Producción de droga, problema que crece

Sin duda, preocupa mucho toda acción contra el narcotráfico porque pone al descubierto enormes cantidades de droga decomisada, tanto dentro como fuera del país, por valor de millones de dólares. Según reciente información gubernamental, efectivos de Umopar, que forman parte de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), mediante el operativo llamado “Tormenta del Trópico II”, al rastrillar la zona que están entre Santa Cruz y Cochabamba, destruyeron 26 fábricas móviles de fabricación de cocaína y decomisaron más de 200 kilos de la sustancia controlada.
En Cochabamba, incursionaron en Monte Rico, Alto Chapare, Titicaca, Bella Vista, Central Copacabana y en los municipios de Villa Tunari, Shinahota y Chimoré. Así se comprueba otra vez la producción de cocaína en el trópico, ahora con “laboratorios móviles”, a pesar de declaraciones oficiosas en sentido contrario.
Tales incautaciones de droga se suman a muchas otras, como las realizadas, para citar un caso, en 2021 en Santa Rosa, en el Parque Isiboro Sécure, donde fueron encontrados dos grandes laboratorios de fabricación de cocaína, cuyo volumen de producción era de 100 kilogramos por día, mientras que otro más grande en el Parque Nacional Noel Kempff Mercado producía 500 kilogramos por día. No obstante, en todos los casos no se sabe si hubo detención de narcotraficantes de relevancia.
Esas factorías en Parques Nacionales y en otras zonas reservadas a los pueblos indígena originarios del Oriente, no significa que no funcionen en regiones del occidente. Pero a esta producción nacional se añade el tránsito de droga desde el Perú hacia el Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, por lo que estos países movilizan grupos de militares para luchar contra el narcotráfico desde nuestro país.
También es habitual la incautación de avionetas que parten con cargamentos de cocaína desde aeropuertos clandestinos que proliferan en zonas del oriente. Sin embargo, no hay una medida efectiva para dar con pilotos y propietarios de aeronaves.
El origen del problema es que la Ley General de la Coca 906 de 8 de marzo de 2017 dispuso la ampliación de la superficie de cultivo de la hoja en alrededor de 8.000 hectáreas. Pero las plantaciones nuevas de coca han pasado hoy esa cifra. La justificación en ese tiempo era que el consumo tradicional había aumentado. Este argumento ha sido cuestionado por diferentes fuentes.
Ante los frecuentes descubrimientos de cargamentos de droga dentro y fuera del país, que empañan nuestra imagen en la comunidad mundial, se requiere sinceridad sobre el enorme problema de la producción de droga nacional y la necesidad de coordinación mayor con otros países para una lucha frontal y eficaz contra ese mal.