La falta de dólares, así como la caída de la producción de gas y petróleo, provoca que el Gobierno tome decisiones apresuradas y sin estudios técnicos sobre el mayor uso de etanol en combustible, de 12% a 25%.
Para el economista Gonzalo Chávez, la “hambruna de dólares” que existe en la economía boliviana hace que se improvise la política del uso de más alcohol en la gasolina, como lo hacen ahora.
El 2022 el subsidio a los combustibles tuvo un costo de 1.700 millones de dólares, a pesar que estaba destinado sólo 700 millones en el Presupuesto General del Estado; para la presente gestión se fijó más de 1.400 millones.
Chávez explicó que el modelo económico del Gobierno tenía como base los excedentes de la venta de gas a mercados de Argentina y Brasil, pero se olvidaron invertir en exploración y la producción cayó, así como el petróleo.
Recordó que en 2014 los ingresos pasaban los 5.000 millones de dólares, pero en la pasada gestión apenas llegó a los 2.500 millones y ahora con el anuncio de Argentina, se espera dejar de percibir 700 millones más.
Por lo que no tiene dinero para cubrir el subsidio, y por ello acelera su plan de substitución de importaciones con plantas de biodiésel, con una inversión de 80 millones de dólares, en La Paz y Santa Cruz.
Con participación del sector privado en la provisión de alcohol. Por ello la semana pasada promulgaron un Decreto Supremo para aumentar el porcentaje de la mezcla de 12% a 25%, pero quedó en la congeladora, y recién harán estudios.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) argumentó la decisión de aumentar el porcentaje de etanol con los ejemplos de Paraguay y Brasil que ya tienen mucho recorrido en este campo.
Al respecto, Chávez dice que la experiencia data de décadas, y en el caso del país carioca ellos producen movilidades e hicieron innovaciones importantes.
La decisión de aumentar el etanol bajaría el rendimiento del motor y el mantenimiento sería permanente y los seguros ya anunciaron que no cubrirían costos asociados con la nueva mezcla de gasolina.
Según Chávez un Jeep modelo 2020, no puede usar más de 10% de mezcla y todo propietario debería revisar su manual, señaló además que el 80% del parque automotor ya tiene décadas y para cambiar se requiere dólares.
“A propósito de la mezcla del combustible para los automóviles, de 25 % de alcohol y 75 % de gasolina, que el gobierno boliviano quiere implementar, se debe chequear el manual del propietario. En mi caso un jeep pequeño del año 2020 me recomienda no usar más de 10 % de alcohol”, escribió en su cuenta de twitter.
Además, según la Cámara Automor de Boliviana (CAB), el parque automotor boliviano está compuesto por más de dos millones de vehículos convencionales que no están preparados para consumir combustible con más del 10-12% de etanol, lo cual podría ocasionar severos daños a los motores.
VARIACIÓN
Mientras el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, informó que no hay ninguna variación en la mezcla de hasta 12% de etanol con gasolina, por lo que la norma sobre la ampliación hasta 25% es parte de una política pensada a futuro, una vez se generen las condiciones a partir de estudios y un parque automotor acondicionado.
“Al día de hoy todavía no estamos mezclando. Eso quiero dejar claro. No es que ya se está mezclando el 25% (de etanol). Las estaciones de servicio siguen con las tres gasolinas (RON 85, RON 92 y RON 95) que tenemos, que tiene una mezcla máxima del 12% (de etanol)”, aseguró en Bolivia Tv ante las reacciones generada por el decreto 5135.