viernes, mayo 3, 2024
InicioSeccionesOpiniónEl próximo balance de poder

El próximo balance de poder

Jhonny Vargas

La acromatopsia o monocromatismo, es la enfermedad que reduce el espectro visual, por lo que el mundo es visto en “blanco” y “negro”. También podríamos decir que hay monocromatismo político, por el cual se mira la aldea global según corrientes ideológicas de “derecha” e “izquierda”. La escalada bélica entre Irán e Israel es una sucesión rápida de hechos interconectados, con una larga serie de episodios de una vieja enemistad entre ambos países, que ha puesto la tensión en medio oriente, con un ascenso bélico nunca antes visto. La guerra en la Franja de Gaza ha empeorado las cosas, pues después del ataque de Hamás a Israel, el conflicto ha provocado una reacción en cadena en la región de medio oriente y que puede desencadenar un conflicto global inminente.

Detrás de este conflicto están los países poderosos que pueden hacer respetar sus prerrogativas por la fuerza; son los países débiles quienes requieren la soberanía como garantía de supervivencia. Estados Unidos está en alerta máxima por Irán, la próxima guerra global está en marcha, poco a poco se está preparando el escenario, Vladimir Putin decide respaldar a Irán. Obviamente, Irán apoyado por Rusia desafía a Estados Unidos e Israel. China le pisa los talones a EEUU como superpotencia. China tiene un sentido nacionalista, un revanchismo histórico, producto de las humillaciones acumuladas a lo largo de muchos años y con los últimos indicadores económicos, también goza de cierta fortaleza económica. Todo ello le brinda una vocación de superpotencia y Xi Jin Ping lo sabe.

El próximo balance de poder deriva de un futuro enfrentamiento China – EEUU y Rusia – OTAN, que viene por la vía de una nueva guerra fría que estamos viviendo, por las tensiones bélicas y las rivalidades comerciales. Ello, unido a los componentes de nacionalismo y de revanchismo histórico presente, puede transformarse en la fuente más probable de conflicto. Conflicto será la palabra de más tendencia de búsquedas en la web, en los próximos meses.

Analicemos desde el punto de vista de la Realpolitik estos hechos concretos: China es un monstruo exportador de bienes de bajo valor agregado y ahora últimamente ha mejorado la calidad de sus productos y está en condiciones de enfrentar a cualquier competidor global. Si logra curar los males de su sector económico estatal, en especial en el sector de la vivienda y hacer más eficiente su sistema financiero, que lo está haciendo con las monedas digitales en curso, es un país en vías de ser la máxima superpotencia. Las tensiones comerciales generarán altos decibeles emocionales, susceptibles de conducir a las superpotencias a un enfrentamiento bélico.

La rivalidad por el control de los mares o los estrechos marítimos por donde pasa esa sabia vital energética (petróleo y gas natural) llevará a una inevitable rivalidad con los Estados Unidos, que como policía del mundo ha sido degradado. China es una potencia militar, al igual que Rusia de primer orden. Este juego de ajedrez tridimensional, tiene varias dimensiones, estamos en un círculo vicioso de desestabilización política y crisis económica. En el futuro se desarrollarán auténticas guerras híbridas, donde el terrorismo cibernético más la IA, abrirán las puertas de un infierno apocalíptico. Todo es sinónimo de pesimismo, desilusión y temor.

Parece algo profético, pero los cuatro jinetes del apocalipsis están galopando alrededor del mundo, donde al parecer solo el paranoico sobrevivirá. Con la cultura de la pobreza se gobierna el mundo, por la falta de liderazgo global, de estímulo participativo y organizativo, por la ausencia de espíritu cívico, por la visión fatalista de la vida, la tendencia de vivir en el presente, sin asumir diligentemente la construcción del porvenir. Prevalece el facilismo, comodismo, la indiferencia y apatía. Se percibe la obtención de riqueza como algo mágico (crimen organizado internacional) y no como resultado del trabajo digno, hay un bajo nivel de iniciativa para la resolución de problemas, una percepción parroquial de los acontecimientos, y las peores personas y profesionales están al frente de las instituciones. Esta es la decadencia global.

Nuestros líderes mundiales parecen unos niños mimados, comparando quién golpea más fuerte, quién demuestra debilidad, quién demuestra fuerza. La desconfianza es la ley del día en todo el mundo, hay desconfianza militar, política, económica, social, cultural y tecnológica. Nada podrá evitar un impresionante estallido nuclear. Al parecer los países en conflicto se quieren borrar del mapa, y el conflicto entre Israel e Irán es por motivos económicos. La Franja de Gaza tiene reservas de gas que ascienden a 1.4 billones de metros cúbicos, de los que un 60% corresponde a los palestinos y el resto a Israel. Entonces la ecuación es simple, el conflicto es por motivos económicos y muchos intereses extranjeros, en especial de las superpotencias, que se encuentran al borde de una guerra sin precedentes. Después la burbuja financiera se irá inflando cada vez más. De seguir las cosas como van, esta economía de papel prenderá fuego el día menos pensado, conduciendo a una caída de las monedas más importantes, es decir un crack financiero global. Es lo que se aproxima, porque si dejas que en el mundo se maten y peleen el Capitalismo con el Socialismo, quien sale ganando y victorioso es el Fascismo.

 

Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES