativas, porque las UTIS están colapsadas, la gente se muere en las puertas de los hospitales, falta oxígeno o tienen precios exorbitantes que un familiar pobre no puede adquirir y enfermos mueren sin atención. Personal médico está en paro por falta de pago de 3 meses, medicamentos no hay para la compra y las vacunas llegan como cuenta gotas. 3) Es urgente debatir sobre la selección de las autoridades del Órgano Judicial, que debe ser meritoria e idónea y recuperar la propuesta de la Asamblea Constituyente. 4) La reactivación económica colapsará en poco tiempo, porque se agotan las reservas de gas, la deuda externa subió a niveles impagables, las reservas internacionales fueron gastadas en “elefantes blancos”, las empresas estatales son deficitarias y se debe cubrir el difícil comercial. 5) Es indispensable impulsar el crecimiento de liderazgos políticos, NO recurrir a figuras desgastadas y fuera de la política, NO MAS caudillismos y levantamanos. 6) Iniciativas legislativas no MAS subordinación. 7) Pacto político para POLÍTICAS DE ESTADO, con visión nacional, que solucionen los problemas del país, basta de bloqueos y acciones radicales, ¿o están esperando el desborde en las calles porque fracasaron? Activen la fiscalización, no trasladen gente a la plaza Murillo, justifiquen el sueldo que les pagamos.
La autora es Abogada,
ex Asambleísta Constituyente.